Durante el pasado año, cada día en la provincia una media de casi cinco mujeres solicitaron una orden de protección ante el temor de acabar siendo otro caso más a sumar en el lamentable balance anual de asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas. Sin embargo, para la mitad de ellas, los jueces no lo estimaron necesario y acabaron por desestimar la petición. Dicho de otro modo, en Málaga 1.170 mujeres solicitaron protección policial durante el 2014 y sólo lo consiguieron el 48,6% de ellas. Esta es la medida más alta de protección que una víctima de malos tratos puede solicitar en los Juzgados de Violencia de Género e implica tener a agentes de Policía a disposición de la mujer las 24 horas del día.

Los datos, recogidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), empiezan a generar cierta preocupación entre las mujeres víctimas de violencia de género. En sólo tres ejercicios, se ha pasado de que se denegaran el 37,8% de las solicitudes de órdenes de protección al 51,3% de 2014. Desde el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) explican que estas peticiones tan específicas las realizan las mujeres que temen por su vida y habiendo sido asesoradas jurídicamente de forma previa, por lo que "es muy preocupante cuando acuden en busca de protección y no encuentran una respuesta por parte de la justicia", explica la coordinadora del IAM en Málaga, Estefanía Martín Palop.

Cruzando la cifra de 1.170 solicitudes de protección con las 6.226 denuncias por malos tratos que se interpusieron en los juzgados de la provincia el pasado ejercicio, supone que algo menos del 19% de las mujeres que denunciaron a sus parejas o ex parejas solicitaron una orden de protección, lo que refleja que no es precisamente una petición que se realice de forma indiscriminada por parte de las mujeres. La coordinadora del Instituto de la Mujer pone el acento en el largo proceso judicial al que se enfrentan las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia doméstica y en la "alarma que se genera entre otras víctimas a la hora de ir a poner una denuncia, cuando ven que a otra que conocen le han denegado la protección". Incluso la víctima a la que se le ha denegado, muchas veces abandona.

En la búsqueda de posibles causas, Estefanía Martín Palop no quiere ni oír hablar de falta de recursos, porque en cuestiones tan importantes como los malos tratos han de proporcionarse en base a las necesidades que se vayan generando. "Contra la violencia de género no pueden existir excusas de crisis ni austeridad, es y tiene que ser una prioridad", afirma tajante.

Flor de Torres, fiscal decana de Violencia a la Mujer en Málaga y fiscal delegada de Andalucía de Violencia sobre la Mujer, no entra a valorar la relación entre las órdenes de protección que se solicitan y las que se adoptan o se deniegan, "hay que ver caso a caso", asegura. "No obstante, hay que tener en cuenta que en ese 50% que se deniegan entrarían el amplio numero de mujeres que han solicitado la medida policialmente y que en el juzgado no quieren declarar", matiza la fiscal, por lo que para analizar esta medida de protección habría que tener en cuenta el porcentaje de renuncias.

Las denuncias presentadas durante todo el 2014 en Málaga sí que han experimentado un descenso de un 4,5% -en 2013 se registraron 6.520-, lo que también le preocupa a la coordinadora del IAM; si se tiene en cuenta la encuesta presentada hace unos días por el Gobierno central, elaborada en colaboración con el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), y que arroja que el 12,5% de las mujeres de más de 16 años ha sufrido violencia física o sexual de sus parejas o ex parejas. Además, en las llamadas recibidas en el teléfono de atención a la mujer en el último año se ha experimentado un aumento del 6% en las consultas relacionadas con malos tratos, por lo que "si vemos más mujeres y llegan menos denuncias, algo no cuadra".