Elecciones Andalucía

La sanidad malagueña en elecciones y más allá

  • Los grandes retos son el nuevo Regional, la apertura al 100% de los hospitales de Cártama y Benalmádena y la recuperación de las plantillas

Personal sanitario trabajando en un laboratorio.

Personal sanitario trabajando en un laboratorio. / Javier Albiñana

La sanidad pública es uno de los pilares del estado de bienestar. Siempre está en la marejada política. Unos arremeten contra las listas de espera, las infraestructuras comprometidas que nunca llegan o tardan demasiado y las plantillas cada vez más cortas. Otros defienden el carácter universal de un sistema que es la joya de la corona, que asume las intervenciones más complejas y caras y que, con el esfuerzo de sus profesionales, lucha por mantener la calidad pese a los recortes de los años de crisis. Y entre unos y otros, los ciudadanos; usuarios del sistema y electores de quienes lo diseñan y gestionan.

Las aguas hace tiempo que están movidas. Porque Málaga tiene las ratio de cama de hospital más bajas de Andalucía, porque la provincia sale siempre mal parada en las listas de espera y porque necesita un gran empujón a sus infraestructuras sanitarias.

Sindicatos exigen a los partidos 60 millones para la sanidad malagueña en los presupuestos andaluces de 2019

Ya a finales de junio hubo una manifestación por la sanidad pública malagueña que congregó a más de 2.500 personas clamando por un nuevo Hospital Regional y más inversiones en la provincia. Iba a haber una segunda marcha el 30 de octubre pasado. Pero, a las puertas de una campaña electoral y cuatro días antes de la manifestación, la Delegación de Salud convocó un viernes por la tarde a los sindicatos. Se comprometió por escrito a mejoras largamente esperadas. A saber: licitar la redacción del proyecto del nuevo Regional antes de fin de año, remodelar luego el Carlos Haya para enfermos crónicos, destinar 12 millones para rescatar la concesión de la ampliación del Costa del Sol que está bloqueada, completar la obra del Chare de Benalmádena, poner en funcionamiento al 100% el Hospital del Guadalhorce y mejorar la infraestructura sanitaria de la zona este de la capital.

A cambio, CCOO, CSIF, Satse, Sindicato Médico y UGT aplazaron la manifestación. Le dieron una tregua a la Administración sanitaria precisamente en vísperas del inicio de la campaña electoral. Sin embargo, el Sindicato Médico y el colectivo Basta Ya mantuvieron la presión con una huelga de facultativos de centros de salud que empezó con paros parciales y se ha endurecido a jornadas completas. Con esta protesta reivindican mejoras que en algunos casos llevan enarbolando desde hace casi dos décadas, como la demanda de 10 minutos por paciente.

Los sindicatos son integrantes de la Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública Malagueña y la decisión de aplazar la manifestación molestó a otros miembros de esa coordinadora. Tanto, que se partió. Aunque el aplazamiento fue duramente criticado por un sector de la Plataforma, éste admitió “el mérito” de las cinco organizaciones sindicales de haberle hecho reconocer por escrito a la Delegación “las carencias” de la sanidad pública malagueña.

Pero los cinco sindicatos no se quedaron ahí. Ahora están presentando el llamado Documento de compromiso por la mejora sanitaria de Málaga a los partidos políticos para que se comprometan a las mejoras que necesita la provincia de cara a corregir las carencias reconocidas por la Delegación. El texto fija plazos. El matiz es importante si se tiene en cuenta que en 2008 Salud prometió un gran hospital que tardaría seis años, que no se hizo, que se cambió luego por un nuevo Regional y aún no hay ni proyecto. O que la Consejería prometió que el del Guadalhorce estaría en funcionamiento hace 10 años y sin embargo todavía no tiene quirófanos ni hospitalización.

El documento de compromiso que los cinco sindicatos pretenden que rubriquen las formaciones políticas incluye destinar una partida de 60 millones de euros en los Presupuestos autonómicos de 2019 para la construcción de nuevas infraestructuras, remodelación de las actuales y adecuación de plantillas. Y poner al 100% todos los recursos sanitarios de la provincia también el año que viene; entre ellos el Hospital del Guadalhorce, el de Benalmádena, la remodelación del Marítimo y la apertura de todas las plantas cerradas. Y construir un nuevo Regional con 700 camas añadidas a las del Materno y el Civil. Y reconvertir el actual Carlos Haya para pacientes crónicos sin pérdida de camas. Y una infraestructura sanitaria en la zona este de la capital similar a lo que es actualmente el Chare del Guadalhorce, que tiene urgencias y consultas externas, pero no quirófanos ni ingresos. Y la contratación de unos 2.500 profesionales. Y que los partidos se comprometan a ejecutar estos puntos si son gobierno o a exigirlos si son oposición.

Los sindicatos ya han mantenido contactos con algunos partidos que se han comprometido a cumplir esos puntos; aunque aún falta su rúbrica. Quedan pendientes encuentros de las organizaciones sindicales con otras formaciones. Al margen de la campaña y de quién sea el mérito de arrancar compromisos por escrito, lo importante es que lo prometido por los políticos no quede en papel mojado tras las elecciones del 2D.

Lo importante es que los compromisos se conviertan en realidad; que, gobierne quien gobierne, afronte con inversiones y plazos las carencias sanitarias de la provincia y que los malagueños no tengan que esperar hasta el infinito... y más allá.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios