Aumentan y con creces los inmigrantes llegados en pateras a las costas de Málaga. En lo que va de año, ya suman 1.828, más del doble que los 800 que arribaron en todo 2016. Los últimos fueron rescatados por Salvamento Marítimo en la noche del pasado jueves y esta pasada madrugada estaba prevista la llegada de otras dos embarcaciones con 69 inmigrantes más; entre ellos, siete mujeres y dos niñas. Una de las barcazas traía 36 personas a bordo y la otra, 33.

La oleada de pateras obliga a extremar la coordinación y colaboración entre la Policía Nacional y Cruz Roja para dar respuesta a esta emergencia humanitaria. Por eso, los voluntarios de la ONG son clave desde que los inmigrantes pisan el puerto hasta que los agentes los ponen a disposición judicial.

Esta madrugada tenían previsto llegar dos pateras más con 69 inmigrantes en total

El jueves pasado, por segunda vez en menos de una semana, Cruz Roja tuvo que montar un centenar de camas en la pista del pabellón de Ciudad Jardín para que los inmigrantes tuvieran un sitio donde dormir. Debido a que llegaron dos pateras con 113 personas en total en pocas horas, el espacio que habitualmente se habilita en la Comisaría Provincial para alojarlas se quedó pequeño. La ONG tuvo que solicitar autorización al Ayuntamiento de Málaga -propietario del polideportivo- para instalar un dormitorio colectivo improvisado sobre la pista donde otros días se juegan partidos de balonmano y baloncesto.

Fue la tercera vez en las que las instalaciones se habilitaron para acoger a los inmigrantes. La primera ocurrió a mediados de junio pasado, cuando arribaron tres pateras. La segunda, el último fin de semana en que se repitió una situación similar. Y la tercera, en la noche del jueves en que llegaron dos embarcaciones con pocas horas de diferencia.

Cuando los inmigrantes rescatados rondan el centenar -como sucedió hace un par de días- las instalaciones de la Comisaría no pueden cobijar a tantas personas. La ONG tiene las camillas para dar una respuesta inmediata en estos casos, como también ocurrió tras el incendio de Mijas de hace unos años o las inundaciones de Villanueva del Rosario. "Ya serán las Administraciones las que tendrán que valorar, en función de la tendencia de llegada de pateras, si esto sigue ocurriendo, si es necesario o no, otra solución", apuntó un portavoz de Cruz Roja.

Lo que sí se sigue reivindicando desde la ONG son unas instalaciones en el puerto donde hacer su primera atención a los inmigrantes. En la actualidad, los voluntarios deben improvisar una tienda de campaña donde dan alimento, mantas y atención humanitaria básica a los rescatados. Hace siete meses, la Autoridad Portuaria ofreció al Ministerio del Interior un espacio de unos 400 metros cuadrados en la zona de la lonja pesquera para dar una solución definitiva a este déficit. Ayer, el diputado nacional del PSOE Miguel Ángel Heredia criticó que Interior no haya dicho "absolutamente nada", ni exista "un compromiso de fechas, ni de inversión".

Fuentes de la Subdelegación aseguraron que la intención del Gobierno es dar "una respuesta permanente" a esa falta de instalaciones en el recinto portuario para acoger a los inmigrantes llegados en patera. El problema es que el espacio ofrecido por el Puerto requiere una obra importante y el Gobierno central no quiere asumirla en solitario.

Heredia, que visitó el recinto, recordó que la Administración central dotó de esas instalaciones a los puertos de Motril y Almería. Sin embargo, hizo hincapié en que sigue sin crearlas en Málaga, por lo que se preguntó si el Gobierno considera que el de aquí es "un puerto de tercera categoría". El diputado insistió en su demanda de que el Gobierno dote "de forma inmediata" de unas instalaciones donde atender "dignamente" a los inmigrantes que llegan a las costas de la provincia.

Cada vez que llega una patera al puerto, se movilizan por lo menos unos 30 voluntarios para darles una primera asistencia humanitaria, que incluye alimentos y mantas. Los menores pasan al cuidado de la Junta. Los mayores quedan bajo custodia de la Policía Nacional hasta su paso a disposición judicial. Tienen que comparecer ante el juzgado de guardia porque cometen una infracción administrativa -que no un delito- contra la Ley de Extranjería. El juez determina entonces su ingreso en un centro de internamiento (CIE) hasta su expulsión.