Málaga

Si no es por ti, póntela por ellos

  • Los mayores malagueños piden que se haga un correcto uso de la mascarilla

  • Todos temen un nuevo confinamiento por los rebrotes

Mayores sentados en un banco de la calle Larios con sus mascarillas.

Mayores sentados en un banco de la calle Larios con sus mascarillas. / Javier Albiñana (Málaga)

La preocupación es evidente. Las cifras de nuevos contagios por coronavirus y brotes aumenta cada día, y los mayores sienten que son los más vulnerables. Todos ellos son conscientes de la importancia de cumplir con todas las medidas de seguridad, y coinciden de forma tajante en que usar la mascarilla al salir a la calle no es una opción, es un deber, a pesar de la incomodidad.

Las altas temperaturas y la constante humedad provocan aún más rechazo a utilizar la mascarilla, pero ellos insisten en que no hay excusa. De hecho, muchos ya optan por salir para lo estrictamente necesario, como realizar las compras diarias. Es el caso de Josefa Baena, que confiesa que solamente sale de casa para pasear y siempre lleva su mascarilla para prevenir el contagio del coronavirus.

Bien es cierto que desde que se impuso la obligatoriedad de llevar la mascarilla muchas personas se han concienciado de su uso. Al fin y al cabo es un gesto muy sencillo que puede salvar vidas. “Si no es por ti, póntela por nosotros. Piensa en los demás”, pide Francisco Vigo, de 60 años. El miedo al rebrote y a sus posibles consecuencias es la realidad que viven ahora mismo los más mayores, y es que muchos de ellos temen un nuevo confinamiento si no se cumplen con las normas de prevención.

No han sido unos meses fáciles para estos mayores. Josefa Jiménez venció al coronavirus tras estar internada y temer por su delicado estado de salud. Lo que en el pasado mes de marzo parecía ser un resfriado común, derivó en malestar general y picos de fiebre. Tras una semana sin presentar mejoría alguna tuvo que ingresar de inmediato. Y en efecto, Josefa Jiménez dio positivo por Covid-19. Hoy ella tiene la fortuna de poder contar su historia porque venció al coronavirus, pero por desgracia, muchos no podrán hacerlo. “Por eso me da tanta impotencia cuando veo a personas que no llevan la mascarilla en la vía pública”, confiesa Josefa.

Algo que indigna a los mayores es la mala utilización de las mascarillas. “He visto personas que llevan la nariz destapada, la mascarilla en la barbilla o en el codo. Otros directamente van sin ella”, admite José María Rojas.

Otra actividad que preocupa especialmente es la concentración de personas en las discotecas. “En esos espacios los jóvenes son muy inconscientes y esto puede desencadenar graves consecuencias”, cuenta inquieta Ana María García. Ninguno de ellos ha sido testigo aún de una multa impuesta por los agentes de la policía a los viandantes que no llevaban su mascarilla, por ello piden que se endurezcan las medidas y sanciones a los que infringen la ley.

La mayoría opta por no ir a las playas ni piscinas durante este verano, y soportan el sofocante calor en casa con los ventiladores o aires acondicionados. El temor a las masas y a las grandes concentraciones es algo que deberán ir superando poco a poco, pero que por el momento prefieren mantenerse cautos. “Es cierto que he visto a personas andar por la orilla de las playas y la mayoría paseaba con sus correspondientes mascarillas”, confiesa Ana María. “Yo solamente pido un poco de consideración, porque es una obligación tener puesta la mascarilla”, reclama Josefa Baena.

La mascarilla no es el complemento deseado por los malagueños durante el verano, pero su uso es totalmente necesario para conseguir frenar una pandemia que ha acabado con tantas vidas.

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