La Fundación La Caixa ha sido una de las primeras entidades que han acudido a la llamada de auxilio de Cudeca, una organización benéfica dedicada a los cuidados paliativos del cáncer y que se verá obligada a cerrar su unidad de ingresos de enfermos terminales en Benalmádena si no frena su déficit. La organización, fundada en 1992 por la británica Joan Hunt tras la muerte de su marido, ha atendido desde entonces de manera gratuita a más de 5.000 personas. La filosofía es clara y sencilla, se trata de dar más vida a los días que les quedan a estos enfermos terminales.

La ONG malagueña se ha ido ampliando y cuenta con tres equipos médicos proporcionando cuidados a domicilio, cientos de voluntarios, doce locales benéficos y un centro de día, que fue inaugurado por la Infanta Cristina. En él se encuentra la unidad de ingresos, que trata diariamente a unos 140 pacientes, a los que se ayuda a hacer la vida más fácil y a controlar el dolor. El servicio cuenta con diez camas, pero en el último año ha registrado un déficit de 600.000 euros, lo que lo hace insostenible si Cudeca no recibe más fondos y donaciones.

Ayer, la Obra Social de La Caixa firmó un convenio para aportar 7.500 euros con los que desarrollar un proyecto de participación de voluntarios en rastrillos benéficos durante este año. El acto tuvo lugar en la capilla del Centro Cudeca de Benalmádena, y acudieron el director de la oficina de La Caixa de Fuengirola, Manuel Gallego, Joan Hunt, Rafael Olalla, director financiero de la ONG, y la responsable del programa de voluntariado, Inmaculada Ruiz.

El restaurante la Sacristía del Rey, fiel a su condición de vinacoteca, celebra durante todo abril catas con las más prestigiosas bodegas de España, que se acompañan con menús de maridaje diseñados para la ocasión. El martes, la firma riojana El Coto inauguró el evento en el restaurante de Sor Teresa Prat. Hoy siguen las jornadas con Enrique Pérez, enólogo de la bodega jerezana Paternina.