Málaga

Los espetos ganan el debate al ladrillo

  • En el Distrito Este, los bañistas que llenan las playas, especialmente los domingos, son ajenos al problema que rodea a muchos de sus vecinos con sus viviendas · Algunos dicen no haber escuchado hablar del tema

Donde se ponga un buen espeto de sardinas un día de playa, si es domingo mejor, que se quite cualquier debate árido. Y menos con tintes políticos. Ciertamente, en las calas del distrito Este, sobran los motivos para sonreír. La realidad, ayer mismo, es que a pie de arena la problemática que rodea a muchos de los vecinos de la zona con sus viviendas es totalmente ajena. Algunos dicen ni haber oído hablar de derribos. Entre los afectados, existe "incertidumbre", "indignación", pero también "guasa". Al menos los chiringuitos siguen siendo un buen oasis donde refugiarse de los berrinches de los calores del verano.

"¿Quien quiere derribar las casas?" Pregunta un camarero, de nacionalidad argentina, de una de las terrazas de Pedregalejo. Más cerca del problema imposible, pero también ajeno. La Demarcación de Costas, dependiente del Gobierno de España; la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga tampoco se ponen de acuerdo en quién es la administración que realmente quiere tirar casas en el distrito Este. Pero todos los políticos, da igual el color, hablan de derribos y de la necesidad de proteger viviendas. A pie de calle no todos se enteran de la película, los bañistas desde luego que hacen oídos sordos. Los afectados que siguen perplejos el culebrón político del verano lo hacen a través de los medios de comunicación.

Herminia Salido, de la popular Hamburguesería Mafalda, confirma que "nadie habla de problemas urbanísticos", mientras sirve un par de camperos a dos chicas orientales. Aún no son las 14:00, cuando los clientes llegarán en masa, pero todo está dispuesto para que empiecen a salir bocadillos en cadena. Las calas de Pedregalejo y El Palo parecen piscinas llenas de gente y divisar la arena de la playa entre tanta sombrilla resulta complicado. No hay sitio para tumbarse ni en las isletas de césped, que sirven de base a las palmeras que se levantan junto al paseo marítimo. Esta imagen explica por qué es tan complicado aparcar el coche. Pero Salido, que también es vecina de la zona, no sólo comerciante, confirma la inquietud que durante la semana pasada hicieron pública distintos colectivos vecinales afectados. "La mayoría de afectados no hemos sido informados de lo que va a ocurrir realmente", lamenta.

Pero cada ciudadano se toma los problemas a su forma. Salvador Berrocal, por ejemplo, se ríe. "Cuando éramos chavales y decían que iban a hacer la carretera nueva por encima del arroyo Jabonero decíamos que la aguantarían con cañas y han tardado 70 años en hacerla, con las casas pasará igual. Ahora con la crisis dónde nos van a meter a tanta gente", ironiza este vecino de calle Jábega, vía situada en tercera línea de playa en Pedregalejo. Berrocal considera que todo es una "pelea política" y augura que la "solución definitiva tardará décadas en llegar".

Mientras la polémica seguirá en los despachos porque la Ley de Costas recoge que no puede haber edificaciones a menos de 100 metros de la orilla, salvo que tengan una protección para mantenerlas, como ser declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), y en el distrito Este muchas están actualmente fuera de la legalidad.

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