Málaga

Una plantilla al rescate de Tívoli

  • Los trabajadores del parque de atracciones están acometiendo labores de mantenimiento y adecuación, principalmente de la masa vegetal, tras permanecer un año en estado de abandono

Vista de la noria infantil de Tívoli World, en Benalmádena.

Vista de la noria infantil de Tívoli World, en Benalmádena. / M. H. (Benalmádena)

Los trabajadores del parque de atracciones Tívoli World, localizado en Benalmádena, se han puesto manos a la obra al rescate del espacio lúdico y están acometiendo labores de acondicionamiento de las instalaciones para acelerar su apertura en el caso de la que empresa propietaria, Tremón, decida continuar con la actividad.

Pasan los meses desde que Tívoli cerró sus puertas en septiembre de 2020, la última temporada que ofreció sus servicios de ocio, y desde entonces nadie se ha hecho cargo de mantener las instalaciones, que presentan un estado de abandono que afecta principalmente a los jardines.

Por ello, la plantilla se puso manos a la obra en agosto para recuperar la masa vegetal del parque lúdico y ha hecho cinco turnos para salvar los jardines, e incluso colabora gente que de forma altruista está echando una mano sin tener una vinculación laboral.

Vista de los trabajadores realizando tareas de mantenimiento. Vista de los trabajadores realizando tareas de mantenimiento.

Vista de los trabajadores realizando tareas de mantenimiento. / M. H. (Benalmádena)

Este trabajo de mantenimiento se mantendrá “mientras podamos estar en el parque”, pese a que la administración del concurso de acreedores en el que se encuentra inmerso Tívoli ha decidido no renovar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor de la plantilla, que estará vigente hasta el 31 de octubre, según ha explicado el presidente del comité de empresa, Juan Ramón Delgado (CCOO).

El representante de los trabajadores, que ha estado 44 años trabajando en el parque de atracciones en el taller de decoración, ha destacado que la plantilla “está esperanzada a ver si se soluciona algo”, así como ha lamentado que la situación es “muy mala” porque "no sabemos nada" de lo que va a pasar en un futuro inmediato. La incertidumbre continúa sobre un negocio que está envuelto desde 2007 en un procedimiento judicial tras la venta de CIPASA a Tremón y la entrega del parque a este último.

Tras un largo procedimiento, el Tribunal Supremo no ha admitido a trámite el recurso de casación presentado por la anterior empresa propietaria de Tívoli, lo que implica que el dueño del espacio lúdico es el grupo inmobiliario Tremón, cuya ejecución de la sentencia debe de mandar el Juzgado de Torremolinos, que dictó con anterioridad un fallo favorable a éste.

Vista del estado actual de una atracción acuática. Vista del estado actual de una atracción acuática.

Vista del estado actual de una atracción acuática. / M. H. (Benalmádena)

José Luis Guzmán ha desempeñado durante décadas el puesto de relaciones públicas de Tivoli World, y ahora trabaja para adecentar el espacio, que se encuentra en “estado de abandono porque nadie se hacía cargo y hay una especie de vacío legal donde nadie responde ni toma cartas”.

“Estábamos viendo que el parque se estaba deteriorando, los jardines se estaban echando a perder por haber maleza y decidimos meternos y hacer cinco turnos de lunes a viernes, todo el personal, para limpiar los jardines, quitar la broza y dejarlos más presentables”, ha indicado. El objetivo es que “no se tarde mucho más en poner las instalaciones en funcionamiento y que el parque esté adecentado” en el caso de que “se decida en un plazo medio o corto abrir”.

Las labores de adecentamiento que está acometiendo la plantilla tienen que ver “fundamentalmente con la jardinería”, ha detallado Guzmán, quien ha indicado que consisten en “quitar las hierbas, las hojas secas, la limpieza de los jardines, desbrozar los árboles, limpiarlos y dejarlos más presentables”. En total, “se han sacado más de 100 camiones de broza”, ha apuntillado.

Sobre las atracciones y los edificios, ha apuntado que “de momento no se están tocando porque haría falta tener una visión de apertura para poder hacer una planificación de mantenimiento en ese sentido”, ya que este tipo de labores requieren de “la compra de materiales y primero hay que hacer un trabajo de auditoría externa para tener después los permisos de apertura”.

