LOS equipos de campaña de ambos partidos se afanan estos días en poner chinas en el camino del rival. José María Martín Delgado y Francis Paniagua, por un lado, y Elías Bendodo y Gonzalo Padrón, por otro, juegan una partida de ajedrez, o más bien de damas, con el debate televisivo entre la omnipresente Magdalena Álvarez y la airada Celia Villalobos. Y parece que va a ser más difícil ponerlos de acuerdo que a Ferraz y Génova.

Los populares alargan todo lo que pueden las decisiones para poner nerviosos a los socialistas, ambos bajo la tutela de Fernández España, hombre fuerte del aparato. Pero finalmente se pactará realizar el debate en alguna facultad de la UMA, como pretendía el PSOE.

El nombre del moderador continúa en el aire, pero se da por hecho que será un hombre de las ondas, un profesional de lo audiovisual muy conocido en la ciudad y que es respetado por ambas partes, especialmente por Villalobos.

Mientras tanto, la ministra de Fomento sigue batiendo marcas y subiendo el listón del uso de las instituciones para provecho personal y político y de la utilización de los recursos públicos. Si se mira su agenda de las dos últimas semanas le ha faltado inaugurar la terraza de su casa, convocar a los medios para las reuniones de su comunidad de vecinos o anunciar que el AVE tendrá parada en el portal de cada malagueño. Sólo el Consejo de Ministros convocado por Zapatero obligó a la ministra a aparecer por Madrid, donde de momento sigue la sede oficial de su Ministerio.

La cabeza de lista popular, que ha estrenado vestido rojo en su cartelería, ha bajado el diapasón y la crispación que presidían sus actos últimamente. Es un cambio de talante orquestado por los veteranos de su equipo de campaña.

Quien sigue desaforada es la permanentemente tensionada Esperanza Oña, que afila sus armas para el debate con la consejera Rosa Torres, que ha mejorado mucho su discurso y sus maneras ante los medios. Tiene un buen profesional como asesor y eso acaba notándose. En ese duelo le espera alguna sorpresa desagradable a la confiada candidata popular.

En todo caso, está por ver si la campaña más femenina de la historia en Málaga no será también la más crispada. La rama feminista del electorado no se puede quejar por el gineceo del cartel. Por primera vez, cuatro mujeres en los cuatro puestos de salida de las listas generales y autonómicas por parte de los dos partidos, mientras, sorprendentemente, IU se ha quedado atrás con dos hombres.

la venganza

Hablando de actos de Magdalena Álvarez, sorprendió la ausencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en la recepción a su homólogo sevillano y a los dirigentes empresariales que vinieron a bordo de un Avant en lo que se pretendió un acto de hermanamiento. Pero el regidor ha sufrido tantos desaires de la ministra...