El día y la noche al mismo tiempo. Así es la situación que se vive en estos momentos en Ronda, donde la actividad aumenta en los comercios locales dedicados a la ropa y complementos y es prácticamente nula en los bares y restaurantes.

Los empleados ya trabajan en el interior de las tiendas preparando las estanterías, colocando cartelería y buena parte de ellos ya han colocado en el exterior otro cartel en el que anuncian que ya se encuentran abiertos con cita previa. Además, han añadido los teléfonos para que los clientes puedan contactar con ellos y así poder atenderles.

Las luces del comercio se han encendido, las persianas se encuentran a media altura y se espera que si finalmente la Serranía pasa a la fase 1 la próxima semana la actividad pueda incrementarse, aunque ya se pueden ver algunos clientes en los comercios locales.

Mientras tanto, en el sector de la hostelería las persianas siguen bajadas en su totalidad en la mayoría de los casos y no parece que muchos tengan la intención de abrir sus puertas aunque pudiesen instalar las terrazas. En estos días siguen aumentando los carteles en bares en los que se puede leer “se traspasa” para mostrar su desacuerdo con las condiciones impuestas por el Gobierno central para su vuelta a la actividad al considerar que llevarán a muchos de ellos a echar definitivamente el cierre de sus locales.

Aquellos que sí están pensando en abrir lo harán con equipos muy reducidos, ya que de otro modo creen que no podrían asumir los costes con una limitación para atender a clientes del 50%. “Empezaremos con un par de mesas, una persona atendiendo y otra en cocina”, explicaba uno de estos hosteleros.