Málaga

"He entregado más de 250 currículos y no he conseguido una sola entrevista"

  • Tres extranjeros, Sabin Peiru, Ekaterina Popova y Mario A. Taglio narran su experiencia

Estar lejos del país de origen y de los seres queridos es, posiblemente, uno de los trances más duros por los que puede pasar una persona. Si, además, se está en el paro y no se encuentran soluciones a las que agarrarse, la situación se complica. Si el inmigrante en cuestión tiene dificultades para hablar el español y, por tanto, entenderse con los demás y poder expresarse, la desesperación puede ser suprema.

Ekaterina Popova es rusa y, aunque está casada con un español, tiene el acento ruso tan marcado que en ocasiones cuesta entenderla. Explica a este diario que llegó a España hace nueve años y conoció a su pareja hace seis. Tiene 57 años y estuvo cuidando a una señora mayor hasta que ésta falleció en febrero, quedándose en el paro. No estaba dada de alta por lo que no le ha quedado ningún tipo de prestación social. Su marido está jubilado y los dos viven con esa pensión. Popova intenta no desanimarse, pero no es fácil. "Estoy buscando trabajo en otra casa pero no encuentro nada. Voy continuamente a las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) pero siempre me dicen que no hay nada", señala.

La situación del rumano Sabin Peiru no es más agradable. Asegura que lleva dos años en paro y justo este mes se le termina la ayuda de 426 euros. Su mujer trabaja pero sólo cobra 450 euros y tienen tres hijos a los que tendrán que mantener con esa mínima cantidad una vez que Peiru pierda la ayuda. Trabajó en un desguace, como mecánico y como camionero durante ocho años y, aunque intenta encontrar un trabajo en esas especialidades, es tal el agobio que ya "busco lo que sea". Peiru explica que está "echando currículos todos los días y en todos sitios pero me dicen que no hay trabajo. Tengo muchas letras por pagar, deudas y sólo se consigue un empleo si tienes un enchufe", afirma entre enfadado y resignado.

Mario Antonio Taglio es un arquitecto técnico de origen suizo que lleva en España desde el año 2005. Tras pasar por numerosas provincias se asentó hace un año en Benalmádena, aunque lleva desde el mes de mayo sin conseguir trabajo. "Sin exagerar he entregado más de 250 currículos y no he conseguido ni una sola entrevista ni una llamada. El tema del paro se acentúa más en mi caso porque voy para los 52 años", explica. Por todo ello busca empleo en la construcción y en otras vertientes, como es el caso del mundo del deporte y el turismo, puesto que también ha trabajado como técnico en esas dos áreas.

Asimismo, asegura que el ser de origen extranjero, aunque está nacionalizado español desde 2007, no le ha perjudicado a la hora de encontrar empleo, ya que reconoce que la situación laboral es complicada para todos. "Ahora mismo lo más importante es trabajar", ultima.

Estar en el desempleo no es agradable para nadie, máxime si se tiene una familia a su cargo o si se cuenta con una edad en la que ya es difícil encontrar un puesto de trabajo. Ekaterina, Sabin y Mario Antonio no pierden de todas formas la esperanza pues, antes o después, la crisis terminará, se volverán a realizar contrataciones y los tres están contentos con el nivel de vida en España. No obstante, como el resto de españoles en paro, tendrán que aguantar el tirón como sea.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios