Málaga

"En la música a la mujer le cuesta encontrar el espacio que merece"

  • Especialista en la música española en general y en la obra de Antón García Abril en particular, la carrera de esta joven malagueña está plagada de éxitos y también de retos para llevar la música a todos los rincones

Paula Coronas comunica con la palabra que regala amablemente, con sus gestos cercanos y, sobre todo, con sus manos sobre las teclas de un piano. Cuando a los 12 años ganó su primer concurso quedó atrapada en una vida guiada por el arte.

-Se encuentra muy ajetreada ultimando su tesis doctoral sobre Antón García Abril...

-La quiero leer para febrero o marzo. Ha sido un trabajo muy bonito porque en todo momento he contado con la ayuda del maestro García Abril, un testimonio único, además de contar con su archivo personal.

-¿Qué resaltaría de la obra de García Abril?

-Me quedaría con la originalidad de transmitir un mensaje moderno basado siempre en las fuentes clásicas de la música española, de los grandes compositores como Albéniz, Falla, Turina, Granados... e imbricarlos en el siglo XXI con un fuerte poder comunicador. Es uno de los compositores más programados en nuestras salas. También destacaría el valor de la melodía en su música.

-Ha basado gran parte de su carrera a la música española, ¿cree que hace falta rescatarla?

-Sí, hace falta. Sobre todo investigar sobre autores que están muy perdidos, olvidados, como el caso de José Muñoz Molleda en el que estoy trabajando para grabar sus dos conciertos para piano y orquesta, que no se han grabado nunca. Y tantos otros, como Rodolfo Halffter, Roberto Gerard, Manuel Castillo... Necesitan ser mucho más programados y conocidos, en España muchas veces tiramos a la baja.

-¿Cómo está el panorama musical en España?

-Yo creo que ha mejorado mucho. Se han abierto muchos conservatorios, más orquestas para incorporar a los jóvenes, más salas de conciertos y más público. Aunque todavía con respecto al extranjero hay un salto cualitativo. Sobre todo con respecto al sistema educativo. La enseñanza obligatoria hace que al alumno que está en el conservatorio tenga mucha carga lectiva y no pueda centrar su inquietud musical de lleno. En otros países, chavales con 14 ó 15 años ya son auténticos intérpretes de primer fila.

-¿Qué ocurre si se traslada el análisis a Málaga?

-Bueno, no estamos mal. Málaga tiene una gran tradición de conservatorios, de hecho nuestra Sociedad Filarmónica es de las más antiguas de España. También el Conservatorio Superior lo mantenemos, eso es un reto, en el que hay un alumnado importante. Y el resto de conservatorios. La cantera no está mal, aunque falta el auditorio tan querido, que haya más orquestas, que se programe más y que a los jóvenes con talento se les de más espacio.

-¿Es difícil hacer carrera desde Málaga?

-Es un poco difícil. Aún hay que pisar salas de conciertos de Madrid y Barcelona casi por obligación para consolidarte. Pero las distancias se están acortando mucho y yo, por ejemplo, he tenido la suerte de encontrar siempre eco en los medios de comunicación, y eso es una gran ayuda. Aunque sí, hay que luchar mucho desde cualquier sitio. Ésta es una carrera muy competitiva, en la que hay mucha gente y tienes que destacar por algo.

-¿En qué intenta usted destacar?

-Intento abrirme camino por la música española, porque me gusta, porque quiero que se le de un sitio destacado y porque creo que puede ser una proyección buena para mí. Hay que tratar de encontrar algo que te distinga, una particularidad dentro del camino que hayas elegido.

-¿Es especialmente complicado ser mujer en su profesión?

-Sí, es difícil, la verdad. Como en todo a la mujer le cuesta encontrar el espacio que merece cuando vale realmente, aunque obviamente hay que demostrar un talento. Pero es verdad que hay muchos pianistas que por ser hombres han estado mitificados. En los concursos lo he notado mucho, me ha costado.

-Pero la cosa está cambiando...

-Sí, afortunadamente cada vez hay más directoras de orquesta mujeres, compositoras e intérpretes, pero aún somos muy pocas. Bueno, las que estamos, estamos.

-Usted tendrá que abrir caminos a las que vengan detrás...

-Bueno, tenemos el importante papel de no desfallecer en el camino. La familia ha de entender que la profesión de artista va contigo.

-¿Ya no entendería otra manera de vivir?

-No. El ser pianista es una manera de entender la vida y ojalá tenga tiempo por delante para poder recorrer los sueños que tengo. El piano tiene tanto repertorio, tanta literatura, tantos compositores y técnicas nuevas que siempre falta tiempo para hacer cosas.

-Hay muchos retos entonces por delante.

-Cuando toco lo más importante es transmitir, decir algo nuevo. Mi mayor ilusión sería que el público, cuando oiga una grabación mía diga, "ésta es Paula Coronas". Me encantaría ser original, diferente en mi interpretación. También me gustaría grabar mucha música española, hacer conferencias conciertos, circuitos didácticos, tocar mucho más con orquestas y tocar más en el extranjero. En el arte aún hay muchos caminos por explorar y eso siempre te anima a seguir.

-El Auditorio debería de estar ya construido hace años...

-Desde luego, pero al menos este proyecto parece ir adelante. Málaga se lo merece porque hay mucha afición, muchos melómanos, asociaciones... que lo demuestran día a día. Hoy se llenan las salas, cosa que cuando era pequeña no pasaba. Probablemente los conservatorios tengan mucho que ver en esto.

-¿Qué cree que le hace falta a Málaga?

-Considero que ha mejorado mucho la gestión desde las instituciones, pero falta la implicación privada para llevar la cultura a todos los ámbitos y luchar para que ésta se convierta en un bien de primera necesidad. Esto es un trabajo que tenemos que hacer entre todos.

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