LA negativa a colgar en sus fachadas una lona de enormes dimensiones con el rostro de la candidata del PSOE a la Alcaldía de Málaga, María Gámez, por parte de la empresa propietaria del inmueble situado en la esquina de la plaza de la Constitución con la calle Granada, popularmente conocido como edificio de Espejo Hermanos, está dando lugar a toda una serie de informaciones, y también de rumores que parecen destinados a convertir el episodio que más ha calentado la precampaña de las municipales en la capital en todo un serial de misterio en donde cada vez parece más claro que se esconde una mano negra empeñada en mover el asunto para enrarecer el ambiente político. Además, este periódico aporta un nuevo ingrediente, con el que se ilustra esta página, que certifica que en febrero de 1937, tras entrar en Málaga las fuerzas sublevadas contra la República se ubicó exactamente en el mismo lugar una lona de parecidas dimensiones con el rostro del general Franco, que meses después sería sustituida por otra, también con el rostro del dictador, aunque en esa ocasión, tocado con un casco de artillero. No consta en las crónicas que alguien levantara entonces la voz para protestar por la ubicación de la propaganda política.

Dejando de lado la documentación histórica, el veto a la publicidad de María Gámez podría haber quedado simplemente en la negativa de la empresa propietaria del edificio a que la publicidad contratada para sus fachadas por una agencia publicitaria incluyera temas de carácter político. Postura que podría incluso considerarse razonable, aunque el criterio no sea compartido por muchos y por supuesto por la dirección del PSOE, que vio frustrado su gran golpe de efecto. Pero lo que extraña es la información facilitada a algunos medios en el sentido de que la Junta de Andalucía fue utilizada por el PSOE para 'vengarse' del citado veto a la propaganda de su candidata realizando una inspección de Trabajo en la obras de rehabilitación que se llevan a cabo en el citado edificio, precisamente el mismo día en que se produjo la negativa a colgar la famosa lona.

Y más llamativas todavía son las críticas lanzadas el Día de la Constitución por el alcalde y candidato del PP, Francisco de la Torre, que refiriéndose a esta presunta inspección dijo que "es de vergüenza e impresentable. No es de recibo en un país que, por un enfado político, se reaccione poniendo a una administración al servicio de un objetivo político y se trate de perseguir o acosar a una empresa".

Unas afirmaciones que tuvieron respuesta ayer mismo por boca del secretario de Organización del PSOE, Francisco Conejo, que aseguró que "ni el PSOE, ni ninguna autoridad de la Junta de Andalucía o del Gobierno de España realizan persecuciones de empresas privadas". Un desmentido que avala la información disponible por este periódico que señala que, en primer lugar, la labor inspectora en materia laboral es realizada por el Ministerio de Trabajo, y no por la administración autónoma, que sin embargo puede solicitar la intervención de los inspectores para asuntos que son de su competencia, como puede ser la seguridad en el trabajo. Pero es más, no consta que en esa fecha se realizara ninguna inspección, que sin embargo sí habría tenido lugar el día 4 de noviembre, días antes de que el PSOE firmara el contrato publicitario con la agencia que intermedió con la propiedad del inmueble.