Málaga

Todos se la juegan

  • El PP deberá esforzarse en mantener sus feudos de la Costa; el PSOE tendrá que movilizar a su electorado para sacudirse la losa de la crisis; IU está convencida de que se beneficiará del desencanto socialista y en el PA las alarmas están encendidas

Los responsables de todos los partidos políticos con presencia en la provincia de Málaga saben que en el año que ahora comienza se la juegan. La cita con las urnas el próximo domingo 22 de mayo para renovar las corporaciones locales, la Diputación y las mancomunidades de municipios es una fecha marcada en rojo en los calendarios de las cocinas de las diferentes formaciones porque estarán en juego, no solamente las alcaldías de los 101 municipios que conforman el mapa político provincial, sino también se dibujará con nitidez la nueva correlación de fuerzas de cara a las importantes convocatorias de 2012, las elecciones generales y las autonómicas.

En esa jornada el Partido Popular deberá demostrar que el crecimiento que le adjudican todas las encuestas se transforma en realidad. En los comicios de 2007 los populares fueron la fuerza que obtuvo mayor número de votos en la provincia de Málaga, pero con casi 200 concejales menos que el PSOE. Ahora, el PP deberá esforzarse en mantener sus feudos que jalonan la Costa del Sol, repetir la mayoría absoluta en la capital y, como no se cansan de repetir sus dirigentes, conseguir el objetivo de crecer en las comarcas del interior.

Por su parte, el PSOE deberá ser capaz, con la losa encima del desgaste originado por la gravísima crisis económica, de movilizar a su electorado para no solamente conservar las alcaldías en las emblemáticas localidades del interior, sino también mantener, entre otras, las de Estepona, Mijas y Vélez-Málaga, y dar la batalla a cara de perro por el sillón de la Casona del Parque. Izquierda Unida probablemente firmaría por repetir los resultados de las anteriores municipales, que han permitido a esta formación mantener una cómoda estructura de funcionamiento interno, gracias a una cuota de poder que no siempre ha estado en relación con sus resultados electorales. Un ejemplo claro es la Diputación de Málaga. En IU están convencidos de que recogerán parte de los votos fruto del desencanto del electorado socialista.

En cuanto al Partido Andalucista, las luces de alarma siguen encendidas y no se detecta ninguna señal de recuperación por lo que continuará en caída libre, lo que centra su objetivo en evitar hundirse aún más en el hoyo. El gran interrogante lo representa Unión Progreso y Democracia (UPyD), que observada con enorme recelo desde las filas del PP, podría dar la sorpresa en algún municipio, donde podría obtener la llave para la formación de gobierno, aunque a la vista de lo sucedido en las autonómicas catalanas su fuerza parece desinflarse, si exceptuamos la capital de España.

Si realizamos un viaje imaginario a lo largo y ancho de la geografía provincial, al llegar a Manilva nos encontramos con la primera incógnita a despejar de cara al 22-M, ya que los acontecimientos vividos a lo largo de los últimos años hacen casi imposible hacerse una idea de cómo quedará el mapa político local, aunque parece probable que sea la izquierda la que termine llevándose el gato al agua si son capaces de establecer los pactos pertinentes. Estepona se ha convertido en uno de los puntos de mayor interés de la convocatoria electoral debido al empeño del PP de hacerse con un ayuntamiento que saltó por los aires como consecuencia de la operación Astapa y en el que aspira a revivir lo sucedido en Marbella tras el caso Malaya, presentándose como el garante de la gobernabilidad y la estabilidad. Aunque sin olvidar que fue el PSOE el que ganó con claridad en 2007 y que ahora intentaría mantener la mayoría mediante pactos con otras fuerzas que, por otro lado, presentan una fragmentación que podría terminar beneficiando las aspiraciones socialistas.

Marbella, Fuengirola y Torremolinos son tres municipios en los que todos los observadores apuestan por el mantenimiento de las mayorías absolutas de los populares, aunque en los tres casos también se espera un crecimiento del respaldo de la oposición socialista, que deberá ejercer una fuerte y buena labor de control si quieren ser alternativa real en las elecciones de 2015. Una situación similar, aunque a la inversa, a la que se presenta en Mijas, donde no parece probable que la lista encabezada por el popular Ángel Nozal sea capaz de desbancar al actual regidor del PSOE. En Benalmádena se plantea un panorama menos claro debido a la reaparición de Bolín y al enorme fraccionamiento del centro-derecha, que podrían permitir el regreso a la Alcaldía de Javier Carnero si fuera capaz de componer el puzle de un ejecutivo multicolor.

Rincón de la Victoria es otro de los municipios en los que el PP podría volver a repetir su triunfo electoral, que sin embargo no le permitió alcanzar el gobierno debido a los pactos entre PSOE y PSIRV, una fuerza que se ha ido descomponiendo en los últimos años y que con toda probabilidad perderá apoyo electoral. La clave aquí estará en el destino de los votos de este partido independiente, aunque sin dejar de tener en cuenta también las posibilidades que se le atribuyen al candidato del PA, antiguo alcalde con el PP, y a la irrupción de UPyD.

Vélez-Málaga es otra de las plazas que centran el interés de la convocatoria electoral del mes de mayo. El PP ganó por un puñado de votos las elecciones pasadas y su candidato fue desbancado de la Alcaldía mediante una moción de censura que dio paso a un gobierno tripartito compuesto por PSOE, IU y Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar, una formación esta última, que podría volver a tener la llave para dar el control del Consistorio a unos u otros. En el municipio de Torrox se espera que sea el PSOE el que repita triunfo electoral a pesar de los esfuerzos de los populares por alcanzar la Alcaldía una vez conseguida la reunificación de la derecha local. El problema se encontraría en el supuesto de que los socialistas no obtuvieran la mayoría absoluta, bastante probable, y se vieran forzados a un entendimiento con IU. Una situación incómoda para ambas formaciones, sobre todo después de las extrañas alianzas de Izquierda Unida para mantenerse al frente del Ayuntamiento durante el mandato de la actual corporación.

Dentro de la Axarquía no se esperan demasiadas novedades, aunque es posible que se produzca algún vuelco electoral que suele tener como escenario los pequeños municipios donde los vecinos tienen más en cuenta el nombre del candidato que las siglas con las que concurre. Siguiendo viaje, en el interior de la comarca de Antequera se plantea la misma situación. Por lo que se refiere a la cabeza del partido judicial allí se da por descontada la victoria socialista. A Rosa Torres no le harán sombra los muchos medios empleados por el PP para arrebatar este bastión al PSOE. Una situación similar a la que podría producirse en la comarca de Ronda, donde los socialistas siguen siendo hegemónicos. En la capital comarcal, una vez que se confirme la presencia del actual alcalde Antonio Marín Lara al frente de la lista del PSOE, los socialistas pueden tener muchas papeletas para hacerse con la presidencia de la corporación si, como se espera, el regidor es capaz de arrastrar para su candidatura la importante bolsa de votos que obtuvo el PA en los anteriores comicios locales.

Por último, no hay que perder de vista, sobre todo de cara a la configuración de la futura Diputación, la importancia de los resultados que arrojen las urnas en los municipios que conforman el área metropolitana de la capital y los que están enclavados en el Valle del Guadalhorce. Unas poblaciones donde el PP es en muchos casos hegemónico, como Alhaurín de la Torre o Alhaurín el Grande, o donde el PSOE, como Coín o Casarabonela, detenta la mayoría, pero se aprecia una anormal aparición de fuerzas independientes que podrían ser esenciales a la hora de modificar el mapa.

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