Málaga

Una despedida con mucha alegría

  • El entierro del boquerón, que cumplía 25 años, recorrió por primera vez el Palmeral de las Sorpresas

La s despedidas suelen ir acompañadas de tristeza salvo cuando se trata de decirle adiós al carnaval. A pesar de que la fiesta se acaba y que ahora hay que esperar un año hasta que Don Carnal regrese a la ciudad, al entierro del boquerón, punto final en la capital malagueña, no le faltó ni una pizca de alegría ni de color. El desfile partió con cierto retraso desde la hora prevista, peor no parecía importar mucho al público que aún podía disfrutar de las actuaciones de la agrupaciones que habían formado parte del concurso de canto y que todavía se turnaban sobre el escenario colocado en la Plaza de la Constitución y en otros colocados en algunos puntos a lo largo de las calles del centro histórico.

Ya los tipos y los disfraces se habían rendido a la rutina, al día a día y la pragmatismo de poder actuar sin estar en encadenado a un maquillaje ni una figuración como se reclama en el teatro, pero ahora que se acababa la fiesta parecía imposible no imaginarse a esas personas con nombre y apellido unidas irremediablemente a sus alter ego que durante tres semanas han recreado personajes tan dispares tan dispares como un hombre bala, el arquitecto de una catedral o incluso un ácaro del polvo. Todos ellos sin límite ni competencia se juntaron y entremezclaron dando lugar a estampas que sólo son posibles en el carnaval. La comitiva de esta singular cabalgata fúnebre, que este año cumplía 25 años, iba presidida como no podía ser menos, por un boquerón que lucía varias tartas de cumpleaños recordando su cuarto de siglo de vida.

Este año había una novedad muy llamativa y es que el boquerón recorrió el Palmeral de las Sorpresas y la esquina del Muelle Uno, un enclave que logró vertebrar aún más la ciudad a través del carnaval. En la arena de la playa de La Malagueta, el ilustre pez fue quemado para que ya se pueda esperar a Doña Cuaresma.

Durante la mañana había tenido lugar la última cita gastronómica de las que rodeaban al carnaval. En la Plaza de la Constitución se celebró una boqueroná que congregó a un numeroso público.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios