Los promotores siguen sin creer en la recuperación del sector inmobiliario

El año 2016 tampoco será el de la ansiada recuperación en el sector inmobiliario. La compraventa está creciendo desde hace meses por encima del 10% en la provincia de Málaga, pero corresponde en su mayoría a viviendas usadas porque apenas hay ya nuevas en el mercado y, además, tampoco se espera que vayan a construirse muchas a tenor de los proyectos presentados en el Colegio de Arquitectos. En este organismo profesional, los promotores han visado un total de 2.057 inmuebles en los nueve primeros meses de este año, lo que representa un crecimiento del 14,4% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Si solo se analiza el porcentaje, parece que se están disparando los proyectos, pero la realidad es que se parte de un volumen muy bajo por lo que cualquier crecimiento provoca un gran aumento porcentual. El ejercicio es positivo porque se duplicaron los visados en el primer trimestre respecto a ese periodo del año anterior, ya que los visados en el segundo y tercer trimestre han sido inferiores a los del año pasado.

Los números son claros, pero puede haber múltiples interpretaciones, dependiendo incluso de los estados de ánimo. Este año, salvo catástrofe en el último trimestre, se va a registrar el mayor número de visados de los últimos cinco años. Tampoco es difícil porque el sector ha tocado fondo durante la crisis, cayendo en el pozo en 2014 con solo 798 visados. No obstante, sería de extrañar que se sobrepasaran las 3.000 viviendas proyectadas, un volumen casi irrisorio si se compara con las más de 45.000 de mediados de la década pasada y si se tiene en cuenta que, según los expertos, la demanda normal de vivienda en una provincia como Málaga -la sexta de España y una de las que tiene mayor saldo migratorio- está entre las 25.000 y las 30.000 unidades al año.

Los promotores no se fían de la recuperación económica y no se aventuran a lanzar nuevos proyectos, algo que hipoteca el futuro a corto plazo del sector porque desde que se visa un inmueble hasta que se entregan las llaves al cliente suelen pasar en torno a dos años. Emilio López, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), achaca esa incertidumbre del sector a la inestabilidad política. "El consumo estaba despegando, pero la gente está esperando a ver qué pasa con la situación política del país porque la compra de una vivienda es una operación muy importante en la vida de una familia", explica. López cree que si se despeja el panorama puede haber una mayor confianza ciudadana y un mayor empuje empresarial. No obstante, la reacción en el sector de la construcción no se puede realizar de un día para otro porque la operatividad, tanto física como burocrática, es lenta.

Los promotores denunciaban que los bancos les habían frenado los créditos y así era imposible trabajar. El presidente de la patronal asegura que la situación ya ha cambiado y que las entidades financieras sí están ahora por la labor de financiar promociones siempre y cuando se demuestre que son viables. "Los bancos están más abiertos y más exigentes, lo cual es normal. Piden un porcentaje de preventa antes de aprobar las operaciones y no dan dinero por encima de la tasación", añade.

La situación de los visados varía en función de la zona. Málaga capital va, dentro de la atonía general, a buen ritmo, con 498 visados y ya se han iniciado obras en Parque Litoral, Teatinos o Tabacalera. En los nueve primeros meses del año también ha habido una actividad más intensa en Estepona (343) y Mijas (272). Marbella, por su parte, ha sufrido un bajón considerable al sumar solo 128 viviendas visadas e nueve meses, mientras que en todo 2015 fueron casi medio millar. Los empresarios justifican este parón en la anulación de su Plan General de Ordenación Urbana y las dudas sobre su futuro.