La memoria se puede entrenar

El Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga programa al año 33 talleres de memoria para mayores de 55 años · Los cursos pretenden ayudar a la vida cotidiana con trucos para evitar los olvidos

La psicóloga Mariló Ruiz explica a su grupo de Puerta Blanca las claves para seguir con los ejercicios mentales en casa.
Cristina Fernández / Málaga

25 de enero 2009 - 01:00

María se dejó varias veces la puerta de su casa abierta de par en par cuando salió a hacer la compra. La memoria comenzaba a jugarle malas pasadas y en la Asociación Mañana de Puerta Blanca supo de la existencia de talleres para ejercitar la mente. Hace tres meses inició este curso gratuito que organiza el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga. El pasado jueves fue su último día. Junto a ella, otras 15 mujeres y un hombre, Antonio, han aprendido de la mano de la psicóloga Mariló Ruiz técnicas y trucos para espantar el olvido y facilitar así la vida diaria.

Un total de 20 sesiones de hora y media componen este taller en el que participan grupos de unas 15 ó 20 personas. "Les damos pautas para que en casa sigan utilizando las estrategias necesarias para ejercitar la memoria", dice la psicóloga. Estos cursos se iniciaron en 1998 y la edad de admisión se ha ido rebajando desde los 65 a los 55 años, edad mínima que se pide ahora "excepto casos puntuales de personas que tengan antecedentes de problemas de memoria en la familia", explica Mariló Ruiz.

El último día de clase se inicia con un ejercicio de atención. Dice la monitora que el principal problema de las personas mayores es que tienen una atención muy dispersa y "eso es lo que hace el olvido". "Intentamos mejorar actividades diarias, que no pierdan las llaves o el monedero, que recuerden apagar el gas o tomarse la pastilla", dice la psicóloga. "Yo siempre les digo que la atención es como una cámara fotográfica, que si no centramos nuestro objetivo en lo que queremos recordar, esto no se va a grabar nunca", añade. Y los olvidos hacen perder mucho tiempo.

Matilde tiene 83 años y sabe que, como les ha repetido Mariló hasta la saciedad, "siempre hay un lugar para cada cosa y cada cosa ha de estar en su sitio". Junto a sus compañeros, Matilde realiza un ejercicio de un libro fabricado por los psicólogos de la Asociación de Actividades Malagueñas Jábega, a la que pertenece Mariló Ruiz. Además de ejercicios sobre el papel, la monitora les enseña diapositivas y les hace rellenar fichas. Contar letras o grupos de palabras, recordar lo que hay en el dibujo, explicar estrategias para recordar el DNI, asociaciones de palabras, ejercicios de visualización, recordar caras con nombres son algunos de los ejercicios que se han realizado en los últimos meses.

"Ante todo les digo que quiero que tengan muy claro que la edad no interviene en el tema, sino que al pasar los años dejamos de hacer gimnasia mental", asegura la psicóloga. Por eso es importante, subraya, que además de asistir dos veces por semana al centro social hagan deberes en casa. "Evaluamos antes y después del taller y todos los participantes mejoran, los que traían memoria débil alcanzan la normalidad", sostiene Mariló Ruiz.

Pero hay mucha demanda y no todos los solicitantes se pueden hacer con una plaza en uno de los talleres que ofrecen los distritos de la capital. Del grupo de Puerta Blanca que terminó el pasado jueves Ana, de 84 años, ha sido la mayor. "Tenía muchísimos fallos y empecé a buscar algo para distraerme y recordar lo que estaba olvidando", asegura Ana, que cuando murió su marido comenzó a dedicarse tiempo a sí misma. "Este taller es estupendo, se aprende mucho, nos hace recordar, escribimos, leemos...", afirma Ana y sus compañeras la apoyan. "Yo tenía la costumbre de dejar las llaves donde me parecía y después me volvía loca, tenía las neuronas que no sabía dónde estaban", dice con humor Paqui.

Desde que asisten al curso, Paqui pone notas en el frigorífico para no olvidar lo importante. Y a Antonio, de 79 años, también le ha mejorado su actividad mental. "Se aprenden muchas cosas aquí, se ejercita la memoria", dice Antonio y aunque reconoce que él siempre ha sido ordenado "se presta menos atención y la memoria falla".

Al año se dan 23 talleres de inicio en los diez distritos de la capital y diez de repaso, una actividad que comenzó en 2002. El trabajo de estos profesionales con los mayores de Málaga ha merecido el premio Francisco Roca en el último Congreso nacional de Geriatría y Gerontología.

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