LA vida del empresario malagueño José Porras está ligada a la hostelería. En estos momentos, tras varias décadas de experiencia, es propietario del grupo Trillo, que posee dos restaurantes en el centro, otro en el puerto y un bar de copas.

-¿Qué tal ha ido la Semana Santa? Se veían llenos todos los restaurantes.

-Hacía años que no teníamos una Semana Santa completa con tan buen tiempo. Sin duda alguna esto ha animado a mucha gente a disfrutar en la playa y de las procesiones y, por consiguiente, el ambiente cambia totalmente. Los negocios se llenan, la hostelería disfruta y esta Semana Santa ha sido histórica.

-¿Se ha superado ya la crisis?

-No, no. Pero creo que vamos en un camino lento pero casi seguro. Los bares se ven llenos, pero en los fines de semana y en fechas clave como Navidad, Feria o Semana Santa pero el consumo no es el mismo. Entendemos que el bolsillo no está igual que antes. La gente mira más las cantidades, los precios y comparten más cosas.

-Ahora parece que vuelve a estar de moda la tapa, que en teoría sale más barata.

-Sí, la gente está buscando un segmento más económico y por eso está surgiendo otra vez la tapa. Yo lo veo positivo, pero hay que mirar que siempre hemos buscado un segmento de calidad alta en Málaga.

-¿Teme que haya demasiada oferta low cost?

-No, pero sí pienso que no debemos centrarnos exclusivamente en eso. Con las escuelas de hostelería, las estrellas Michelin y otras cosas Málaga ha ido creciendo en hostelería. El bajo coste suele tener las patas muy cortas, porque cuando la gente tiene un poder adquisitivo un poco más alto busca más calidad y servicio. Exiges más y eso tiene más coste.

-Cada vez se abren más bares y restaurantes, sobre todo en el centro. ¿Hay sobre oferta?

-Málaga es una potencia y el sector de hostelería es vital en generación de empleo y ambiente. Las empresas son libres de montar lo que quieran. El mercado se tiene que autorregular. Hay gente que piensa que somos demasiados, pero lo que sí es cierto es que hay unas expectativas muy buenas. La hostelería está dando oportunidades a la gente para intentar salir de la crisis. Yo aconsejo que cuando alguien vaya a montar un negocio de hostelería que lo mire mucho, que lo estudie, que acuda a una asociación para que le ayuden y vea las posibilidades del sitio, el alquiler y la rentabilidad porque no me gustaría que mucha gente, por montar un negocio rápido, luego tenga problemas.

-Hay varios grupos hosteleros malagueños más o menos grandes como el suyo, La Reserva, Gorki... ¿ha habido concentración con la crisis?

-No creo que haya concentración. Nosotros llevamos 40 años trabajando como grupo. Antes estábamos centrados en La Malagueta, con diez locales, y hace 20 años nos abrimos al centro porque pensábamos que ahí estaba el futuro con El Trillo. En este periodo hemos visto que venían más clientes, más turistas, más barcos, los museos han aportado más vida al centro y hemos ampliado dentro de nuestra zona. Pero creo que hay locales de mucha gente e incluso de franquicias que están viniendo y apuestan porque Málaga se está haciendo una ciudad distinta, con buena proyección.

-Veo que es optimista de cara al futuro.

-Si este país sigue como va, creo que la hostelería en Málaga tiene bastante que decir. Hay que mirar muy bien lo que se monta y no repetir todos lo mismo. Hay cosas que mejorar, como buscar más profesionales que hablen idiomas y estén formados en escuelas de hostelería, pero creo que hay campo abierto para nuevas empresas. Vamos muy bien, pero nunca podemos perder de vista la calidad. Para mí es vital, para que Málaga siga creciendo y la gente no solo venga por los museos sino que la hostelería sea una parte más de la oferta turística. El arte de la hostelería tiene que estar integrado en el arte de la ciudad.

-Hablando de formación, ¿qué le ha parecido el caos en las escuelas como La Cónsula o La Fonda?

-Es un tema complejo. La Cónsula es vital para Málaga. Tenemos varias estrellas Michelin que le han dado impulso a esta provincia. Tiene que seguir adelante sí o sí. Otra cosa es como gestionarla. Eso ya no sabemos nosotros como hacerlo, pero desde Amares [una asociación hostelera en la que es directivo] nos ofrecemos a colaborar.

-Centrándonos en el Grupo Trillo ¿qué proyectos o inversiones tienen previstas a corto o medio plazo?

-Tenemos El Trillo, El Rescoldo, el Moonlight y recientemente El Palmeral en el puerto. Ahora estamos al pairo, pero no descartamos montar otra cosa gastronómica en Málaga en un tiempo prudencial.

-¿En el centro también?

