Lucas Bermudo. Presidente del colegio de dentistas

"El personal del SAS debería poder seguir trabajando hasta los 70 años"

  • Defiende que los trabajadores que lo deseen y estén en condiciones puedan continuar en su puesto más allá de los 67 Propone un parque natural sin artificiosidad en el Campamento Benítez

-¿Cómo afecta la crisis a los dentistas en la actividad privada?

-Ha caído fuertemente por la crisis. Los tratamientos son ahora mucho menos en cantidad y menos en calidad. Por ejemplo, si un paciente necesita una funda, aplaza la funda y si tiene necesidad, se hace una reconstrucción, aunque esa reconstrucción se sepa que no va a ser para siempre. Prefiere gastar mucho menos; acude a la necesidad, obviando la estética. El número de pacientes en las consultas yo apostaría que ha bajado un 50%.

-¿Y en la pública?

-Ha aumentado la gente que acude a la pública. Si antes iban a hacerse una extracción a su dentista, ahora van a la pública. Porque valora más ahora el dinero. Antes valoraba más la comodidad. No es que sea incómodo el servicio público, pero hay que esperar una cola. No es lo mismo que hacer una llamada e ir a tu dentista de siempre. La gente mide ahora más el dinero que se gasta en todo, en el dentista también. La gente evita gastar dinero. No solo el que está parado, también los sueldos han disminuido. La gente tiene menos dinero para gastar.

-¿Los recortes cómo les afectan?

-Los recortes en la pública vienen dados por lo mismo: menor disposición de dinero en el Estado y en las autonomías. Manejan menos dinero para sanidad, educación... Cuando hay menos dinero, se priorizan las prestaciones. No creo que desde arriba -desde la Consejería de Salud- hasta el último escalón de la sanidad a nadie le guste haber recortado. De lo que se trata es con menos, intentar -no digo hacer lo mismo, porque sino sería que antes estábamos malgastando el dinero-, intentar hacer lo más posible. En eso estamos todos.

-¿Como jefe de una unidad de gestión tiene que hacer malabarismos? ¿Cómo lleva los recortes?

-A nadie le gusta, pero lo entendemos y el que no lo entienda se equivoca. No se puede hacer otra cosa. Así está todo el país, no solo nosotros.

-¿Tiene muchos facultativos al 75%?

-Cuatro cirujanos al 75%.

-Ver las listas de espera y los cirujanos al 75%, ¿le quita el sueño?

Hay dos variables. Los pacientes sé que están bien atendidos porque hay un compromiso de los profesionales con sus enfermos; hay algunos que estando al 75% vienen al 100%. Por ese lado estoy tranquilo. Por los médicos estoy preocupado porque me gustaría que estuvieran al 100% porque se lo merecen. No acaban de salir de la residencia. Tienen entre 35 y 40 años, tienen más de 10 años de experiencia. Comprendo la desilusión que puede ser para una persona que ha dado muchos años al sistema público que de pronto lo pongan al 75%. Aunque la explicación de que lo contraten al 75% es que es para no despedir, eso es una explicación para mí, pero cuando te pones en el pellejo de ellos, no. Es una explicación de gestor. La gente joven del servicio es la que más trabajo físico realiza. Hubo un tiempo en que le dije a la gerenta que me quitara el 25% y se lo diera a uno de ellos que entonces estaba al 50%. Me lo agradeció. Tenemos una gerenta muy profesional, que está por la labor. Se sonrió, pero no se puede hacer.

-En plena crisis, el Colegio de Dentistas ha hecho la ampliación de su sede. Todo un logro...

-Hace unos 25 años, el presidente de entonces, Antonio Vaca, lo vio y compró en un buen sitio; junto al río, frente al hotel NH. Entonces no era un buen sitio, pero él vio que sería un buen sitio. Compró dos pisos unidos. Allí hemos estado hasta ahora. Tenemos un tesorero muy eficaz, Antonio Mauri. Terminábamos la hipoteca del piso que se compró hace unos 25 años, coincidía con la bajada de precios por la crisis y también coincidía que el local de abajo se vendía. Hicimos cuentas y vio que con la misma cuota de hipoteca, podíamos hacernos con ese local. Con lo cual se podía hacer una ampliación en el mismo sitio y se podía abrir más el Colegio a la sociedad. La cuota no se ha aumentado. En los 11 años de presidente, la cuota no se ha aumentado ni el IPC. Incluso hace dos años, se bajó un 5% coincidiendo con la rebaja a los funcionarios.

-¿Para qué se usará ese espacio que ganan?

-Para por un lado abrirlo a la sociedad, por eso las oficinas se trasladan al bajo, para que tengan más accesibilidad y visibilidad. Y como queda libre la primera planta, se dedicará a formación con cursos, sesiones clínicas y un máster del Colegio con la Universidad de Almería.

-¿Las franquicias están haciendo daño al colectivo?

-Lo que hace daño es la publicidad, no sé si llamarla engañosa... La publicidad no real. Cuando una franquicia se pone, utiliza un gancho. Y ese gancho, puede ser una prestación a un menor precio. Pero hay que leer la letra pequeña. Esos precios no son mejores que los que tiene el dentista de toda la vida. Pero sí hace que haya una mayor afluencia de pacientes hacia esas franquicias. Lo que quita pacientes los dentistas de toda la vida. El presupuesto más barato no suele ser el de las franquicias porque las franquicias ofrecen un gancho, pero subdividen el tratamiento. Yo pongo el ejemplo de un coche. A los pacientes les digo si se comprarían un coche sin ruedas. ¿Se comprarían un coche sin ruedas? No. El coche sin ruedas cuesta menos que con ruedas, pero si te lo llevas sin ruedas, después necesitas las ruedas y además se las venden más caras.

