A pesar de que el plazo dado por la Unión Europea terminó en 2001, aún hay 47 municipios en la provincia de Málaga que no depuran correctamente sus aguas residuales. Los mayores problemas se concentran en la comarca del Guadalhorce, la serranía de Ronda, la zona norte y algunos pueblos del litoral oriental. En total, unas 500.000 personas vierten directamente sus aguas sin depurar lo que contribuye a que la mayoría de los ríos sufran graves problemas de contaminación.

Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Nerja, Coín y Álora son sólo algunos de los municipios que no tienen una estación de tratamiento de aguas residuales o si la tienen no funcionan de forma adecuada.

Un informe elaborado por la Diputación de Málaga dentro de la Agencia 21 Provincial revela que 47 municipios carecen de depuradora, lo que eso está haciendo que los niveles de contaminación de los ríos de la provincia aumente de forma preocupante y que 14 municipios tengan problemas de calidad del agua.

Francisco Puche, autor del dictamen y presidente de la Red Andaluza por la Nueva Cultura del Agua, aseguró ayer que la contaminación de las aguas es "muy seria", sobre todo, en los pantanos del Guadalhorce donde se concentra el grueso del sector ganadero de la provincia y donde la mayoría de los pueblos no cuentan con un sistema adecuado de depuración.

La sobreexplotación de los recursos subterráneos es otra de las causas de la mala calidad del agua de algunos pueblos, ya que de esta forma aumentan los niveles de nitratos.

Los vecinos de la barriada de El Sexmo del municipio de Cártama son un claro ejemplo de esta situación. Por segundo año consecutivo tendrán que tener cuidado con el agua que sale por los grifos de sus casas que, aunque presenta una apariencia y olor igual al agua que cada día consumen, contiene unos altos niveles de nitratos que la hacen no apta para el consumo humano.

Por ello, ahora familias como la de Pedro Garrido tendrán que ir al supermercado o esperar al suministro de agua potable mediante camiones cisterna para poderse llevar un vaso de agua a la boca. "Nos han dicho que el agua que sale del grifo la podemos usar para fregar y ducharnos pero no para beberla, lo peor de esta situación es estar pendiente de que llegue la cuba de agua, aunque otros años también hemos sufrido cortes", explica Garrido.

Para los vecinos de este barrio que están acostumbrados a las interrupciones del suministro no ha llegado la noticia por sorpresa ya que casi todos los veranos pasan por estas mismas carencias y ahora toca esperar a que llegue cada lunes, miércoles y viernes el camión de agua potable que aporta la empresa Aqualia, concesionaria del servicio municipal de aguas de Cártama.

Desde la empresa explicaron que se ha comunicado el estado del agua a todos los residentes y que han tomado esta medida debido a que el agua tiene estas sales, los nitratos, en unos valores superiores a los establecidos por las autoridades sanitarias, lo que puede entrañar riesgos para la salud si se consume de manera continuada y especialmente en el caso de población vulnerable como mujeres embarazadas o bebés.