TAN sólo tiene 70 casas y su población no llega ni siquiera a las 200 personas, pero ya tiene expectativas de convertirse en uno de los núcleos más importantes de la comarca de Antequera. No sólo de esta zona, de toda la provincia de Málaga. ¿Cuál es el motivo? La llegada del AVE. La pedanía antequerana de la Colonia de Santa Ana era hasta hace un año un anejo desconocido para muchos ciudadanos, para la mayoría de los malagueños, pero la estación de tren Antequera-Santa Ana, inaugurada hace un año y por la que pasará el tren de alta velocidad que se dirige a la Costa del Sol, la ha convertido en uno de los puntos estratégicos para muchos inversores.

Según el alcalde pedáneo de la Colonia Santa Ana, Francisco Trascastro, el pueblo "aún no ha notado" la puesta en funcionamiento de la estación porque está recién instalada, aunque afirma que la Colonia "se va a convertir en un pueblo importante porque estamos en el corazón de Andalucía". "Creo que va a ser como una zona de descanso para mucha gente, hay algunos vecinos que han recibido ofertas de promotores que quieren comprar terrenos", explica.

El alcalde pedáneo tiene claro por dónde puede ir el interés de los empresarios: "Pensamos que es para construir viviendas, hoteles y restaurantes; éste es un pueblo muy tranquilo y muchos jóvenes se marchan de aquí en busca de más actividad, pero pronto dará trabajo a más gente".

Sin embargo, para Trascastro, trabajador prejubilado de Renfe, el AVE no sólo traerá beneficios a la pedanía. Considera que el trazado de la línea de alta velocidad también tiene su lado negativo. "Ha hecho daño en el medio ambiente y en la agricultura porque es un trazado muy grande", apunta. Además, afirma que por ahora, "la estación no ha dado trabajo a nadie del anejo, tan sólo trabaja en el intercambiador una persona del municipio de Humilladero".

En este sentido, el edil apuntó que Renfe "ha cambiado mucho desde que yo empecé a trabajar hace 20 años". A su juicio, "ahora hace falta muy poco personal". Considera también que han cambiado los hábitos, porque "la gente viaja más en coche que en tren, a pesar de que el transporte por carretera perjudica más el medio ambiente y el ferrocarril es más limpio y rápido".