educación

Tres días en los que se juegan su futuro

  • Las Pruebas de Evaluación para el Acceso a la Universidad, la antigua Selectividad, arrancaron ayer con casi 7.400 alumnos y ninguna incidencia destacada

  • Los nervios no faltaron

álvaro iba comiendo su bocadillo de jamón junto a su compañero Pablo. Los dos escuchaban atentamente a Javier, que era el que hablaba mientras caminaban de vuelta a la Facultad de Medicina. Relataba uno de los temas de Historia, el hueso más duro de roer y una de las máximas preocupaciones de los casi 7.400 alumnos que este año estaban inscritos para realizar las Pruebas de Evaluación para el Acceso a la Universidad, la antigua Selectividad. El trío, alumnos del colegio privado El Pinar, habían tranquilizado sus nervios después del primer examen, el de Lengua y Literatura que, según parecía, dejó con buen sabor de boca a la mayoría.

"Ha caído Historia de una escalera, una obra de teatro de Buero Vallejo y un texto periodístico, un editorial de El País, creo que nos ha salido bien", decían los chicos. Para Javier ayer comenzaba su segunda experiencia en estos exámenes en los que no hubo incidencias destacadas más allá de los típicos nervios y los usuales fallos al colocar pegatinas, olvidos de firmas o un alumno que se equivocó de tribunal. Javier quiere ser piloto militar como su padre y la nota de corte se quedó el pasado año en un 11,9. Su brillante 11,2 no fue suficiente para entrar y se ha estado preparando durante el curso en una academia para poder subir nota. "Parto de cero y tengo que sacar prácticamente todo 10, vengo bastante presionado", reconocía. Su amigo Álvaro, sin embargo, quiere entrar en Derecho y las exigencias son menores. "Pero me tengo que presentar a Latín, porque es obligatoria de modalidad de Humanidades y la materia la llevo tirando, a ver si son buenos con los textos", reclamaba. Junto a sus compañeros aseguraba que la noche anterior había sido la peor de todas. "Crees que se te ha olvidado todo", comentaban sin mucho miedo al siguiente examen, el de Inglés, "el más fácil para nosotros".

Andrea Rubio, Marta Burgos y Paula Martín repasaban con el libro en sus rodillas. Son alumnas del instituto Santa María de los Ángeles. "No estaba tan nerviosa esta mañana [por ayer], es más el miedo a que se olvide algo", señaló Andrea. "Y también la intranquilidad por lo que te van a preguntar, porque no todo lo llevamos preparado de la misma manera", agregó Paula. Después de acabar las clases, tan sólo han tenido una semana, eso sí, de estudio intenso. "Aunque no se puede abarcar todo", indicaban. El primer examen les resultó "más fácil de lo que pensábamos" aunque la gramática "ha sido un poco liosa", relataban. Historia, ya sería otra cosa.

Andrea quiere estudiar Enfermería y la nota de corte se quedó en un 10,6 el pasado curso. "Tengo que sacar una media de notable para llegar al 10,8 que necesito como mínimo", explicó. Paula se debate entre Bioquímica, para la que necesitaría más de un 11, y Enfermería también. "Te la juegas todo a un día, si has pasado una mala semana o tienes algún problema puede resultar fatal", decían las compañeras. Y Paula apuntaba que "en este examen no se ve reflejado el trabajo de todo el año, debería de bastar la media de Bachillerato y Ciclos y estar valorado sobre 10".

Sin embargo, para Luis Palomo, un veterano que ya ha llevado a 28 promociones a Selectividad desde que entró como docente de Química en el IES Sierra Bermeja, esta prueba "unifica criterios de evaluación, todos se examinan por igual y tiene que demostrar lo aprendido, vengan de un centro público, concertado o privado". Eso sí, ayer reconocía que "ahora vienen más presionados que antes, que bastaba con aprobar, el nivel de exigencia es mayor y en tres días se juegan su futuro, para ellos es muy importante este examen, es su vida y se han estado un año entero preparando para ello". También subrayó que "hay carreras prohibitivas a las que solo la élite puede acceder y no creo que para ser buen médico, por ejemplo, tengas que ser brillante el todas las asignaturas de Bachillerato".

Por los comentarios escuchados, Luis sabía que "Historia les trae de cabeza", indicaba y señalaba que "hoy [por ayer] he visto a la gente muy contenta, el primer examen no ha sido difícil". Tampoco lo fue el segundo, el de Inglés, para Pablo Moreno, de Maristas. "Ha sido como se esperaba, no ha habido un exceso de dificultad con respecto a otro año", expresaba con absoluta corrección. Quiere estudiar Ingeniería de la Energía y un 5 le basta, más aun llevando una media de 9,7. Pero él optará, como siempre, a sacar la máxima nota posible. "Historia es lo peor porque el contenido de las preguntas cortas es muy abierto, abarca desde los Reyes Católicos hasta la crisis del 98", comentaba.

Su compañera María Caballero revisaba sus apuntes coloreados para "afianzar conceptos" echando mano de su memoria fotográfica. El franquismo era para ella su tema tabú, por largo, decía. Y sus favoritos, la transición y Primo de Rivera. "Depende mucho de la carrera elegida pero desde el colegio creemos que han trabajado bien durante el curso y que vienen preparados, tenemos confianza", decía su profesora de Inglés, María José García. Sus recomendaciones ya las habían puesto en práctica. Mantener la calma, repasar y cuidar la presentación. En poco tiempo se enfrentarían a los dos temas a desarrollar de Historia. Al final cayó la creación del Estado franquista y la Revolución liberal en el reinado de Isabel II.

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