Málaga

Otro fracaso y más basura

  • Limasa presentó ayer otra oferta a los trabajadores que negociarán hoy, pero el comité adelantó que la rechazará Piden a la Inspección de Trabajo que se controlen los servicios mínimos

La huelga de basura, seis días después de su inicio, sigue sin resolverse. Representantes de Limasa, el Ayuntamiento de Málaga y del comité de empresa volvieron a reunirse ayer en el consistorio y, tras cuatro horas y media de conversaciones, no hubo acuerdo. En torno a las 21:30, el comité de empresa abandonó las dependencias municipales jaleados por decenas de trabajadores que les esperaban en la calle. El presidente del comité, Manuel Belmonte, les explicó que habían recibido una nueva oferta y que la iban a estudiar, pero adelantó que la iban a rechazar. "Nos han puesto una oferta encima de la mesa, pero en un 99,9% la vamos a rechazar porque quieren supeditar el concepto económico por las bajas y no lo vamos a permitir", afirmó el representante sindical, quien añadió que "para nosotros la salud del trabajador es lo principal y no vamos a poner cualquier céntimo de euro para que el trabajador esté como Robocop. Una cosa es la salud y otra el salario". Han convocado una nueva reunión hoy domingo a las 9:30 en el Ayuntamiento.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no quiso tampoco dar a conocer la oferta realizada a los empleados de Limasa, aunque sí afirmó que "evidentemente es una mejora y eso es lo que importa". Al preguntarle por las bajas, como había comentado Belmonte a sus compañeros, reconoció que "algo del tema de bajas hablamos en la oferta del lunes. Hay un deseo de reflejar el tema de productividad y conseguir un menor absentismo. Eso es normal en todas las empresas e interesa a ambas partes. Se ha vuelto a hablar, pero no es esa la clave diferencial sobre lo que había antes". Sí dijo que se podría adelantar alguna de las medidas a 2016, cuando hasta ahora se hablaba de diversos pagos de productividad a partir de 2017 pero no quiso entrar en detalles a la espera de lo que se discuta hoy.

En cualquier caso, van seis días de huelga y la sociedad reclama una solución. De la Torre comentó que "siempre quiero ver los acuerdos cerca, pero no sé si luego la realidad será factible o no. Queda todavía por hablar, pero nuestro deseo es que haya acuerdo y estamos abiertos al diálogo", de lo que se deduce que las posturas no están aún muy cercanas. El alcalde afirmó además que no contempla, en caso de que se prolongara mucho la huelga, un plan b. "No hay más plan que conseguir el acuerdo. No tenemos contemplado ningún escenario de prolongación de la huelga porque no es bueno ni para los trabajadores ni para la ciudad", destacó.

Mientras tanto, la ciudad seguía ayer presentando un aspecto lamentable. Según informaron desde el Ayuntamiento de Málaga, entre el martes y el viernes apenas se recogieron el 33% de los residuos existentes. Dicho de otra forma, quedaban 2.229 toneladas de basura esparcida entre los contenedores y las aceras, a lo que habría que sumarle lo que se haya acumulado en la jornada de ayer sábado, por lo que se podría estar rozando las 3.000 toneladas. Solo hay que salir a la calle para verlo, desde el centro hasta cualquier barriada.

La pugna entre la empresa, el Ayuntamiento y los representantes de los trabajadores ya no solo se debía al acuerdo puramente económico que separa a las dos partes, sino que también está habiendo un conflicto considerable por el incumplimiento de los servicios mínimos a los que obliga la ley. Desde la madrugada del lunes al martes, cuando arrancó la huelga, no ha habido ni un día en que se haya cumplido en su totalidad el servicio mínimo, alegando los trabajadores que había camiones supuestamente averiados o contenedores en mal estado. En la madrugada del viernes la historia volvió a repetirse, pero, según el ayuntamiento, "en mayor proporción que en días anteriores". Los servicios mínimos establecidos eran del 50% en el centro y del 40% en los barrios y, según el consistorio, solo se ha llegado a ese 33%.

El Ayuntamiento indicó que, del turno de la noche del viernes, sólo finalizaron la tarea cuatro de los 18 equipos que salieron de servicio, por lo que solo hubo un cumplimiento del 22% de los servicios mínimos, mientras que del turno de mañana no la terminaron ninguno de los 16, y del turno de tarde completaron el trabajo 6 de los 10 equipos de recogida (60% de los servicios mínimos).

Es tal la situación que la empresa reclamó ayer a la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social de Málaga que inste al comité de huelga a que realmente se cumplan esos servicios mínimos, ya que la empresa -Limasa pertenece en un 51% a capital privado y en un 49% al Ayuntamiento de Málaga- considera que están siendo incumplidos deliberadamente".

En ese escrito, denuncian el "exceso de celo" de los delegados de prevención y del comité de empresa a la hora de revisar los camiones y aseguran que "ninguna de las incidencias destacadas en los vehículos supone en absoluto riego inminente para la seguridad de los trabajadores". También se indica que, tras la asignación de los servicios mínimos, los delegados de prevención "paran a todos los vehículos antes de salir de las instalaciones, realizando una inspección exhaustiva". A juicio de la empresa, esta revisión "llevada al extremo" está provocando "una caravana en las puertas de los talleres de los Ruices", lo que supone "una carga de trabajo considerable en poco espacio de tiempo inasumible por los servicios mínimos del taller que suma en el tiempo total del retraso de los servicios". Miran desde las luces hasta los cinturones de seguridad, pasando por el estado de los neumáticos. Eso está provocando, según la compañía, retrasos de entre dos horas y media y tres para dar el servicio, imposibilitando así cubrir toda la ruta que tienen establecida. Como ejemplo, Limasa expone en su escrito que el turno de noche del 3 de marzo salió a las 1:25 cuando cualquier día normal, sin huelga, lo hace a las 23:15.

Limasa denuncia que, junto a esos retrasos por el "exceso de celo" en la revisión de los camiones -afirman que los delegados revisan hasta tres veces al día el camión pese a tener la ITV pasada- también se están produciendo "averías sospechosas como son cortes limpios de cables, adhesivos de los asideros retirados, tulipas recién estrenadas rotas o averías fantasmas en la calle".

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