La Policía Nacional ha desmantelado una organización dedicada a la adquisición, cultivo intensivo y distribución de marihuana entre España y otros países de la Unión Europea, la cual utilizaba viviendas en alquiler en distintas localidades de la provincia de Málaga para tener los cultivos de interior. Así, siete personas han sido detenidas. El Juzgado de Instrucción número 3 de Fuengirol es el que lleva el caso y decretó el ingreso en prisión de todos los arrestados.

Están investigados por los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, defraudación de fluido eléctrico, falsedad documental, tenencia ilícita de armas e infracción al Ley de extranjería, informó este jueves la Comisaría provincial. Los investigadores realizaron seis registros en viviendas de alquiler, de las que cuatro estaban completamente transformadas en cultivos indoor y una quinta era almacén de la droga. En total, han sido aprehendidos 73 kilogramos de cogollos de marihuana dispuestos para su distribución y 1.014 plantas con un peso bruto de 400 kilogramos, dos pistolas -semiautomática y simulada- y cuatro vehículos.

La investigación fue iniciada a comienzos del mes de mayo, cuando agentes de las comisarías de Fuengirola y de Torremolinos tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes entre España y diversos países de la Unión Europea. Supuestamente, el grupo adquiría importantes partidas de marihuana de proveedores locales.

Para esta práctica, presuntamente la red contaba con una importante infraestructura de viviendas alquiladas, que eran utilizadas y preparadas para distintos fines –base de operaciones, guardería de las sustancias estupefacientes y cultivos indoor–. Tras numerosas vigilancias, el 25 de octubre, los investigadores observaron maniobras que hicieron sospechar sobre el transporte de una partida de marihuana, por lo que establecieron un dispositivo para interceptar la mercancía.

Cuatro casas reconvertidas en almacenes

La Policía detuvo a los conductores de dos vehículos implicados en el transporte de la droga. Uno portaba la mercancía y el otro vigilaba. Esto precipitó la explotación de la investigación, para lo que fue necesaria la entrada a los domicilios vigilados en Torremolinos, Mijas, Vélez-Málaga, Alcaucín y Málaga. Se efectuaron seis registros en viviendas alquiladas por la red, que convirtió cuatro de ellas en cultivos indoors y otra más en lugar de almacenaje de la droga.