Diego Maldonado. Delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda

"Es posible que en 2012 tengamos algunos ingresos de los convenios"

  • Destaca el buen discurrir de los contactos con las promotoras y apunta a un aplazamiento de entre cuatro y seis años en los pagos · Insiste en que en La Térmica podría haber una reducción de la aportación

Su inclusión en el equipo de gobierno como delegado no electo, tras ser excluido de la candidatura del PP, fue la gran sorpresa del organigrama diseñado por el alcalde, Francisco de la Torre, quien, incluso, optó por dejar en sus manos el departamento más inversor y complejo de la tarea municipal, la Gerencia de Urbanismo. Casi medio año después de ese momento Diego Maldonado mira atrás con satisfacción y convencido de que los asuntos ahora sobre su mesa, caso de la renegociación de los convenios urbanísticos o la adquisición de Arraijanal, verán la luz en los próximos meses.

-Después de seis meses como delegado de Urbanismo, ¿qué balance hace?

-En lo personal ha sido una etapa muy satisfactoria, me encuentro muy a gusto trabajando en esta delegación, el servicio público me apasiona, es una parte importante de mi vida, y aquí la puedo ejercer con plenitud. Estoy ilusionado, con ganas de trabajar aún más y con un grado de satisfacción grande no sólo por el trabajo sino también por el equipo de Gerencia de Urbanismo.

-En sus manos está la Gerencia de Urbanismo y el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV). ¿Eso le convierte en el hombre fuerte del equipo de gobierno?

-En absoluto, me siento igual que siempre, con muchas ganas de trabajar, procurando tener los pies en el suelo y sin considerarme ni menos ni más que cualquier otro.

-A usted le ha tocado lidiar con la más fea. Un momento económico más que delicado, no hay grandes inversiones de las que presumir, con los convenios en plena renegociación...

-A veces la más fea es la más interesante. Una cosa puede estar sobradamente compensada por la otra. El trabajo en Urbanismo es muy interesante, es una atalaya desde la que se divisa la ciudad de una manera especial. Creo que trabajar con dificultades económicas aporta ese plus de interés y es un reto con ciertas dificultades que te permite crecer día a día.

-Y desde esta atalaya ¿cómo se ve la ciudad en plena crisis?

-Se ve bien. Los proyectos municipales más importantes siguen caminando, unos a un ritmo y otros, a otro. Hay que contemplar que cuando algunos proyectos tienen un recorrido más largo no es por responsabilidad única del Ayuntamiento. Pero hay algo que no me canso de repetir y es que en estos años de dificultades económicas, en los que abordar grandes proyectos es complicado, hay algo que se puede y se debe de hacer, que es actuar en pequeñas cosas pero en muchas, que es lo que hace que la ciudad vaya cambiando. Me refiero a que trabajar cerca de los distritos, que son el escalón más cercano a los vecinos, nos va a permitir actuar en las cosas que más demandan y necesitan los vecinos. Ésa es una buena manera de emplear el dinero que hay, sobre todo cuando no hay mucho abordar proyectos caros. Volcaremos nuestra atención en esas actuaciones que reclaman los vecinos.

-Dos temas han copado en los últimos meses los grandes titulares en materia urbanística: los convenios y Arraijanal. Sobre el primero de ellos, usted se encontró con una negociación iniciada. ¿Cuándo se podrían cerrar los acuerdos?

-La negociación ha estado casi desde el inicio en manos del gerente de Urbanismo, Javier Gutiérrez Sordo, que es el que sigue llevando el timón de la misma. El mérito y el esfuerzo hay que volcarlos en quien realmente está haciéndolo. De lo que conozco puedo asegurar que las negociaciones van por buen camino, tanto que me atrevería a decir que pasados los días de fiestas podríamos plantearnos la firma de alguno de ellos. Es mejor renegociar en un ambiente de cordialidad que llevar el expediente a la mesa de un juez. Entre otras razones porque no estamos frente a un enemigo sino frente a un colaborador que tiene dificultades provocadas por la situación general. Buscamos vías de solución y de acercamiento.

-Se ha admitido públicamente que en alguno de los convenios habrá una reducción del valor de la compensación, caso de La Térmica, mientras que en el resto se habla de aplazamiento.

-Vamos a negociar los convenios de forma que los intereses del Ayuntamiento se mantengan, hay diferentes fórmulas de hacerlo. Lo que sí hay es un aplazamiento no exagerado de los plazos. Me atrevería a decir que sin que figuren en los presupuestos, porque ya están aprobados, es posible que a lo largo de 2012 podamos tener algunos ingresos de estos convenios. No es seguro, pero es posible. En ese ámbito es en el que llevamos los contactos.

-¿Defina discreto?

-No alcanzan, como se había planteado en algunas conversaciones, de seis a diez años, sino que serán más razonables; se pueden mover de cuatro a seis años, como mucho.

