Por estas fechas abundan en los medios los datos fríos, sin rostro, sobre la violencia de género. Pero detrás de ellos hay historias tan inconcebibles como la de Gema, Belén o Josefa. Vidas rotas por una mano opresora que creyó que se lo merecían, que las ponía en el sitio en el que debían de estar, sometidas, humilladas, calladas. Y es que tan sólo el 20% denuncia a su agresor. Según las cifras del primer semestre del año aportadas por el Consejo General del Poder Judicial, un total de 4.340 mujeres interpusieron denuncia en Málaga. "El resto está sumergido en la violencia, solo vemos la punta del iceberg", considera María del Carmen Moreno, coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).

Esta entidad autonómica posee en la provincia hasta 90 plazas en sus diferentes recursos de acogida. Hasta el pasado 20 de noviembre acudieron a ellas un total de 286 personas, 137 mujeres y 149 hijos e hijas de éstas, considerados también víctimas en Andalucía.

En el primer semestre del año más de 4.300 mujeres interpusieron una denuncia en Málaga

Estos datos han experimentado un leve descenso con respecto al año pasado, que fueron 303 en el mismo periodo del año. Sin embargo, el acogimiento a víctimas de maltrato ha subido un 11% en otras provincias andaluzas, haciendo que el total pase de las 2.150 personas atendidas en 2016 a las 2.339 de este año. Este recurso está compuesto por el centro de emergencia, las casas de acogida y los pisos tutelados. "Los centros de emergencia son la puerta de entrada cuando tienen problemas de protección, se trata de un lugar transitorio con espacios comunes en los que permanecen poco tiempo hasta que se estudia el caso y se determina su paso a una casa de acogida", explica la coordinadora provincial del IAM. Luego pasan a viviendas en las que cuentan con mayor autonomía hasta los pisos tutelados, "que están ahí para cuando ya ha salido de la situación de peligro y tienen una situación más normalizada".

Con todas estas mujeres se realiza una atención integral. También las que se acercan al centro provincial y a los 21 centros repartidos por los distintos municipios de la provincia, además de las que piden asistencia telefónica. Desde enero hasta el 31 de octubre de este año se han atendido 3.644 consultas sobre violencia de género y casi 7.800 hijos atendidos, aunque no sólo por problemas relacionados con el maltrato, también por temas relacionados con la custodia o el paso de pensiones. "Por edad, se rubrica la tendencia de que las más afectadas por la violencia de género son los tramos de 30 a 39 años y de 40 a 49 años, en los que no ha habido incremento con respecto al año pasado, solamente ha crecido levemente las consultas de mujeres menores de 20 años", explica María del Carmen Moreno.

"Detrás de cada mujer hay una historia diferente, eso sí, todas con algo común, que es la violencia, pero no existe un perfil determinado, se sufre por el hecho de ser mujer, nadie está a salvo", considera la coordinadora provincial del IAM. Y apunta todo lo que queda por hacer para deconstruir siglos de desigualdad.

"Es un problema muy complejo porque la sociedad todavía tiene que hacer mucho, asimilar, concienciarse, actuar, coeducar en casa, en la escuela, en los medios de comunicación, en las redes", afirma Moreno. "Trabajamos desde la base porque solamente desde una educación en igualdad a partir de edades temprana vamos a conseguir una sociedad libre de machismo, que es lo que produce la violencia", apunta y reclama la puesta en marcha con urgencia de las 200 medidas contempladas en el pacto de Estado y su financiación económica.