El nuevo acto solidario de un malagueño en Paiporta en el primer aniversario de la dana: reparte 1.600 porciones de pizza

Con motivo del primer aniversario de la dana que arrasó a varios municipios de la Comunidad Valencia, el malagueño Álvaro Faura tomó rumbo a Paiporta, una de las zonas más devastadas por la catástrofe, el pasado sábado 1 de noviembre de madrugada. Fue concretamente a las 3:00 de la mañana y se plantó en la localidad valenciana a las 9:00 horas con su camión y un horno industrial para repartir 1.600 porciones de pizza (unas 200 divididas en ocho) en un evento solidario organizado, en el que además se repartieron ensaladas y platos de paella. No es la primera vez que lo hace. En los días trágicos tras el paso de la riada montó una cocina de campaña en el mismo lugar para que los afectados pudiesen comer caliente y un mes más tarde, en diciembre, llevó su horno para preparar 1.000 pizzas en vivo durante tres días.

Faura confirma a este periódico que fue un reencuentro muy bonito: ‘‘Lo típico... Abrazos, sentimientos, el recuerdo de aquellos días difíciles...’’. El ambiente fue mucho más alegre que los días posteriores a la dana, porque la primera vez ‘‘hubo mucha tensión, faltas de respeto, comentarios, historias...’’, recuerda el malagueño. Es decir, esta vez, todo fue diferente: ‘‘Fue como instalar un food truck en la calle. El año pasado aquello era una situación de guerra. La gente, las caras, los cuerpos, los llantos...’’.

Quiso volver a Paiporta y celebrar este evento por ‘‘el compromiso con la gente que colaboró, que me echaron una mano y con la gente del pueblo, que se les cogió cariño’’, apunta Faura. El objetivo era hacer hincapié y hacerle saber a los vecinos que estaban ahí. Notó ‘‘un ligero cambió’’ en la localidad valenciana, sobre todo en ‘‘las fachadas de los bajos y locales, que son nuevas’’, manifiesta el malagueño, aunque lamenta que ‘‘se ha normalizado una catástrofe’’. Sin embargo, la gente aún recuerda con crudeza aquellas fatídicas horas y los días posteriores: ‘‘Se está reanimando un poco el pueblo, pero, igualmente, la gente psicológicamente quedó tocada’’.

En Paiporta ha creado una relación muy bonita con los afectados. Incluso, ‘‘quieren que abra una tienda allí de patinetes’’, dice Faura entre risas, y espera que ‘‘no se repita algo así y si sucede, ahí estaremos’’. El malagueño asegura que fueron los primeros en llegar a la localidad tras la tragedia del 29 de octubre de 2024 y les chocó ‘‘cruzar el puente de Valencia a Paiporta y, a un lado, ver gente disfrazada de Halloween por la calle y en el otro lado a la gente muriéndose’’, apunta.

Ahora, y un año más tarde, recuerda con nostalgia aquellos días: ‘‘Fueron muchas personas las que me ayudaron. Fue una idea mía, pero no hubiese sido nada si la gente no hubiese ayudado’’. Gracias a este grupo de personas, Faura asegura que han conformado una pequeña comunidad, con grupo de WhatsApp incluido y de lo que ‘‘estoy muy contento y orgulloso’’. Es por eso, que el malagueño quiere agradecer a todas las personas que colaboraron aquellos días fatídicos y en el evento celebrado el pasado sábado. Además, lleva por bandera el refrán El pueblo salva al pueblo porque es lo que sintió en primera persona cuando no dudó en viajar a Valencia tras la catástrofe, porque gracias a la imagen que se le dio, ‘‘cada vez era más la gente que ayudaba y se volcaba’’.

Este proyecto de realizar eventos solidarios nació de una idea personal, a pesar del poco tiempo con el que cuenta en su día a día. Pero no fue la primera vez que se lanzó a un reto de esta magnitud: ‘‘En el Covid ya lo hice. Tenía una pizzería y regalé más de 500 pizzas a policías, bomberos y todo el que ayudó’’. Ha aprendido mucho de estos actos que ha realizado y ‘‘desde que hice todo esto me ha ido muy bien. Los negocios me han ido para arriba, todo lo que he tocado se ha hecho oro...’’, manifiesta.