Málaga

La libertad de horarios se topa con el 'no' de la Junta y los pequeños comercios

  • La Administración regional cree que la propuesta del Gobierno tendrá "impacto negativo" sobre el empleo · El Ayuntamiento de la ciudad, por el contrario, opina que es "una oportunidad de riqueza"

Es posible que el Gobierno central siga adelante con su idea de liberalizar los horarios comerciales en ciertos puntos turísticos de Málaga capital, pero lo hará con la oposición contundente de los pequeños y medianos empresarios del sector, de los sindicatos y de la Junta de Andalucía. Los principales portavoces de estos organismos mostraron ayer su negativa a aceptar los parámetros puestos sobre la mesa por el Ministerio de Industria y Comercio y que supondrían, de aplicarse, no sólo la posibilidad de que las grandes superficies abran todos los días del año, en caso de quedar integradas en estas zonas de gran afluencia, sino la ampliación de 72 a 90 horas el horario de apertura de lunes a sábado.

El no es claro en el caso de la Administración autonómica. Lo dejó claro ayer el consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, quien justificó el rechazo en el impacto que, a su juicio, esta liberalización tendrá sobre las pequeñas y medianas empresas (pymes) y el empleo, al tiempo que defendió que se opte por un modelo de "consenso" con los agentes sociales y económicos. De hecho, estimó que una acción de este tipo no traerá consigo un aumento del consumo.

Frente a la alternativa que maneja el Gobierno central, el consejero andaluz insistió en la idoneidad de mantener intacto el modelo de Andalucía, donde los locales de menos de 300 metros ya pueden abrir de forma voluntaria todos los días del año, al tiempo que cuestionó que se quiera ampliar de 72 a 90 las horas semanales de apertura, puesto que ello traerá consigo un "impacto negativo".

Una realidad con la que se mostró de acuerdo Gonzalo Fuentes. "Estamos en contra porque el modelo comercial de Andalucía es de equilibrio y ha dado muchos frutos, creando muchos empleos y riqueza; ahora pueden abrir todos los locales de menos de 300 metros, y en las zonas turísticas las grandes superficies pueden hacerlo durante la temporada alta", expuso. A su juicio, la propuesta del Gobierno "favorece a las multinacionales de la distribución comercial en detrimento del pequeño comercio". Un pequeño comercio del que, según dijo, depende el 80% del empleo del sector. Fuentes subrayó que la aplicación de la misma traerá consigo "la depreciación de los centros históricos y barrios y la pérdida de empleo". "Puede ser una catástrofe para el sector", apostilló.

En cuanto al efecto que podría tener sobre los cruceristas que llegan a la ciudad de Málaga, negó que el beneficio se vaya a percibir. "El grueso de los cruceristas viene de lunes a sábado, y los domingos el 80% de los comercios puede abrir; si no lo hace es, entre otras cosas, porque el visitante no va a los comercios, sino a los restaurantes, a conocer la ciudad, a los museos... Nadie viene de cruceros a comprar", añadió.

El rechazo es extensible a la Federación de Comerciantes de Málaga (Fecoma), cuyo presidente, Enrique Gil, cree que las acciones "van en detrimento" de los pequeños establecimientos. Porque la opinión es que no favorecerá el aumento del consumo. "No es que la gente vaya a gastar más porque se abra más horas; lo único que se lograrán son más ventajas para las grandes cadenas", dijo. "Si se lleva a cabo, la cosa pinta mal", apostilló.

La visión varía sustancialmente en el caso del Ayuntamiento de Málaga, cuya delegada de Promoción Empresarial y Empleo, Esther Molina, acudió ayer a una reunión en Madrid con el secretario de Estado de Comercio para abordar la cuestión. La posición del equipo de gobierno del PP quedo patente en las reflexiones del alcalde, Francisco de la Torre, para el que la ampliación de los horarios "es una oportunidad de riqueza". Si bien se mostró partidario de "avanzar con consenso", animó a los empresarios a ser "ambiciosos".

De la Torre abogó por pensar en los turistas que llegan todos los días de la semana a la ciudad, aunque no siempre los establecimientos están abiertos. "No tiene sentido que tengamos cruceros un domingo y que no puedan gastar dinero en los comercios", añadió. De hecho, consideró que los visitantes vendrán "con más facilidad" un domingo a la capital de la Costa del Sol "si sabe que tiene una oferta comercial disponible".

Molina expuso que una vez entre en vigor la propuesta del Gobierno, el Consistorio dispondrá de seis meses para delimitar la zona de gran afluencia turística, en la que se fijaría la liberalización total de horarios, periodo en el que abogó por mantener contactos con el sector de los comerciantes, hosteleros y turístico. Antes incluso de definir estos detalles, De la Torre apuntó ayer al centro histórico y sus alrededores como espacios que posiblemente se incluirán dentro de esta denominación.

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