Málaga

Casi 900 días esperando una operación

  • Un paciente denuncia que ése fue el tiempo transcurrido desde su derivación por el Hospital Costa del Sol hasta su intervención en el Clínico Reclama más medios para Cirugía Vascular

Exactamente 879 días. Eso fue lo que esperó Gonzalo Fortes para una operación. Ya ha pasado por el quirófano y la obstrucción que tenía en una arteria de la pierna izquierda se ha solucionado, pero sale a la palestra para que se pongan más medios en Cirugía Vascular, especialidad en la que asegura que las listas de espera son "desorbitadas".

En 2010, Fortes fue a su médico de cabecera en Mijas, donde reside. Le dolía una pierna. Su facultativo lo envío al Hospital Costa del Sol. Allí, el 12 de mayo de 2011 lo derivaron al Clínico, el único hospital de la provincia que cuenta con un servicio de Angiología y Cirugía Vascular. Los especialistas lo vieron en un par de ocasiones y cada vez que acudía a consulta le daban cita para dentro de seis meses. Mientras tanto, el dolor le impedía caminar poco más de 100 metros. Para él, que hace mucho deporte, era un suplicio. El 18 de junio de 2012, fue por tercera vez al Clínico y le dieron cita para un año. "El pie ya lo tenía medio negro por falta de riego sanguíneo", explica.

Volvió entonces al Hospital Costa del Sol. Allí, el 18 de septiembre de 2012 lo derivaron por segunda vez al Clínico. Desesperado, se plantó en el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de este hospital donde logró que lo viera un especialista. Este certificó que sufría "enfermedad arterial periférica con claudicación severa invalidante por oclusión". Es decir, que tenía una obstrucción que impedía la irrigación sanguínea normal. El facultativo prescribió una arteriografía y un cateterismo para intentar que la sangre le llegara con normalidad al pie. Los médicos lo intentaron el 8 de febrero de 2013, pero fracasaron. Concluyeron que la obstrucción solo podía resolverse en el quirófano.

La pierna le seguía doliendo y el color ennegrecido confirmaba que su circulación no era correcta. Fortes probó entonces la vía epistolar. En mayo de 2013, elevó quejas a la gerencia del Clínico, a la Delegación de Salud y a la Consejería. En sus escritos manifestaba que tenía "peor calidad de vida" y "la intranquilidad de que cuando me den cita, la intervención que necesito quizás llegue tarde y me tengan que apuntar la pierna". Además, esgrimía que si el Hospital Costa del Sol contara con la especialidad no solo se aliviarían las listas de espera del Clínico, sino que se evitarían desplazamientos a los enfermos. "Si un paciente tiene que venir de Manilva al Clínico, tiene que hacer 100 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta", reflexionaba ayer. Finalmente, logró saber que su historial se había extraviado. Aportó toda la documentación y se reconstruyó. Por fin fue operado el 8 de octubre de 2013. Para el Clínico, el problema ya está resuelto porque el paciente está intervenido y de alta.

A finales de 2013, pese a estar ya intervenido, Fortes escribió a las altas instancias del SAS para informar que a causa de la "demora tan desorbitada" estuvo a punto de que le amputaran la pierna. Volvía a reivindicar la especialidad de Cirugía Vascular en la Costa del Sol para acercar la asistencia a los 500.000 habitantes de esa parte de la provincia.

En la respuesta, de febrero de 2014, la Dirección de Asistencia Sanitaria y Resultados le aclaraba que su patología no estaba dentro del decreto que establece un plazo máximo de 180 días para una intervención por lo que era una operación sujeta a la priorización de pacientes "más urgentes". Fortes admite que quizás haya enfermos más graves con riesgo vital, pero insiste en que "también es importante no perder una pierna". Además, vuelve a reclamar Cirugía Vascular para el Costa del Sol, a denunciar la saturación de la especialidad en el Clínico y a ponerle voz al "calvario" que sufren los enfermos debido a las demoras, al margen de que estén o no incluidos en los decretos o de cuándo son inscritos formalmente en una lista de espera. Porque reitera que la espera para el paciente cuenta desde que empieza a sufrir.

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