Guzmán ha puesto de relieve el “gran desánimo” que hay en la plantilla porque “ya ha pasado más de un año desde que en septiembre se cerraron las instalaciones hasta ahora, y la única respuesta que hemos tenido ha sido la del Ayuntamiento de Benalmádena de proteger los terrenos y últimamente el dictado del Supremo dando la razón a Tremón. En un año, solo hemos tenido esos pocos avances”, ha lamentado.

En cuanto a la decisión de no renovar el ERTE, ha declarado que “el 1 de noviembre nos tenemos que incorporar todos a nuestro puesto de trabajo”, así como ha asegurado que los trabajadores “van a seguir manteniendo el parque”.

Vista del restaurante chino. Vista del restaurante chino.

Vista del restaurante chino. / M. H. (Benalmádena)

Félix recio ha trabajado durante 40 años en Tívoli como director de hostelería. Este año se ha jubilado, pero acude a diario al recinto para ayudar a levantar lo que considera su casa: “La situación actual la estamos viendo muy mal porque nos duele mucho, aquí hay personas que llevan 44 años, otras 32, por eso estamos todos trabajando, limpiando el parque y adecentándolo porque nos duele como si fuera nuestro”, ha referido.

Según ha detallado, “las labores están consistiendo en adecentar un poquito los jardines, quitarles toda la maleza que tienen o limpiar las avenidas del parque”, apuntando que “cuando terminemos con eso, ya nos meteremos a limpiar bares y lo que se pueda”.

Recio ha destacado la dificultad de realizar este mantenimiento ya que “abrimos solo 3 meses -por el pasado año- y el parque estaba muy bien cuidado, pero le faltaba ayuda a los jardines, que era lo más esencial aquí porque las atracciones se montan y se desmontan y se arreglan todos los días, pero a los jardines les hace falta el mantenimiento”, que no se ha ejecutado durante un año.

Vista de la montaña rusa infantil. Vista de la montaña rusa infantil.

Vista de la montaña rusa infantil. / M. H. (Benalmádena)

“Los trabajadores lo que esperamos es que se abra Tívoli, y cuanto antes mejor, porque somos 80 familias las que estamos aquí, hay fijos y discontinuos y mucha gente pendiente. Estamos deseando de que abra Tívoli otra vez, esta es la misión nuestra y lo que queremos”, ha recalcado.

Miguel Ángel Jiménez lleva desde 2012 conduciendo el tren turístico de Tívoli, y al igual que sus compañeros, acude cada día al parque para realizar labores de mantenimiento. Según ha relatado, “la situación actual es un poco precaria porque los trabajadores tenemos la incertidumbre de no saber qué es lo que va a pasar”, ha señalado tras darse a conocer la inadmisión a trámite por parte del Tribunal Supremo del recurso de casación interpuesto por la anterior empresa propietaria.

Vista de Buda tras las labores de desbroce. Vista de Buda tras las labores de desbroce.

Vista de Buda tras las labores de desbroce. / M. H. (Benalmádena)

“Nosotros lo que estamos poniendo es un poquito de nuestra parte y haciendo estas labores de mantenimiento del parque porque lo que queremos es empezar lo antes posible”, ha argüido Jiménez, quien ha señalado que se están acometiendo trabajos “de jardinería porque las plantas son seres vivos y se mueren”.

Por otro lado, ha reclamado “un poquito de empatía con las cosas” y ha explicado que la plantilla está volcada para que “la empresa que se ha quedado con el parque no ponga la excusa de no querer abrir porque hay que hacer labores de mantenimiento”. Por eso, ha asegurado que “las estamos haciendo ahora desinteresadamente los trabajadores, a fin de mantener nuestros puestos de trabajo”.

Respecto al sentir de los empleados y empleadas de Tívoli, ha indicado que “ahora mismo hay una sensación de frustración”, al tiempo que ha lamentado que ha pasado una temporada turística en la que pese a la pandemia de Covid-19 “ha venido público extranjero y se podría haber aprovechado”. En este sentido, ha valorado que si en el verano de 2020 el parque “sacó por lo menos para mantener los costes de los salarios y los pagos a los proveedores, este año que ha sido un poquito mejor lo hubiésemos podido conseguir seguro”.

 

Vista de una pasarela adecentada. Vista de una pasarela adecentada.

Vista de una pasarela adecentada. / M. H. (Benalmádena)

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