El particular annnus horribilis en el que se convirtió 2020 para la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) como consecuencia del Covid tiene una traslación clara en los números económicos de la entidad al cierre del ejercicio. Conforme a lo recogido en las cuentas de la sociedad pública, las pérdidas acumuladas superan levemente los 10,6 millones de euros.

Un valor era esperado dado el comportamiento de la demanda de pasajeros desde marzo en adelante. Tras unos dos primeros meses con nula incidencia de la pandemia, el resto de mensualidades está marcada a fuego por la crisis sanitaria, con un desplome evidente en las cifras de viajeros. Muestra de ello es que 2020 cerró con 25,8 millones de usuarios, un 45% menos que 2019.

Y ello tiene un efecto contundente en la cifra de negocios de la empresa de autobuses, que de los 34,8 millones de 2019 pasó el año pasado a algo más de 28,4 millones de euros. En la misma medida en que caen los ingresos, se incrementa la aportación a la que se ha visto obligado el Ayuntamiento para compensar el déficit. En este sentido, las cuentas recogen una inyección municipal de 29,62 millones de euros. De esta suma, 10,9 millones se corresponden con los programas destinados a rebajar el coste del servicio para colectivos como jubilados o parados, y los otros 18,7 millones con la aportación para cubrir pérdidas.

Los números rojos de la entidad, no obstante, se ven amortiguados por una política de contención de gastos importante. En este sentido, en el documento se precisa que la aplicación de un ERTE a unos 200 trabajadores permitió unos ahorros en gastos de personal de unos 4 millones de euros. Por otro lado, se detalla que la aplicación de medidas anti-Covid en este intervalo obligaron a unos gastos extraordinarios valorados en unos 234.000 euros.