Málaga

Tres nuevas depuradoras tratan ya las aguas fecales de 500.000 personas

  • Las instalaciones entraron en funcionamiento ayer después de más de 12 años de espera desde que fueran declaradas de interés general por el Gobierno central, junto con otras obras para completar el saneamiento integral de la Costa del Sol

Más de doce años han tenido que pasar para que tres de las depuradoras, que fueron declaradas urgentes por el último gobierno socialista de Felipe González, se hayan puesto finalmente en marcha. Las plantas de Benalmádena, Fuengirola-Mijas y Ronda -la única de interés general que no está ubicada en la Costa del Sol- funcionan desde ayer y tienen una capacidad para tratar las aguas residuales de medio millón de personas.

Más de 70 millones de euros han costado las tres plantas depuradores que forman parte del protocolo de colaboración que el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía firmaron cuando ésta asumió las competencias en 2005 para impulsar las obras pendientes del saneamiento integral del litoral malagueño.

La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, inauguró ayer la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Benalmádena, que prestará servicio a 200.000 personas y que ha supuesto una inversión de 22 millones de euros.

Esta estación ha tenido que ser reconstruida tras quedar completamente devastada por un incendio que la redujo a cenizas en mayo de 2004 por culpa de la chispa de una máquina soldadora.

Durante el verano ha llegado a tratar hasta 23.000 metros cúbicos de aguas residuales al día, aunque podrá asumir una carga contaminante de 40.000 metros cúbicos diarios en temporada alta equivalentes a una población de 250.000 personas. Además, la depuradora incorpora el tratamiento terciario para el riego de parques, jardines y campos de golf.

"Con la puesta en funcionamiento de esta estación se da respuesta a los requerimientos de los ciudadanos y de la Unión Europea de que la Costa del Sol cuente con un sistema óptimo de depuración de aguas", afirmó la consejera de Medio Ambiente.

Los técnicos de la obra explicaron que en la construcción se han utilizado tecnologías avanzadas y compactas que han permitido reducir al máximo el impacto visual de la planta, que se encuentra integrada en pleno casco urbano.

Otro aspecto importante es el tratamiento del aire del interior de la edificación con el fin de eliminar cualquier emisión de malos olores. Como particularidad, todo el proceso de depuración se produce dentro de un recinto cerrado, lo que reduce los olores y convierte a esta planta en la única de España con estas características.

El alcalde de la localidad, Javier Carnero (PSOE), aseguró que con la nueva depuradora se cubren "con creces" todas las necesidades del municipio y apuntó que cuenta con el compromiso de la consejera "para llevar a cabo cualquier actuación en la instalación de forma inmediata si fuera preciso".

Ayer también entró en servicio la ampliación de la depuradora de Cerro del Águila, que trata las aguas residuales de Fuengirola y Mijas y que permitirá el tratamiento terciario de 60.000 metros cúbicos de agua al día. Con esta obra, la planta ha triplicado su capacidad anterior y atenderá a una población equivalente de casi 200.000 personas.

En Ronda habrá que esperar hasta principios de año para que se produzca la inauguración de unas instalaciones que, tras comenzar a rendir ayer al máximo de sus posibilidades, han estado depurando parcialmente las aguas del municipio desde mediados de septiembre.

La nueva estación depuradora, según declaró ayer la diputada rondeña Ana Fuentes (PSOE), "fue un compromiso personal de la ministra Cristina Narbona, quien realmente ha hecho posible que ya esté en marcha la depuradora" y recordó que "permitirá definitivamente que el Tajo esté limpio y puedan evitarse así los problemas que los malos olores ocasionaban al turismo".

Ronda no tenía depuradora desde hace 25 años, cuando se decretó el cierre de la planta que había en el mismo fondo del Tajo, en el cauce del Guadalevín. Desde entonces, las aguas sucias de la ciudad se vertían directamente al río, lo que ha provocado continuas quejas de los grupos ecologistas de la ciudad, que advierten ahora que "serán necesarios muchos años para que desaparezca toda la contaminación que queda en los fondos del río", según Silvema Ecologistas en Acción.

Ahora el debate se centra en si las instalaciones contarán o no con un sistema de filtración terciario para que las aguas puedan servir para el riego de nuevos complejos urbanísticos asociados a los campos de golf.

La consejera manifestó que con estas actuaciones la provincia de Málaga se pone al día en materia de depuración por lo que a partir de ahora todos los planeamientos urbanísticos deberán contemplar las infraestructuras necesarias para la utilización de agua depurada.

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