Los vecinos de zona de Suárez vivieron ayer por la tarde una persecución policial digna de película, con tiroteo incluido, y con el resultado de dos detenidos que iban en una furgoneta y se dieron a la fuga tras el alto de la Policía Nacional. Agentes de la Policía Nacional, sobre las 19:30 de la tarde, según informaron ayer fuentes policiales, procedieron a dar el alto en la Avenida de Barcelona a una furgoneta blanca en lo que el cuerpo policial llama una identificación selectiva de vehículos. El coche, lejos de detenerse se dio a la fuga, momento en el que se inició una persecución de agentes en moto a los que se sumaron otros en coche para cerrarles el paso y que acabó en un tiroteo en la calle Barón de Les, después de que intentaran atropellar a uno de los agentes en moto. "Dos motos los seguían de cerca y otros dos coches de Policía tiraron por la calle de al lado", comentó uno de los testigos de la persecución que casi fue atropellado por la furgoneta en un paso de peatones y que pudo ver que en su interior viajaban dos personas.

Tras iniciarse la persecución, una vez que tenían a la furgoneta -una Renault express blanca- prácticamente acorralada, por los dos lados de la calle, se inició un tiroteo en el que al menos hubo unos cuatro disparos, según testigos. Vecinos de un bloque de la calle Barón de Les aseguraron que cuando se asomaron a la ventana vieron una moto de la Policía Nacional tirada en el suelo, más tarde aún se podían ver cristales en el suelo, y que el agente se levantó y salió a correr detrás del vehículo. Momento en el que empezaron a aparecer coches de Policía y a sonar sirenas por el otro lado de la calle. Inmediatamente después el sonido de los disparos hizo que los viandantes se asustaran y se echaran al suelo mientras los vecinos cerraban las ventanas y persianas asustados .

Según fuentes de la Policía Nacional, los dos ocupantes del vehículo fueron finalmente detenidos y trasladados a la Comisaría Provincial y el agente que fue tirado al suelo resultó ileso. A última hora de la tarde, la Policía Local mantenía acordonada la parte de la calle en la que se había producido el tiroteo, mientras la Policía Científica analizaba los disparos. Algunos de ellos se podían ver en la furgoneta que por la noche permanecía aparcada en las inmediaciones de la zona en la que se produjo el suceso. Al menos uno tiro se podía ver en el capó y otro de ellos en la puerta del conductor.