La presencia del crimen organizado, con grupos cada vez más violentos y complejas ramificaciones internacionales, es cada vez más frecuente en las salas de la Audiencia Provincial de Málaga. Su presidente, el magistrado Francisco Javier Arroyo Fiestas, advirtió ayer que empieza a ser "relativamente normal que los juicios duren de 10 a 20 días, en su mayoría por tráfico de drogas y contra grupos de delincuencia organizados y en algunos casos extremadamente violentos", dijo.
Este tipo de delitos genera contactos muy frecuentes con autoridades judiciales del resto de Europa y puso como ejemplo un juicio que se está celebrando actualmente y a la vez en Italia y en Málaga.
Cada mes llega a cada una de las cuatro secciones penales de la Audiencia una causa relacionada con el crimen organizado. En 2007 se abordaron unas 32 causas de este tipo y "va en aumento por el mayor esfuerzo de la Policía Nacional y la Guardia Civil".
La situación no es halagüeña, a juicio de Arroyo Fiestas, que no dudó en asegurar que "la delincuencia organizada maneja mucho dinero, mucho poder y mucha influencia y tiene tentáculos que llegan a donde sea, a jueces, políticos y policías", dijo.
Ante este panorama, el presidente de la Audiencia reiteró su reivindicación de que se creen juzgados especializados en delincuencia económica. "Hay fiscales y policías especializados, pero no jueces", dijo. Para Arroyo Fiestas, éste es el reto que debe abordar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) e implantar un sistema que ya funciona en otros países con sedes judiciales especializadas.
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