-Hay zonas como el Soho o La Malagueta, donde tenemos varios locales, que están creciendo. Está el Pompidou, el Museo Ruso... hay zonas en las que se abren nuevas expectativas y que no están tan en el centro.

-¿Cuántos empleados tienen?

-Unos 60 y luego hay contrataciones puntuales como en Semana Santa. El tejido hostelero es vital en Málaga porque ha tirado mucho del empleo. Hay mucha gente que está esperando la Semana Santa o la Feria para tener un contrato de uno o dos meses. Es un sector importante para tirar del carro.

-Gorki está ultimando quedarse con el restaurante Antonio Martín. ¿Qué le parece? ¿Pujó usted por él?

-No pujamos. Nos metemos en los negocios que vemos oportunos y nos llaman o nosotros pegamos en la puerta. Lo de Gorki me parece muy bien porque es un grupo iniciador del Centro. Son empresarios amigos y van a hacer una gestión magnífica allí, porque lo que van a montar allí es algo distinto a lo que hay en Málaga.

-Se ha abierto un mercado gourmet en La Malagueta y habrá otro en La Merced. ¿Qué le parecen este tipo de iniciativas?

-Lo veo muy positivo. Los he visto en Barcelona, Madrid o Sevilla y esto es bueno para Málaga. Se le da un nuevo atractivo al turista y a los malagueños, con 20 ó 30 barecitos e incluso espectáculos dentro de la plaza de toros.

-Es más competencia también.

-Sí, pero es algo legal y estamos abiertos a la competencia. Si la entendemos bien nos hace crecer a todos.

-Los hosteleros están en dos asociaciones, Amares y Mahos. Usted forma parte de Amares, ¿habrá unión?

-Mahos es una asociación magnífica y nosotros somos un impulso nuevo. Tenemos muy claro lo que queremos. Nos presentamos hace un año y dijimos que íbamos a luchar por la unión de los hosteleros, la cultura, por las tradiciones y que íbamos a seguir el impulso de Málaga. Nos llevamos magníficamente con ellos, vamos unidos a cualquier evento que afecta a la hostelería. Pero en cuanto a unirnos totalmente, ahora somos como primos hermanos y lo de hermanos ya lo veremos en el camino. No nos cerramos a nada.

-Una causa común es el asunto de las terrazas. ¿Ve bien que el Ayuntamiento haya intensificado el control?

-Se está haciendo una labor un poco drástica. Tenemos que sentarnos más entre el Ayuntamiento, los hosteleros y los vecinos. Málaga es una ciudad que vive en la calle. Hay que regular las terrazas, pero hay que llegar a acuerdos en los que todos cedamos un poco y no nos molestemos mucho. Las terrazas son parte de nuestra cultura y de nuestra forma de vivir. Esta Semana Santa hemos tenido que cerrar a las 2:00 y es una pena que las procesiones sigan en la calle y nosotros no podamos dar ese servicio. Hay que ampliar los horarios en momentos puntuales de las terrazas porque somos un sitio turístico.

-¿Le gusta el sistema de tachuelas en el suelo para delimitar el espacio de cada local?

-Nos la han puesto, pero la gente se puede caer. Hay otras fórmulas que se pueden utilizar.

-¿Cómo cuáles?

-Las estamos hablando con el Ayuntamiento.

-Varios de sus locales están en el centro. ¿Que debería mejorar esta zona, por ejemplo, en limpieza?

-No me gusta la crítica fácil, la limpieza es un problema muy complejo y no me cabe la menor duda de que tanto el Ayuntamiento como Limasa están haciendo todo lo posible para mejorar el servicio. Pero creo que el resultado es francamente mejorable. Tal vez se debería crear una mesa o un foro en el que participemos todos, ciudadanos, empresarios y autoridades con un espíritu constructivo para ver la mejoría del servicio. La limpieza debe ser un asunto prioritario en una ciudad 100% turística como es Málaga.

-¿Qué opina del tráfico?

-En estas fechas de gran afluencia de visitantes funciona razonablemente bien. Es fundamental que el Metro llegue cuanto antes al Centro, toda vez que los parkings, además de ser muy caros, son insuficientes y esto desmotiva a mucha gente a visitar el Centro con el consiguiente perjuicio económico para todos los establecimientos.

-¿Qué le pide a los políticos de cara a las municipales?

-Como empresario, lo que más me preocupa es que haya un escenario estable para que no se ponga en riesgo la continuidad de nuestros negocios y del empleo que generamos.

-Habla de estabilidad, ¿teme la aparición de partidos nuevos?

-No es temor ni conservadurismo, pero acabamos de pasar unos años duros y hay que intentar que la labor que estamos haciendo no se venga atrás. Nosotros no somos políticos, pero sí queremos estabilidad. Miedo no, pero sí tenemos cierta incertidumbre.