Los malagueños utilizan más las tarjetas para sus compras, aunque el dinero que gastan es inferior al de otros años. Mientras el número de tarjetas de crédito y débito en circulación se ha reducido de manera considerable según los datos aportados por el Banco de España, las principales cajas de ahorro de la provincia aportan una cifras que poco tienen que ver con esa disminución y las asociaciones de consumidores recomiendan pagar con dinero para controlar el gasto real.

Unicaja, la entidad más importante en la provincia, tiene en circulación más de medio millón de tarjetas de crédito. Según los datos que manejan, la actividad de las tarjetas de crédito en los comercios se incrementó un 5,6% en la provincia de Málaga durante el pasado año y en más de un 44% en los cajeros. El cobro por datáfonos en comercios también aumentó un 4% y se mantuvo el importe medio de compra, no siendo así en cajeros, donde los importes de retirada de efectivo bajaron un 3,3%.

Otra de las cajas consultadas, Cajamar, afirmó que en el último año aumentaron en un 11% el número de tarjetas expendidas en la provincia de Málaga, aunque matiza que no se ha apreciado un incremento del uso de las mismas en los comercios. "Con la crisis la gente se contiene mucho a la hora de emplear la tarjeta", afirman fuentes de la entidad. Esta entidad tiene en la provincia de Málaga más de 200.000 tarjetas en circulación.

Los datos aportados por el Bancos de España respecto a 2009 apuntan a que el importe de las compras abonadas por con tarjeta de crédito cayó el pasado año por primera vez desde 2002. Así, los datáfonos cobraron artículos y servicios por un valor de 91.075 millones de euros, frente a los más de 94.400 de 2008, lo que supone un descenso del 3,54%. Lejos quedan los incrementos anuales superiores al 17% como el que se produjo en 2004. El número de operaciones, por el contrario, sí experimentó un crecimiento del 2,3%. En cuanto a las operaciones de retirada de efectivo en cajeros, según los datos del Banco de España, en 2009 se retiraron 113.196 millones de euros, lo que supone una caída del 2,88% respecto al año anterior. En el número de tarjetas en circulación también ha sido 2009 un año de caídas, disminuyendo el número total -entre tarjetas de crédito y débito- en casi dos millones, una cifra a la que abría que añadir las casi 500.000 que se han perdido en el primer trimestre del año.

Las asociaciones de consumidores de la provincia apuestan por controlar el uso de las tarjetas de crédito para ser consciente de los gastos reales de la unidad familiar. La vicepresidenta de la Asociación de Consumidores y Amas de Casa Al-Andalus, María Huelin, comenta que recientemente han realizado una campaña aconsejando disminuir su utilización. "Antes, cada persona tenía dos o tres tarjetas y las han acabado rompiendo", comenta Huelin como la mejor solución para controlar los gastos. Sin embargo, confiesa que los consumidores se ven obligados a utilizarlas a final de mes, mientras reciben la nómina, con la diferencia de que ahora se utilizan "para comprar comida y no para un capricho", explica la vicepresidenta de Al-Andalus.

Desde Fecoma (Federación de Comercio de Málaga) no manejan datos sobre el uso de las tarjetas en los comercios, aunque su presidente, Enrique Gil, explica que esta cuestión ya ha sido incluida en el Observatorio del Comercio y que en pocos meses se conocerán los primeros datos. Aún así, asegura que sí se ha notado una disminución en su uso, "quizás motivada por la bajada también en los ingresos". Sin embargo, desde un céntrico comercio de la capital, Yolanda Ruiz, asegura que son pocos los clientes que utilizan dinero, mientras que la dependienta de una de las franquicias de ropa de la capital comenta que las tarjetas de crédito se utilizan más a finales de mes, que es cuando los clientes han agotado casi todos sus ingresos mensuales.

Por su parte, el delegado territorial de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, Ausbanc, en Málaga, Alfredo Martínez Muriel, aseguró que aunque los ciudadanos han pretendido utilizar más las tarjetas de crédito se ha utilizado realmente menos, al haberse restringido muchísimo la concesión de las mismas por parte de las entidades financieras. Esta restricción se debe, según Martínez Muriel, a que las entidades tienen menos dinero para prestar y porque los controles de solvencia de los usuarios son más estrictos. A este respecto, fuentes de Unicaja afirmaron que para conceder una tarjeta se analiza el cliente y su vinculación, por lo que puede ser necesario aportar alguna documentación con justificación de ingresos para poder analizar la concesión de la misma, estando en todo caso sujeta la concesión a criterio de la entidad.