Málaga

Una mujer sola con dos hijos se enfrenta a una orden de desahucio

  • La afectada está a la espera de la entrega de una vivienda de segunda ocupación y quiere frenar su desalojo para no verse sin casa hasta su futura adjudicación

Tiempo. Eso es lo único que pide Rebeca Heredia, vecina del barrio malagueño de La Trinidad que se enfrenta con una orden de desahucio en su actual vivienda, prevista para esta mañana a las 9:00. La Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) se citó a las 7:00 para intentar frenar esta acción y ganar unos días cruciales para el futuro de esta mujer. Heredia no se niega a abandonar el inmueble. Lo haría de buena gana, pero está esperando lo que dice que le prometió el Instituto de la Vivienda: un hogar de segunda ocupación.

"La única casa que tengo es esta y tengo dos hijos. Estoy a la espera de que me den una vivienda y mientras que me la dan no sé qué hacer. Yo no me niego a entregar las llaves, pero necesito tiempo" exponía la afectada ayer resumiendo su situación.

Todo esto se agrava con la enfermedad de uno de sus dos hijos. Ella se separó hace cinco años y tiene un niño y una niña. Esta última padece de púrpura trombocitopenica, una enfermedad crónica por la que la sangre sufre una disminución de plaquetas. Cualquier herida o golpe es un drama, y las visitas al Hospital Materno son continuas por la necesidad de transfusiones de sangre.

"Antiguamente tenía que ir al hospital cada cuatro días, después cada semana, luego cada dos y ahora de vez en cuando. En 2010 le quitaron el bazo y mejoró, pero ha vuelto a recaer. De repente no tiene nada que tienes que ir al hospital tres días seguidos", contaba la madre.

Tras intentar explicar su situación a su entidad bancaria con nulo resultado e tratar de buscar apoyo en diversas asociaciones, ha sido la posibilidad de una vivienda lo que ha esperanzado a Rebeca Heredia. Ella se ha movido por todos los organismos posibles para tratar de conseguirla.

"El tema de la vivienda de segunda ocupación y el alquiler social son las opciones que buscaba". Sopesando pros y contras. Porque un alquiler también exige un pago regular al que ahora no puede hacer frente. Una vivienda de segunda ocupación también dependería de la zona en que se la adjudiquen debido a la enfermedad de la niña. "Hay zonas de la ciudad en las que me sería complicado residir", se lamenta.

Heredia lleva sin trabajar seis meses. Su último empleo fue en un supermercado. También aquí ha buscado, pero la situación general se la ha llevado por delante. Son más de tres años los que no ha podido pagar la hipoteca, por la precariedad y la poca duración de los empleos a los que ha podido acceder en este tiempo.

Los últimos meses los ha empleado en buscar un empleo y ha dedicado tiempo y esfuerzos a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Su caso, desgraciadamente, es un grano de arena en la montaña de desalojos que se están produciendo en estos momentos. Ahora, el tiempo parece haberse acabado para Rebeca en este trance duro que vive. Su esperanza es que le entreguen la vivienda prometida antes de tener que abandonar su actual domicilio, y la esperanza es lo último que se pierde. Pero hoy cumple un plazo.

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