Málaga

"Mi jefe es un torturador mental"

  • Cae una red con 39 detenidos que captaban a compatriotas y los sometían a jornadas de 12 horas sin descansos por 400 euros

  • Dormían en el restaurante y, otros, hacinados en pisos

Llegó a definir a su jefe, uno de los dueños del restaurante para el que trabajaba en la Costa del Sol, como un "torturador mental". No fue la única víctima a la que la Policía Nacional, según explicaron ayer los responsables de la investigación, consiguió liberar. Eran 12 trabajadores, todos ellos de origen pakistaní y en situación irregular, los que se encontraban sometidos a "tremendas condiciones de trabajo" y, además, bajo supuestas amenazas y coacciones. El sueldo que percibían en el mejor de los casos -ya que no siempre cobraban- se situaba en los 400 ó 500 euros. A cambio, debían cumplir jornadas maratonianas, sin descanso semanal, de hasta 12 horas diarias. En uno de los registros practicados, los efectivos hallaron 170.000 euros en metálico, escondidos en distintos puntos de la casa.

Agentes pertenecientes a la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif), en colaboración con la brigada central contra la trata, que se han ocupado del caso, han detenido a 39 personas que integraban una organización pakistaní, acusada de captar, presuntamente, a compatriotas y explotarlos laboralmente. El cabecilla, titular de la empresa que gestionaba cinco restaurantes, ha sido el único que ha ingresado en prisión. El resto está en libertad provisional a la espera de juicio.

En palabras del inspector Antonio de Haro, jefe de la Ucrif de Málaga, los investigadores sospechan que los presuntos miembros de la trama "se nutrían de ciudadanos inmigrantes que entraban a través de Turquía y que después pasaban por Italia". El líder se llegaba a embolsar entre 8.000 y 10.000 euros, con los que las víctimas se endeuadaban, por lo que se veían obligadas a trabajar sin cobrar para poder asumirla. "Se los pasaban de un restaurante a otro según las necesidades, iban rotando", apuntó el responsable policial. Vivían en pisos de alquiler, prácticamente hacinados. Otros pernoctaban en los propios restaurantes, "en la trastienda y con colchones en el suelo, en condiciones pésimas", detalló.

La investigación se inició el año pasado a raíz de la denuncia que presentó un empleado de un restaurante de comida pakistaní acerca de las condiciones laborales en las que tanto él como cinco compatriotas trabajaban en el local. Fueron dos los testigos protegidos que contribuyeron a la desarticulación de la banda. Según su testimonio, el propietario y su hermano se encargaban de aleccionar a los trabajadores para que, en caso de inspecciones, se identificaran con documentación de otras personas en situación regular y dadas de alta en la Seguridad Social. Con ese objetivo, les obligaban a inscribirse en el padrón municipal, suplantando la identidad de un tercero.

Las pesquisas policiales permitieron conocer que los hermanos a los que el denunciante se refería eran, supuestamente, los miembros que llevaban la voz cantante de un entramado de empresarios pakistaníes dedicado a la restauración en la provincia de Málaga. Además de someter, presuntamente, a los trabajadores a duras condiciones laborales, los líderes de la trama también realizaban contratos falsos para que las víctimas pudieran cobrar prestaciones sociales o regularizaran su situación en España.

Los investigadores subrayaron la "complejidad" de la operación Samaca, llamada así por un acrónimo del nombre y apellidos de uno de los principales implicados. "Observamos un ataque contra la dignidad del ser humano. La explotación laboral en España está penada en el Código Penal y hay redes organizadas que se lucran con ello", apostilló el jefe de la brigada central.

Hubo 12 registros en Mijas, Calahonda, Coín, Marbella, Fuengirola y Torremolinos. Además de 170.000 euros, también se intervino un vehículo de alta gama valorado en 40.000. Asimismo, se bloquearon judicialmente más de 160.000 euros en cuentas corrientes y casi 900.000 en bienes inmuebles. "No es habitual ver tanto dinero en metálico", indicó el responsable de la Ucrif.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios