Málaga

La gesta se quedó en gesto pese a la entrega de la afición

Se repitió la misma historia que hace cuatro años. Muchos huecos en los tendidos, que no llegó a media entrada, y solo dos orejas como resultado de una encerrona que sobrepasó las tres horas de duración y en la que en ningún momento terminó de romper la tarde, en la que el público se mostró a favor en todo momento del diestro malagueño. Una de las pocas cosas que sí rompieron ayer fue el paseíllo, tras el cual que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, procedió a entregarle sobre el ruedo de La Malagueta el Capote de paseo como triunfador de la pasada Feria.

Fortes dejó claro desde el primer momento que su intención era revalidar ese trofeo. Cuando aún estaban entrando muchos de los espectadores, Fortes, con paso firme y tranquilo, se dirigió hacia la puerta de toriles, donde recibió al toro a portagayola. Un toro, bastante falto de fuerzas, en el que tan solo pudo dejar algunos detalles toreando al natural con la mano izquierda, donde consiguió despaciosos pases. Por la derecha le aguantó, aunque no logró pases con enjundia. Con una estocada entera en buena colocación puso fin a este primer oponente, del que se le pidió la oreja, sin haber mayoría, que no fue concedida y el malagueño dio la vuelta al ruedo. A pesar de la voluntad del diestro, no se obró el milagro con este toro de la ganadería de la Virgen María.

La encerrona de Fortes se saldó con dos orejas en una corrida que sobrepasó las tres horas

Al segundo, de La Palmosilla, se mostró cómodo con el capote. El recibo por verónicas y las posteriores chicuelinas al paso para dejarlo en el caballo fue el anticipo de una buena actuación del picador José María González, y una aún mejor de Iván García, quien dejó dos extraordinarios pares de banderillas. Con el público con él, Fortes comenzó la faena casi en los medios recibiendo al burel de rodillas toreando al natural. Consiguió encadenar una gran tanda que remató con un de pecho a pies juntos. Todo con la mano izquierda. Su faena se basó en naturales de bella estampa. En ningún momento toreó con la derecha ni con la muleta montada. Ante la falta de fuelle del animal, Fortes optó por irse pronto a por la espalda. Algo menos de media estocada sirvió para que cayese. Al igual que en el anterior, la petición quedó en vuelta al ruedo.

El de Victoriano del Río salió parado y dubitativo. El malagueño no se pudo mostrar con el capote. El toro no presentaba las mejores condiciones, algo a lo que tampoco contribuyó el picador, quien dejó un puyazo bastante trasero. Tampoco los banderilleros. Tras esto el toro se avivó, aumentando su movilidad, aunque carecía de clase. Probó por ambos pitones y consiguió sacar pases sin emoción ni transmisión. Lo bueno, que Fortes no alargó en exceso. Media estocada tendida con aviso y ovación.

El siguiente era uno de los toros más esperados de la corrida, el de Victorino Martín, el cual protagonizó un emocionante tercio de varas en el que el toro se arrancó desde media distancia y Félix Majada dejó dos buenos puyazos. En banderillas cumplieron José Francisco Moreno y Alberto Zayas. Saúl brindó la faena al público, a su tierra. Trazo largo y mano baja, así fueron las tandas de derechazos rematados con un de pecho y trincherazo respectivamente. Por ese lado alcanzó la faena cotas altas y los "olés" más puros de una Malagueta que estaba entregada a la causa. Se empeñó en torearlo por el izquierdo, por el que obtuvo notables tandas al natural pero sin el eco de lo anteriormente realizado. Acabó la faena con desmayados naturales a pies juntos y de frente. Al entrar a matar por primera vez se resbaló en la cara del toro y estuvo a merced de él, aunque afortunadamente no tuvo consecuencias mayores. Sonó un aviso y en el segundo intento dejó una estocada tendida y caída. Por fin cortó la primera oreja de la tarde, con fuerte petición de la segunda.

Tras esto pasó a la enfermería y la corrida se paralizó durante 15 minutos. Tenía una cornada de 15 centímetros en el muslo izquierdo. Volvió a salir pero en ese tiempo el público se enfrió, lo que se incrementó con el toro de José Vázquez, bien presentado pero su excesiva mansedumbre dificultó su lidia. Fortes lo intentó pero las descompuestas embestidas y su falta de fijeza imposibilitaron que la faena cogiese mayores vuelos. El torero mostró actitud y aptitud, que era lo único que se podía hacer con ese toro. Dos pinchazos y una estocada contraria y un aviso. Pitos para el toro en el arrastre y ovación para el diestro.

En el último se mostró con desánimo. Lo más destacado en el toreo de capa fueron varias caleserinas que no consiguió rematar. El toro, que prometía, se partió el pitón izquierdo y la presidenta tardó demasiado en devolver al toro. Una cosa es el reglamento, y otra la sensibilidad, presidenta.

La corrida, que ya iba camino de las tres horas, se cerró con el sobrero de El Ventorrillo. Con el capote se mostró plomizo, pero con la muleta dio una de las sorpresas de la tarde al comenzar al faena sentado en una silla de anea. Dos muletazos fueron suficientes para volver a meter al público en la corrida, que ya daba sus últimos coletazos. Entre la falta de ideas del matador y el toro, manso, este último capítulo de la encerrona frustrada no tuvo mayor historia. Estocada trasera y oreja cariñosa.

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