El que puede considerarse el proyecto estrella del Puerto de Málaga en el medio y largo plazo, la construcción de un hotel junto a la estación de cruceros del dique de Levante, avanza. La reciente modificación de los periodos concesionales acordada por el Gobierno central, que abre la puerta a extender de 35 a 50 años la explotación de un establecimiento de estas características, ha removido el interés de grupos inversores en esta intervención urbanística. Tanto es así que en los últimos meses son tres los actores que han mostrado a la Autoridad Portuaria su disposición a estudiarla. Uno de ellos de origen nacional, otro ruso y un tercero, un fondo de inversión procedente del Golfo Pérsico.

Representantes de este último estuvieron hace unos días presentes en las dependencias portuarias, analizando la cuestión con el presidente del organismo, Paulino Plata. El grupo, que incluso se trasladó a pie hasta los suelos sobre los que se plantea el lujoso establecimiento, podría estar dispuesto a desembolsar una importante inversión para su desarrollo, según indicaron a este periódico fuentes próximas.

En este escenario, y dado el deseo del propio Puerto por poner en el escaparate las bondades de esta iniciativa, la institución trabaja en la elaboración de un cuaderno de ventas. El documento integrará todos los datos relacionados con los periodos de concesión posibles, los trámites que han de cubrirse, la superficie del terreno, la edificabilidad que se permitiría en la misma, entre otros detalles. Todo ello tiene como finalidad "que los que se interesen por el proyecto puedan tener en una simple lectura la información más completa". No sólo para los que acudan a la capital de la Costa del Sol atraídos por esta potencial inversión, sino también a los que el Puerto pueda remitir el cuaderno.

El escenario queda mucho más expedito para poder materializar esta actuación tras la decisión del Ejecutivo nacional de aprobar el Real Decreto-ley 8/2014, de 4 de julio, de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia. El mismo incorpora medidas en el ámbito portuario que modifican el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante dirigidas a la mejora de la competitividad y la conectividad terrestre de los puertos de interés general. El aspecto de mayor relevancia, al menos en lo que compete al proyecto del hotel del dique de levante, es que se incrementa el plazo de las concesiones demaniales portuarias, elevándolo al límite máximo de 50 años.

Esta extensión del plazo es de suma importancia, puesto que tanto los responsables portuarios como las empresas que tiempo atrás se interesaron por la iniciativa ponían como un handicap mayúsculo el que la concesión fuese de apenas 35 años. Un periodo escaso en el que rentabilizar una inversión que, en función de las condiciones finales de la edificación, podría elevarse a 80 o 100 millones de euros, según expertos consultados.

Estos no son los primeros pasos que el propio Puerto da en el objetivo de impulsar este hotel. Muestra de ello es que ya a principios de este mismo año encargó a una empresa especializada un informe para determinar la viabilidad real de un proyecto de estas características. Entre las conclusiones de mayor calado estaban que para tener vía libre el edificio tenía que convertirse en sí mismo en un emblema de la Costa del Sol y tenga tras de sí "una firma" relevante desde el punto de vista arquitectónico. A ello se añadía la necesidad de que a los usos de hospedaje sumase otros como los de casino y restauración de nivel.

La consultora Instituto de Análisis Inmobiliario fue la encargada de redactar el citado informe, de 64 páginas, subrayaba el valor de considerar "que el proyecto se fundamenta en la peculiaridad del edificio, su carácter único en la ciudad y la capacidad representativa en el ámbito internacional para atraer personas y eventos del más alto nivel". Los números expuestos, sobre el planteamiento del primer año de funcionamiento, indican el hotel-rascacielos permitiría un beneficio neto de 19,9 millones de euros en el caso de un hotel de cinco estrellas y de 9,1 millones si se optase por las cuatro.