La noria del puerto de Málaga, que se alza en Muelle Heredia, seguirá marcando la estampa visual de la capital al menos otros 142 días. Este es el periodo de prórroga que le ha concedido la Autoridad Portuaria a la promotora de la instalación, Mederyt. Esta ampliación, a sumar a la otorgada hace ahora casi seis meses, hará que la empresa alcance el tope máximo de tres años que permite la legislación por medio de la autorización. Lejos de la polémica de los primeros meses de actividad, en los que vecinos residentes en los inmuebles de la zona reclamaron su retirada por afectar a su intimidad, el funcionamiento de la estructura, de 70 metros de altura, discurre con normalidad. Eso sí, con menos oferta de la que tenía en su origen después de que la empresa retirarse 21 cabinas (la mitad) con el fin de racionalizar sus costes.

Los 142 días que ahora se añadirán a la cuenta de la noria pueden entenderse como un especie de cuenta atrás en la que Mederyt trate de convencer al Puerto, esquivo en este asunto, y al Ayuntamiento, de la idoneidad de dar un paso más y apostar por una noria permanente. La aspiración de la firma se remonta a mediados de 2016, cuando por vez primera puso sobre la mesa los planos, diseñados por el arquitecto Jerónimo Junquera (el mismo que dio forma al Palmeral de las Sorpresas), de una ambiciosa operación que incluía, además de una noria de 100 metros, un aparcamiento subterráneo con 250 plazas y una gran plaza ciudadana. Todo con un valor estimado de 40 millones de euros.

La empresa apuesta por el plan A, cuyo coste puede rondar los 40 millones

El paso del tiempo ha venido a silenciar la iniciativa pero no a enterrarla. Y de ello da muestra Santi Sardá, representante de Mederyt, quien insiste en su apuesta por ir adelante con esta actuación. "Hace unos días, en el MIPIM, hablé con el alcalde y con Pomares (en referencia al concejal de Ordenación del Territorio) y todos están informados de que estamos trabajando en el proyecto", explicaba Sardá a Málaga Hoy.

Frente al aval cierto del Consistorio, que ve en esta iniciativa una oportunidad de regeneración de la entrada de la zona portuaria, en el Puerto se observa con recelo. Principalmente por la incidencia que la misma, en su configuración original, tendría sobre la actividad portuaria y, sobre todo, sobre el tráfico rodado. Una circunstancia que ha llevado a la promotora a diseñar "un plan B".

"Hemos hecho un plan B", decía Sardá, quien precisaba que la misma omitiría dos de los elementos del proyecto inicial: la plaza ciudadana y el parking soterrado. Con la consiguiente reducción de los costes, que podrían rebajarse a unos 20 millones. Una de las peticiones realizadas por el Puerto y atendida en esta solución alternativa es la de fijar la rampa de subida hasta la noria por la parte izquierda del edificio de la Autoridad Portuaria, de manera que contactase con el Palmeral de las Sorpresas.

A pesar de haber elaborado esta opción, el deseo de Mederyt es "el plan A". "Pensamos en ciudadanos y la plaza ganada permitiría hacer espectáculos al aire libre; Málaga tiene el aire libre como muy preciado pero no tiene sitios para hacer cosas", insistió. Sea como fuere, que una u otra iniciativa sean realidad necesitará aún de años y de un acuerdo global.

Es por ello que Sardá asegura que cuando se agote la autorización actual solicitará la concesión sobre el espacio ahora ocupado por la noria. "Tenemos el objetivo de la noria definitiva y mientras tanto lo lógico es no tocar la que hay; habrá que ver la concesión aunque sea para dos o tres años años", expuso.