El informe del Observatorio de Movilidad Metropolitana, presentado hace unos días por el Ministerio de Medio Ambiente, deja clara una cosa: los malagueños apenas utilizan los transportes públicos. Al menos, en comparación con otras de España. Según el documento, cada habitante del área metropolitana de Málaga usa algún medio de transporte público (autobús urbano o metropolitano y tren de Cercanías) menos de 68 veces al año. La cifra sólo supera a Asturias y la Bahía de Cádiz, aunque en el estudio los datos de ambas zonas no están al completo. Y Málaga se encuentra por debajo del resto de áreas metropolitanas en cuanto a viajes: Valencia duplica la cifra, Barcelona la triplica y Madrid la multiplica por 4,5.

El informe del Observatorio de Movilidad Metropolitana 2008 sirve como estudio comparativo entre todas las áreas metropolitanas constituidas en consorcio: A Coruña, Alicante, Asturias, Barcelona, Vizcaya, Bahía de Cádiz, Gran Canaria, Granada, Madrid, Pamplona, Sevilla, Camp de Tarragona, Valencia, Vigo y Zaragoza, además de Málaga.

Centrándose en la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), entre la amalgama de datos que se han estudiado, algunos sirven para que la capital malagueña encabece aspectos como las nuevas tecnologías o el precio. Pero también para demostrar que se encuentra a la cola en temas como las líneas nocturnas o carriles específicos para los autobuses. Según los datos del Observatorio de Movilidad Metropolitana, las tres líneas que cada noche recorren las calles de la capital quedan lejos de las 14 de Gran Canaria, las ocho de Sevilla o las nueve de Valencia, por hablar de zonas de tamaño similar. Lejos quedan Barcelona y Madrid, con 16 y 36 líneas nocturnas respectivamente. Además, en cuanto a carriles bus la capital de la Costa del Sol, sólo el 3% de los autobuses que circulan pueden hacer uso de ellos, cifra que se ve superada por Granada, Sevilla, Zaragoza, Valencia, Barcelona o Madrid.

Fijándose en lo positivo, la capital también tiene mucho que decir. Por ejemplo en los servicios a personas con movilidad reducida, ya que el cien por cien de su flota está adaptada, lo que se ha conseguido "gracias a los pedidos que han llegado en los últimos meses", según el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga, Juan Ramón Casero. Sólo lo igualan el consorcio de Asturias y el de Barcelona. Además, Málaga tiene los precios más baratos del billete con un euro y también es una de las mejores en cuanto a información en tiempo real al usuario en los paneles instalados en las paradas. Y también es importante la accesibilidad de los ciudadanos a las paradas: sólo cuatro de cada 100 malagueños viven a más de 300 metros de una parada, lo que da cuenta de la amplia red de la que dispone la EMT. "Eso se denomina grado de capilaridad y sirve para medir el grado de eficacia en cuanto a la distribución de las líneas", añadió Casero. De hecho, ese es el potencial que los autobuses tienen frente al Metro, que es capaz de llevar a más gente pero con paradas a más distancia entre sí y más lejos de las casas de los malagueños.

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