-¿Cómo se le explica a la gente de pie que a empresas que cierran ejercicios con cientos de millones de euros de beneficios se les aplazan o rebajan los pagos?

-Frente a la propuesta que puede hacer una parte la otra tiene una respuesta y esa siempre ha sido por parte de Urbanismo la de contemplar los acuerdos existentes y entender que en algún caso, como en La Térmica, los precios pueden ser revisables. Lo que nos interesa es que los convenios se conviertan en una realidad y no demorarlos por vía judicial. Ese es el equilibrio en el que estamos y podemos decir que en una situación muy favorable.

-Es histórico hablar de los suelos de Arraijanal. ¿Qué queda para que el Ayuntamiento se haga con la propiedad de todo el sector, tras haber obtenido el 60% de Vallehermoso?

-Hay una dificultad clara, que hay una parte del suelo que pertenece a 28 minoritarios y poner de acuerdo y negociar esa parte de la propiedad con 28 dueños es muy complicado. Es verdad que es una parte muy pequeña. El resto, los suelos de Yeregui y Progofer, hablamos de negociaciones avanzadas y no creo que haya problema para terminarlas. A veces desde fuera se interpreta la prolongación en el tiempo como un fracaso en la negociación, pero creo que hay un error en esa apreciación. Si se prolonga puede ser porque haya alguna complicación o, como es el caso, porque estamos negociando para lograr el máximo beneficio para la ciudad. Eso no se hace tomando un café y en diez minutos.

-El no disponer de ese suelo ¿afecta al proyecto de la Academia?

-Para nada. Nuestro objetivo es permutar todo el suelo de Arraijanal, aunque si no se consigue por esa vía se hará por la expropiación. El proyecto de la Academia es un proyecto en el que me consta está trabajando la Fundación Málaga Club de Fútbol y espero que en no mucho tiempo pueda estar concluida la propuesta.

-¿Urbanismo tiene conocimiento de los hipotéticos planes del propietario del Málaga, el jeque Al-Thani de construir un nuevo estadio, hoteles y espacios comerciales?

-No, lo que conocemos son una serie de cuestiones técnicas que el representante del Málaga presentó con la idea de que los técnicos municipales y de la Junta de Andalucía pudiesen comprobar que eran los correctos. Todo ello con la idea de que el plan especial vaya en la senda correcta. Estoy convencido de que en la próxima reunión entre las tres partes traerán más documentación. Coincidimos en la seriedad con la que están trabajando. No es un proyecto que vaya a caer en barbecho, sino en el que se trabaja para culminarlo.

-¿Por qué Urbanismo no abrió expediente sancionador a Muelle Uno cuando abrió sin todos los permisos?

-Porque no lo vimos necesario, porque, en el momento en que el centro comercial se abrió, hicimos una llamada de atención y de forma inmediata el centro se cerró y se respetaron las directrices que se le trasladaron. No vimos necesario ir más allá. ¿Que se podía haber llegado? Que duda cabe, pero nuestra intención en general no es sancionador y recaudatorio, sino sancionador para normalizar las situaciones que no están regularizadas. Lo que hubo fue que, de una manera inadecuada, sin la documentación precisa, abrieron unos negocios. A partir de ahí hicimos lo normal, que es ayudarles a solucionar los temas. Es verdad que se podría haber esperado a tener todos los beneplácitos; que lo hicieron mal y lo corrigieron, sin ninguna duda. Después de lamentar que se abriese sin todos los requisitos, tengo que agradecer que la respuesta fue de colaboración por parte de ellos.

-Usted se ha topado también con una larga polémica, la de los pluses que cobran los exjefes de departamento. ¿Tiene solución este asunto?

-Sobre ese tema me he manifestado en varias ocasiones y he procurado dejar las cosas muy claras. Puedo garantizar que esas retribuciones que algunos exjefes están recibiendo son totalmente legales, se iniciaron en un momento determinado por razones que desconozco, pero dentro de la legalidad y con transparencia, y la única manera sensata, razonable y legal con la que se puede actuar es un CPT, que es lo que puede hacer que esos ingresos vayan disminuyendo en la medida que aumenta el salario mensual del resto de personal. Eso es lo que se ha hecho en otros sitios, pero aquí parece que se plantea como un imposible. A nadie se le paga una mensualidad en Urbanismo porque lo exija a punta de pistola. Es la administración la que se lo concede, por las razones que sea, y la propia administración no puede de pronto decapitar esos ingresos teniendo en cuenta que hay factores legales y humanos. La regularización de esa situación debe hacerse de forma gradual, pero como esto está sujeto a una decisión judicial hay que ver qué sucede. He hablado con los afectados y no hay uno solo que haya dicho estar en contra de esta opción.

-Al margen del bulevar, ¿hay alguna obra de ciudad que le gustaría impulsar este mandato?

-Me gustaría mucho participar , en el Plan Guadalmedina. Durante 2012 hay cosas que se pueden hacer, como el fallo del concurso de ideas.

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