Málaga

Pediatras se plantean el reto de bajar la obesidad infantil un 25% en la próxima década

Niños comiendo.

Niños comiendo. / M. H.

Cuatro de cada diez niños y tres de cada diez adolescentes en España están pasados de peso. Con estos datos, los pediatras insisten en advertir que se trata de un problema “cada vez más relevante de salud pública”; de una “pandemia” a la que hay que poner freno. Para ello hacen un llamamiento al compromiso de los padres, a fin de que se impliquen en la lucha para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil.

Con esta meta, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha participado a través de dos comités de expertos en la elaboración del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030). El reto de estos especialistas es reducir un 25% la patología en la próxima década.

El presidente del Colegio de Médicos de Málaga y pediatra, Pedro Navarro, resume el cambio social que está detrás de un problema frente al que los sanitarios llevan muchos años alertando: “Ha aumentado la ingesta calórica y ha disminuido el ejercicio; eso ha derivado en un incremento de la obesidad infantil y el sobrepeso”. Los cambios en la forma de vida han provocado una pandemia silenciosa, pero con efectos devastadores.

“Es un problema de salud pública porque un niño obeso es un adulto obeso”, remarca Navarro. Recuerda que esta patología es el detonante de muchas otras, como diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia. “Hemos pasado del cuchareteo de la dieta mediterránea a la comida de fácil acceso, hipercalórica y precocinada”, apunta el pediatra. Un cambio alimenticio que se suma a la falta de ejercicio ya que el ocio infantil se centra en estos tiempos en los videojuegos y el ordenador.

El resultado es un cóctel explosivo, pero modificable. Navarro explica que hay tres factores determinantes en la obesidad y el sobrepeso: dieta, ejercicio y genética. Y subraya que los dos primeros “se pueden modificar”. De ahí el empeño y el compromiso de los pediatras para que se adopten medidas de cara a reducir la obesidad infantil.

La AEP alerta de que este problema es especialmente acusado “en aquellos que viven en hogares con rentas bajas, que tienen el doble de posibilidades de desarrollar obesidad”. Además, apunta que se ha agravado con la pandemia del Covid. 

El presidente del Colegio de Médicos de Málaga insiste en dos aspectos. El primero, la concienciación de la familia de que se trata de un problema de salud y su colaboración para atajarlo mediante un cambio de hábitos. El segundo, que en ese objetivo cuentan con el apoyo profesional de los pediatras y del personal sanitario, pero que son los progenitores los que deben predicar con el ejemplo y desde edades muy tempranas. “Hay que educar a los niños desde chiquitillos y educarlos con el ejemplo. El niño hace lo que ve y si el padre está todo el día con el ordenador, difícilmente vamos a cambiar sus hábitos”, señala.

La AEP apuesta por una serie de medidas incluidas en el documento de los comités. Entre ellas, dentro del entorno escolar, incrementar la actividad física en el plan de estudios y en la educación no formal, implementar “caminos escolares saludables” e incluir de forma transversal en los contenidos educativos la promoción de hábitos saludables.

Dentro del ámbito del ocio, se aboga por aumentar la oferta local en los barrios de “instalaciones deportivas seguras” utilizando espacios escolares u otros recursos fuera de horas lectivas y en fines de semana y sensibilizar a las familias en la importancia de la actividad física como “rutina diaria”.

También se apuntan iniciativas en el entorno digital. Entre ellas, la elaboración de aplicaciones y páginas webs adaptadas a niños y adolescentes para el fomento de una vida activa que favorezca hábitos saludables y la “autorregulación del uso de pantallas”. Incluso, se proponen programas de formación a las familias en la utilización segura y equilibrada de las tecnologías.

Por su parte, la coordinadora del Comité de Nutrición de la AEP, Rosaura Leis, señala la importancia de identificar los grupos vulnerables frente a la “pandemia” de la obesidad a fin de establecer estrategias de prevención. Leis también insiste en la trascendencia de un recorrido asistencial entre los pediatras de los centros de salud y los hospitales para un seguimiento de niños y adolescentes que sufran la patología. Incluso propone “unidades asistenciales especializadas pediátricas en los hospitales” que cuenten con el trabajo multidisciplinar de pediatras, enfermeros, dietistas y graduados en actividad física.

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