Nueve y media de la noche del lunes. Una llamada moviliza a las fuerzas y cuerpos de seguridad por un presunto maltratador que está intentando acceder a la vivienda de su ex pareja, de la que tiene en vigor una orden de alejamiento. Fue la víctima la que, asustada, denunció que estaba aporreando la puerta. Al llegar los primeros efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local, el individuo, huidizo y con una "actitud agresiva y amenazante", logra escapar y, minutos después, en pleno paseo marítimo de Rincón de la Victoria, intenta atacar, presuntamente, con dos cuchillos a los efectivos que actuaban. Una guardia civil lo reduce disparándole a las piernas. 

Los investigadores comprueban que el supuesto autor, que tras ser repelido se provocó graves cortes en el abdomen y en el cuello, es un delincuente de 56 años con múltiples antecedentes policiales por violencia de género. Estaba siendo buscado, además, por delitos de resistencia y desobediencia.

En su huida, llegó, supuestamente, a amedrentar a camareros de un bar, que cerraron la puerta. La escena que a renglón seguido protagonizó, y que fue grabada por varios vecinos desde sus ventanas, transcurre en el paseo marítimo Nuestra Señora del Carmen. Iba provisto de dos armas blancas de grandes dimensiones. Una de las grabaciones difundidas a través de las redes sociales recoge el momento en el que, cuchillo en mano, corre tras los agentes que intentaban detenerle mientras le apuntaban y amenaza con matarlos.

La guardia civil dispara al sujeto para reducirlo

Los efectivos le insistían en que depusiera su actitud, pero, como reflejan las imágenes, hacía caso omiso y desatendía sus indicaciones. Pese a los intentos para que el individuo se entregara, éste se resistía. Una de las guardias civiles, que acabó su formación en la academia en julio de 2021, abrió fuego. Disparó hasta en cinco ocasiones, y le alcanzó en las piernas, partes no vitales en las que el sujeto recibió, al menos, tres tiros. Después, advirtió que se quitaría la vida mientras otro de los agentes le instaba a que no lo hiciera. Fue entonces cuando se autolesionó, provocándose un corte en el abdomen. Así entró en escena otro guardia civil, que le golpeó con una defensa extensible para evitar que continuara lesionándose. El individuo perdió, de esta forma, uno de los dos cuchillos que todavía empuñaba. 

"¡Tírate al suelo, se acabaron las tonterías!"

La agente gritó al individuo hasta en tres ocasiones: "¡tírate al suelo, se acabaron las tonterías!". El presunto maltratador, con heridas de bala y también por arma blanca que él mismo se había ocasionado, acabó soltando el cuchillo, se sentó en un banco y fue engrilletado, tras lo que una ambulancia lo desplazó hasta las Urgencias del Hospital Regional de Málaga, donde, al cierre de esta edición, permanecía ingresado bajo custodia de la Policía Nacional. 

Momento en el que el presunto maltratador es detenido

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) aplaudieron ayer la actuación de la agente que hizo uso de su arma reglamentaria para reducir al presunto maltratador. "No hay debate. Un cuchillo mata, es letal. Además de la defensa extensible, el único arma del que disponemos para defender nuestra vida es de fuego. No tenemos táser -pistolas eléctricas- ni se les espera, ni tampoco escudos invertidos para bloquear o reducir al delincuente", apostilló el portavoz provincial, Francisco González. 

A su juicio, la compañera "hizo lo que tenía que hacer", dado que "disparó" al ver cómo "peligraba su vida". La guardia civil patrullaba las calles desde hacía solo unos meses como agente del puesto principal de Rincón de la Victoria. "No hay debate. Un cuchillo mata, es un arma letal", aseveró el representante sindical, que reconoció la dificultad que entraña "dar al blanco en movimiento" envuelto en una situación de estrés.

Uno de los agentes golpea al presunto autor con una defensa extensible

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"Los agentes no tienen la destreza de tiro que deberían"

Aunque el portavoz de la AUGC de Málaga considera que la guardia civil supo resolver con éxito la peligrosa situación en la que se vio implicada, con la colaboración también de otros efectivos, admite que los agentes del Cuerpo no cuentan con la "destreza de tiro" que deberían "y que la gente presupone" dado que, denuncia, realizan "muy pocos ejercicios, concretamente dos al año". "Esto no es una película. Nos dan muy pocas instrucciones", apostilló el representante sindical.

A su juicio, no obstante, hubo "proporcionalidad" en el medio empleado por la funcionaria, cuya actuación estuvo "totalmente justificada". "Estamos obligados por ley a actuar así. La proporcionalidad no significa que tengamos que buscar otro cuchillo si nos atacan. El único arma legal del que el Estado nos dota si vemos peligrar nuestra vida o la de otros es de fuego", afirmó. 

De ahí que la asociación de guardias civiles reclame al Ministerio de Interior "más material policial" y una "mayor inversión", que les permita desarrollar su labor "con más eficacia y seguridad". "El guardia civil ya valoraría con qué medio se puede enfrentar al agresor, pero pedimos que nos ofrezcan el abanico de armas que hay en el mercado", reivindica González, que considera "merecedores de medalla" los agentes que se vieron implicados en el violento episodio con el presunto maltratador.