Málaga

El 'monstruo' burocrático de la educación

  • La elección de personal, la construcción y arreglo de infraestructuras y la compra de equipamientos son las tres claves de la planificación en la delegación

Personal, infraestructuras y equipamientos. El monstruo burocrático de la Educación se rige por estas tres premisas para poner en funcionamiento cada año el curso escolar. "En Educación se trabaja los 12 meses del año, ya que desde el mismo día en el que comienza un curso se empieza a trabajar en el próximo", explicó a este periódico el delegado provincial de Educación de la Junta de Andalucía, Antonio Escámez.

Lo primero es planificar y detectar las necesidades de escolarización en la provincia. Para ello, desde el Servicio de Planificación y Escolarización de la Delegación "constantemente se trabaja para conocer cuál es la demanda escolar en cada una de las zonas de los municipios de la provincia", explicó el responsable del área, Marcelo Gaitán. Una vez conocida, desde la Junta se inician los proyectos de construcción de nuevos colegios de Educación Infantil y Primaria, así como institutos de Secundaria.

"Estas planificaciones se pueden desarrollar a corto y a medio o largo plazo, puesto que para la construcción de un nuevo centro escolar es necesaria la cesión de suelos, esperar los plazos para la licitación y la posterior ejecución de las obras. Es un proceso complicado que requiere de un tiempo hasta su finalización", puntualizó Escámez.

También se estudian las obras de remodelación y ampliación de centros existentes. "Todas estas obras se suelen ejecutar durante la época no lectiva, para que así estén finalizadas para el inicio de cada curso escolar", indicó el delegado de Educación. Por ejemplo, durante este verano se han invertido 1,5 millones de euros en 44 actuaciones de remodelación y reparación de los centros escolares afectados por las lluvias caídas el pasado invierno.

En ocasiones las nuevas construcciones no están acabadas para cuando se necesitan. En este punto surgen las aulas prefabricadas o barracones. "En ocasiones, pese a existir la previsión de la construcción de un centro escolar, este no se ha podido hacer por la falta de suelo u otro motivo. Por ello, desde la Junta se opta por la instalación de aulas prefabricadas cuyo empleo tiene un carácter totalmente temporal", recalcó Escámez.

Con las infraestructuras construidas, toca el turno del equipamiento. Lo primero es dotar a todos los centros de los materiales necesarios para que se desarrolle el curso (mobiliario, libros, pizarras, etcétera). "Por ejemplo, el mobiliario de un IES ronda los 224.000 euros", explicó el delegado de Educación. Además, con la introducción del Plan Escuela TIC 2.0, los centros están empezando a instalar pizarras digitales, proyectores y ordenadores, a lo que hay que sumarles el libro digital, que se van incorporando cada vez más a las aulas de la provincia.

Dentro de este apartado, también se encuentran las enseñanzas a impartir. En el caso de la Formación Profesional (FP) es el mercado laboral el que determina la oferta de la enseñanza. Respecto a qué materias se ofertan en las diferentes ramas de Bachillerato, son los propios centros los que las deciden en sus consejos escolares. Esta decisión debe tomarse antes del mes de marzo, para que el personal esté seleccionado antes de que comience el curso en septiembre.

Tras la decisión, Educación oferta las plazas a cubrir, según las necesidades de cada centro. De esta forma se comienza con la tercera premisa a tener en cuenta a la hora de preparar un curso escolar: el personal. Aquí hay que diferenciar entre profesorado -la provincia cuenta con unos 20.000 docentes- y el de administración y servicios.

Una vez conocida la oferta de plazas, desde Educación se tiene en cuenta las comisiones de servicios, la interprovincial y la intercomunitaria. Esto es, "aquel docente que tenga plaza y que por motivos de salud personal o de un familiar directo necesite un traslado, ya sea en la misma provincia, comunidad o entre regiones, será uno de los primeros casos que se estudie ", explicó el delegado provincial.

Una vez finalizadas estas vías, se opta por los interinos. "Las plazas se cubren a través de la bolsa de interinos, en la que se respeta escrupulosamente el orden", recalcó Escámez. Asimismo, se procede a la elección y colocación de efectivos en los sectores de administración y servicios.

Al margen de todos estos aspectos, la Delegación de Educación también debe tener en cuenta cada curso escolar las aulas matinales, el Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), los cheque-libros, las Aulas Temporales de Adaptación Lingüísticas (ATAL), las becas, etcétera.

Escámez puso como ejemplo el hecho de que el pasado año 523 alumnos fueron beneficiaros de la beca 6000 y este año la cifra aumenta hasta las 600 plazas. Asimismo, destacó que pasado año más de 1.604 alumnos participaron en las Aulas Temporales de Adaptación Lingüísticas, lo que les permitió "seguir el mismo ritmo escolar que el resto de sus compañeros que conocen el idioma", puntualizó.

También destacó la "lucha intensiva" de la Junta contra el fracaso escolar. En este punto, destacó que esta año un total de 2.920 alumnos participarán el Programa de Cualificación Profesional Inicial que se imparten en 72 Institutos de Educación Secundaria de la Provincia.

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