Acumuló hasta cinco denuncias por incumplir el estado de alarma decretado por el Gobierno como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Tras el último episodio, en el que llegó a advertir a la Policía Local de Málaga que no iba a respetar las órdenes porque "tenía que ver" a sus amigos y nadie iba a limitarle sus salidas, acabó detenido.

Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana por la noche en la barriada malagueña de Palma-Palmilla, cuyos vecinos son los que más están saliendo durante este periodo de confinamiento, según recoge un estudio del Instituto Nacional de Estadística elaborado con la información de los teléfonos móviles, estos vecinos son los que más salen. 

En el caso de este último arrestado, según fuentes próximas consultadas por este periódico, los agentes habían observado que, de nuevo incumplió las instrucciones que ya le habían dado en ocasiones anteriores, lo que le había supuesto el levantamiento de hasta cinco actas de denuncias. 

El día antes, la Policía Local ya le había advertido de la obligatoriedad de permanecer en su casa, a lo que el individuo, hizo, supuestamente, caso omiso y de que podría incurrir en un delito si continuaba desobedeciendo. Los efectivos, tras la detención, le intervinieron además durante un registro una bolsa cuyo interior podría contener droga.

El proyecto elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con la tecnología de Esri utilizando los datos anónimos de los teléfonos móviles muestra que un 17% de los habitantes de la zona comprendida entre La Rosaleda y Palma-Palmilla abandonan su zona por trabajo u otras circunstancias. En los municipios costeros, sin embargo, apenas hay movimiento.