El ex alcalde de Estepona, Antonio Barrientos, quien fuera detenido hace ahora casi trece años en el marco de la operación Astapa, estalla y carga de manera contundente contra la Fiscalía y la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional) por la labor que vienen realizando en esta causa judicial. 

El malestar acumulado a lo largo de todos estos años ha quedado patente este lunes en la primera comparecencia pública que protagoniza el ex regidor socialista tras su arresto. En la misma, ha denunciado la negativa de la Fiscalía a aceptar su petición para que se desarrolle una instrucción suplementaria "sobre supuestas irregularidades en la investigación" en Astapa y la posible implicación de ex comisario Villarejo.

Una vinculación que da casi por segura al subrayar que "presuntamente, se hizo con el control absoluto del urbanismo en Estepona" tras su detención y ello con la anuencia del que también fuera alcalde socialista David Valadez, a quien se le atribuye la denuncia que dio origen a la investigación policial. De él incluso afirma que fue "un muñeco en manos de Villarejo".

De manera precisa, lo que Barrientos solicitó fue la toma en consideración como parte de la causa de la que es el principal afectado de los testimonios conocidos en el marco del caso Tándem, en el que ex comisario es investigado. En los mismos, según ha expuesto, se relaciona a Villarejo con la trama de presunta corrupción urbanística destapada en la localidad costasoleña.

Ante la demanda, el fiscal, en un escrito remitido al juzgado de instrucción número 1 de Estepona, fechado el pasado 8 de marzo, reitera su postura contraria, al entender que "una vez cerrada la fase de instrucción y habiendo adquirido firmeza el auto la apertura de juicio oral el juzgado instructor carece de competencia funcional para practicar u ordenar nuevas pesquisas". 

"Resulta increíble que, por parte de quien tiene la obligación de investigar los hechos para su esclarecimiento y de velar porque se respete la ley se pretenda, de un lado, hurtar al órgano que tendrá que enjuiciar el caso circunstancias que podrían ser determinantes en su génesis y desarrollo; y de otro, privar a los acusados, presuntos inocentes, la posibilidad de proponer la prueba de descargo que pueda ayudar a acreditar que no cometieron ningún delito", ha afirmado.

A su juicio, en todo este proceso, el Ministerio Fiscal "ha hecho  dejación de funciones", al limitarse "a hacer seguimiento de la UDEF". En este punto, incluso, ha hablado de la existencia de "condescendencia por desconocimiento de la causa" por parte de los jueces de instrucción que han estado vinculado a este caso. Concluyendo: "De facto ha sido la UDEF la que ha llevado la instrucción del procedimiento". 

Barrientos se ha mostrado como víctima de una investigación plagada de anomalías y ha tratado de limpiar su imagen tras el "linchamiento" al que se ha visto sometido durante años. "Siempre dije que al final se sabrá que Antonio Barrientos fue un alcalde limpio y decente, que luchó con uñas y dientes para defender los intereses de Estepona; pude meter la pata pero nunca la mano", ha afirmado.

Ha recordado que durante años remitió a la Fiscalía denuncias de posibles irregularidades en el Ayuntamiento, sin que las mismas fuesen tomadas en consideración. El ex alcalde ha justificado también este paso adelante en la deuda que tiene con mucha gente que ha estado a su lado y con su hijo, de casi 6 años. "Quiero que sepa que su padre fue un alcalde que tuvo la única obsesión de defender los intereses del pueblo de Estepona", ha apostillado. 

También ha tenido palabras críticas con la actuación de la UDEF en el inicio de la operación Astapa, cuando fue detenido "como se tratase de una banda terrorista". Y ha sido contundente al asegurar que el informe policial original fue "absolutamente falso; no decía una verdad ni por equivocación".