-¿Quiere decir que el dentista tradicional viene a poner el coche con ruedas y la franquicia cobra el coche por un lado y luego suma las ruedas con lo que se acaba pagando más?

-Eso es. La moraleja es que no estoy contra las franquicias, sino contra la publicidad que no es real.

-Hace un par de meses, los médicos del Regional firmaron una carta para la consejera para advertirle de que no caben más recortes, ¿como ve la medida?

-Los recortes nos dejan sin recursos. Estoy convencido de que la consejera lo sabe. La junta facultativa supongo que se vio en la obligación de que quedara constancia, de hacer algo, de intentar motivar. Pero estoy convencido que la consejera es la primera que se opone al recorte. Los recortes son negativos, desde el punto de vista del político y del profesional.

-¿Una reivindicación para el colectivo?

-El dentista siempre se ha considerado un trabajador manual. Pero detrás hay muchas horas de estudio y mucha preparación científica. El nivel profesional que hay que alcanzar es igual que el del médico, el abogado, el arquitecto... Pediría más reconocimiento en cuanto a que cualquier tratamiento lleva años de estudio y de formación.

-¿A qué edad pondría la jubilación?

-A los 65. Pero si la persona está bien y a petición de la persona, debería poder seguir. El que se sienta aprovechable, que siga. Hay profesionales que son muy aprovechables, desean seguir y tienen la misma ilusión. No debe ser obligatorio seguir. Pero se debería poder continuar de forma voluntaria hasta los 70. Sobre todo porque tienen una experiencia detrás y perderla es una pena. Pero tengo 56 y me debería hacer esa pregunta cuando tenga 64. Puede que cambiara, las fuerzas no son las mismas.

-¿Qué le parece las declaraciones del cardenal sobre que la homosexualidad es una deficiencia?

-No me parecen bien. No sé el contexto, solo lo que he leído en la prensa. La Iglesia en algunas cosas va por detrás. No hay necesidad de ofender a nadie, no es la realidad y compararla con la hipertensión me parece un grave error. Y no le favorece a la Iglesia.

-¿Qué le parece que a la niña transexual del San Patricio no le dejen vestir según el sexo que siente?

-Hay que dar libertad a cada uno, dentro de un contexto social porque si mi libertad choca con la tuya habrá que llegar a un acuerdo. Pero por principio, todo el mundo debe tener libertad para desarrollar su persona. No hay que coartar la libertad de nadie.

-¿Mediría en un barreño el agua con que se ducha?

-No [se ríe]. Debo decir que tenemos un gran alcalde, independientemente del partido al que pertenece. Me refiero a la persona. Lo conozco algo, lo he tratado. Siempre tuvo deferencia por el Colegio como institución. Es una persona atenta y muy trabajador por Málaga. Pero yo no lo haría y seguro que utilizo más agua que él [vuelve a reírse]. Pero hay que reconocer que ha hecho mucho por Málaga.

-¿El Metro soterrado o en superficie?

-Me gustaría soterrado. La relación costo-beneficio la desconozco, pero desde luego soterrado. Lo otro no es Metro. Hablan de traerlo al Civil por Armengual de la Mota, Blas de Lezo, por arriba. Eso se cargará toda la circulación de esa zona. Yo lo soterraría, si es posible. Pero los ciudadanos tienen que saber lo que cuestan las cosas, porque hay que pagarlas. Las pagamos nosotros o las pagan nuestros hijos porque las deudas de las ciudades luego hay que responder por ellas. Cuando se dice vamos a hacer una nueva dársena o un nuevo espigón, hay que ver si la ciudad genera el dinero como para meterse en eso o bien si la obra va a reportar un beneficio económico que merezca la pena.

-¿Qué haría en el Campamento Benítez?

-Desde luego, no lo construiría, lo dejaría como naturaleza. Un parque natural, no un parque artificial. Como zona de ocio natural. Aquí tendemos a poner jardines que nunca hubieran crecido. Es otra manera de contaminación.

-¿Como en Alemania?

-Eso es. Un parque con senderos, que se pueda visitar, más natural, como un pulmón, no como un parque temático. Los alemanes no tienen artificiosidad, como aquí. Lo dejaría como una zona verde natural, no construida. Los otros parque son muy costosos de mantener porque sería a base de agua, de riego.

-¿Le gustaría un Pompidou en Málaga?

-Como idea me gusta mucho. No sé si el sitio será pequeño. Que debe de ser algo interesante ya lo dijo el alcalde de Sevilla, que dijo que Málaga tendrá un Pompidou, pero no tendrá las cosas que tiene Sevilla. Yo soy sevillano. Sevilla tampoco tendrá las cosas que tiene Málaga. Creo que como idea sí, veremos en qué se plasma. Yo soy partidario. Pone a Málaga en el mapa también, es algo más. Fíjate la reacción que ha tenido Sevilla nada más que con la idea. El alcalde de Sevilla podría haber dicho que lo veía mal o bien, pero fíjate lo que dijo, supone que ve a Málaga como rival...

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