Málaga

La mayoría de artículos suben de precio en Málaga pese a la crisis

  • Sólo en 9 categorías de 37 que estudia el INE hubo el año pasado un descenso del coste, aunque sí se produjo en productos básicos como la alimentación o el vestido

La ley económica es clara. Cuando hay más demanda que oferta, sube el precio de los productos. Cuando hay más oferta que demanda, baja. En estos momentos de crisis económica, la capacidad de gasto de los malagueños es escasa y aquellos que sí tienen una cierta tranquilidad económica prefieren ahorrar por si acaso. De hecho, el Índice de Precios al Consumo (IPC) se mantuvo durante varios meses en negativo el año pasado y al final se cerró con un ligero incremento del 0,9% en la provincia.

No obstante, si se analizan todos los sectores que estudia el Instituto Nacional de Estadística (INE) se puede comprobar que, a pesar de la crisis, la mayoría de artículos estaban el año pasado más caros que en ejercicios anteriores. El INE divide el análisis del IPC en un total de 37 sectores y sólo en nueve se produjo un descenso. Eso sí, la disminución del coste tuvo lugar en elementos básicos como la alimentación, el vestido, los vehículos o los medicamentos.

El tabaco fue el producto cuyo precio sufrió un mayor alza el año pasado, con una subida del 11,9%. Los fumadores, al margen de cuestiones sanitarias, se van a tener que pensar dejar este hábito ya que en los tres últimos años el incremento del precio de las cajetillas ha sido cercano al 25%. El precio de los servicios relacionados con la vivienda crecieron un 6,5% pero en el resto de áreas los incrementos fueron inferiores al 5%. En algunos como los hoteles, los electrodomésticos, los viajes organizados, el calzado o los servicios hospitalarios se movieron en una horquilla del 0 al 0,7% de subida.

En cualquier caso, lo más básico es comer todos los días y el sector de la alimentación experimentó un descenso al cierre del pasado año del -1,4%. Un informe del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio relativo al año pasado subraya que se ha observado "un marcada evolución a la baja en los precios de la alimentación habiendo tenido especial impacto en los productos frescos". No obstante, en el mismo estudio se asegura que en el cuarto trimestre de 2009 "hubo síntomas de cambio pues todos los formatos comerciales, a excepción de los hipermercados, han subido los precios de la cesta global de la alimentación". En los últimos tres meses del pasado año hubo, según el Ministerio, una subida generalizada del precio de frutas y hortalizas, un alza del precio de las carnes y una bajada del pescado.

En este contexto, cobra especial relevancia la pugna entre marcas propias y blancas. Cuando el bolsillo no está para grandes dispendios, miles de familias en Málaga y España han preferido adquirir productos de marca blanca, pues la diferencia de precio con otro de marca conocida puede ser de hasta un 50% o más. Las marcas propias han contraatacado con fuertes campañas publicitarias en televisión y descuentos y esta particular guerra promete nuevos episodios en 2010.

Ignacio Larracoechea es presidente de Promarca, una patronal a escala nacional que agrupa a decenas de firmas nacionales e internacionales. Afirma que "a principios de 2009 la marca blanca creció mucho y llegó a una cuota de mercado del 35% aunque desde ese mes se ha estabilizado". Las marcas propias, por lo tanto, aún cuentan con la confianza del 65% de los compradores pero "hay que tener en cuenta que las marcas blancas han pasado del 0 al 35% en apenas 15 años", continúa Larracoechea. El presidente de esta patronal asegura que este sector emplea de forma directa a medio millón de personas y a 1,5 millones de forma indirecta y aboga por "defender la marca nacional de renombre porque así podemos aumentar las exportaciones".

Larracoechea reconoce que "hay muchos aprietos entre las firmas y las cadenas distribuidoras" hasta el punto que el coste de la cesta de la compra, en el segmento de alimentación varía notablemente en función de la provincia. El informe del Ministerio señala que los alimentos más baratos se pueden comprar en Huelva y los más caros en Pamplona. Málaga se encuentra en una posición intermedia si bien, según este estudio, los precios han disminuido un 5,2% en el conjunto del año.

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