medio ambiente

El parque del Benítez, un año después

  • Pocos visitantes son los que han descubierto el antiguo campamento militar

  • Quedan meses antes de poder iniciar el plan de urbanización

El parque del Benítez, un año después

El parque del Benítez, un año después

Entorno a una mesa de madera, entre otros cargos públicos, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Diputación provincial de Málaga, Elías Bendodo. Posan ante un buen número de fotógrafos y cámaras de televisión que hace ahora un año se dieron cita en el antiguo Campamento Benítez para asistir a la inauguración del espacio como parque. Doce meses después de aquella instantánea, la gran zona verde sigue sin llegar a ser todo lo que se dijo que iba a ser. Y el proyecto estrella con el que el regidor arrancó el mandato allá por el año 2015 queda aún muy lejos de alcanzar a dimensión anhelada.

Pese a ello, la apertura de las puertas que durante décadas separaron la parcela de los vecinos de la capital y su entorno está permitiendo a todo el que así lo desea redescubrir un territorio históricamente vedado. Ni siquiera cuando dejó de tener uso militar, la finca fue recuperada por la ciudad, un hito que no tuvo lugar oficialmente hasta finales de 2013. Desde ese momento hasta el presente, más de cuatro años de trámites administrativos que apenas permiten disfrutar de un parque a medias.

250.000Metros. Superficie del parque que se quiere tener, con circuito de cross, plazas de estancia...

¿Cuántos son los malagueños que deciden pasar su tiempo en el Benítez? Explica el director del área de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, que no se conoce ese detalle. Pese a ello sí cree que el resultado no es malo. "Sobre todo en otoño ha ido bastante gente a hacer picnic", apunta, admitiendo que en los meses de verano la gente opta más por la playa. Actualmente se acometen los trabajos que van a permitir dotar de mejores accesos al parque, incluyendo una plataforma para el aparcamiento.

Pero todas estas intervenciones, que vienen a sumar del orden de un millón de euros, siguen quedando necesitadas de que en el medio plazo se acometa el proyecto de urbanización ya diseñado para el conjunto de las 25 hectáreas que componen este terreno. Sin embargo, como ya se sabía, el momento en que el Ayuntamiento esté en disposición de poner la primera piedra de la que será la verdadera transformación del paraje, dotándolo de equipamientos deportivos y de estancia que mejoren su atractivo, queda aún un trecho bien largo. El concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, admitió que en este momento el plan de urbanización sigue estando a la espera de la formulación de todos los informes sectoriales por parte de los organismos públicos que han de informar del mismo. Entre ellas, la Consejería de Medio Ambiente. Ahora se cumplen casi seis meses desde el día en que públicamente fue presentado el proyecto de actuación, sin que por el momento haya sido validado por todos estos estamentos.

Una vez superada esta tramitación completa para la aprobación definitiva del plan, será cuando el Consistorio estará en disposición de sacar a concurso la obra, valorada en unos 4,7 millones de euros (sin sumar los nuevos accesos). Y ello implica como poco del orden de dos años más, a sumar a los cuatro que transcurrieron hasta que la Junta de Andalucía validó el Plan Especial del Benítez.

La intervención programada, después de un primer saneamiento del espacio que permitió su apertura en precario, dotará al parque de un circuito de cross; de cuatro grandes plazas de estancia (con pérgolas para garantizar la sombra), que sumarán más de 6.500 metros cuadrados; pistas deportivas multiusos, así como una pista de voley playa y zona de fitness. Asimismo, se dibujan dos grandes zonas de juegos infantiles, de 2.000 y 1.000 metros cuadrados, respectivamente.

Uno de estos puntos de estancia quedará localizado donde se proyectó una gran balsa de agua, anulada después de que Aviación Civil considerase que podía ser un foco de atracción para aves, afectando al funcionamiento del aeropuerto de la capital. Descartado ese uso inicial, los responsables del proyecto apuestan por generar dunas y zonas de bancos de madera "con un foso cubierto con una red elástica; en el fondo del foso se depositarán áridos de color azul simulando agua". La idea de Urbanismo es que los espacios pensados para los más pequeños incorporen elementos novedosos respecto a los que hay en la ciudad, con el fin de que se conviertan en puntos de atracción para los visitantes. Habrá una zona de aparcamiento con capacidad para unos 325 vehículos. Para potenciar el concepto verde del parque, se plantarán 770 nuevos árboles, un millar de unidades de especies arbustivas y 6.500 de especies aromáticas. También se dispondrán dos puntos de aseo y fuentes de agua. Justamente la ausencia de éstas ha sido en los últimos meses uno de los principales motivos de queja por parte de los pocos visitantes.

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