Daniel Díaz lleva un año estudiando diariamente. Cada día, un especialista le enseña en clase a ser docente de futuros conductores: quiere ser profesor de autoescuela. Pero antes debe superar varios exámenes. El martes hizo el primero y se llevó una sorpresa, porque había preguntas relativas a un temario que, según él, corresponde al segundo examen, que deben hacer dentro de seis meses. Ese día sólo aprobó una persona. Al día siguiente, el examen fue "prácticamente el mismo", según contaban él y otros muchos examinados, pero la dificultad hizo que sólo otra docena de personas lo superara. Se presentaron 1.500. Ayer, ante el endurecimiento de los exámenes -algo que reconoció la propia jefa provincial de Tráfico, Trinidad Hernández, en una entrevista en la Ser- un centenar de aspirantes a profesor de autoescuela se manifestó ante las puertas de la nueva sede de la Jefatura Provincial de Tráfico. Los convocantes de la protesta alegaron que preguntas en las que consistía el examen no correspondían con el temario de la oposición publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Según los manifestantes, entre las cuestiones planteadas figuraban preguntas como "¿A qué velocidad circula una calesa?" o "¿Cuándo se pasan los efectos del LSD?", asuntos que no eran objeto del examen. El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha reconocido que algunas preguntas eran "raras" y ha anunciado que se estudiarán las reclamaciones de los afectados para buscar una solución y "un punto de equilibrio". "La gente no se queja de vicio, hay muchas reclamaciones", ha insistido.

Al grito de "tongo" o "la DGT no has robado", los manifestantes malagueños quisieron poner de manifiesto su descontento. "Queremos reclamar que nos repitan el examen. Hemos invertido un año de estudio y unos 3.000 euros en las clases y es increíble que nos pongan preguntas de un temario que no corresponde, añadía otro aspirante, Carlos Fernández.