Málaga

"Si nos quitan la imparcialidad y la honestidad, ¿qué tenemos los jueces?

  • La presidenta de la Audiencia de Málaga asegura que seguirá "pidiendo esfuerzos" de juzgados y jueces

  • Admite la posibilidad de que algunos órganos judiciales se trasladen a Muelle Heredia

La magistrada Lourdes García, en su despacho de la Ciudad de la Justicia.

La magistrada Lourdes García, en su despacho de la Ciudad de la Justicia. / javier albiñana

La magistrada Lourdes García Ortiz cumple hoy su primer año como presidenta de la Audiencia Provincial de Málaga. Fue en su día la única mujer en presidir una sección Penal en Málaga y ahora es una de las pocas que a nivel nacional dirige el mayor órgano judicial colegiado en una provincia.

-¿Cómo ha sido su primer año como presidenta de la Audiencia?

Dentro de poco tenemos el caso Hidalgo y se avecina Astapa, con mil tomos. Seguiremos pidiendo refuerzos"

-Muy intenso y con mucho trabajo. Cuando presenté el programa me marqué una serie de retos para mejorar la calidad de la Justicia. Este trabajo tiene un aspecto de representación y otro interno, dentro de la Audiencia, y de relación con los demás compañeros y los decanos de los distritos judiciales para atender las necesidades de los jueces que piden refuerzos y ayudas a la presidencia, algo que tengo que canalizar. Presidir las juntas de magistrados tenía como reto iniciar la unificación de criterios tanto en el orden civil como el penal. Lo hicimos en el civil con las cláusulas suelo y en noviembre se aprobó en materia penal. Y luchar sobre todo por la implantación de los sistemas tecnológicos, ir viendo cómo funcionan. Otro punto ha sido la implantación de la mediación. Hay muchas cosas por hacer.

-¿Tiene la mujer otra visión sobre la organización de la Justicia?

-Más que hacer una división de género, es un tema que va más con la persona. Lo que es importante es que tengamos claro que podemos acceder a puestos de responsabilidad mayores. Mucha veces nosotras nos ponemos cortapisas y también la sociedad, donde tenemos unos esquemas machistas que nos ponen obstáculos, que no se ven pero están. Tenemos que compatibilizar con la familia y el tener acceso a puestos de responsabilidad se nos complica, pero eso hay que cambiarlo.

-Ha abogado por una mayor presencia de mujeres en el ámbito judicial.

-Sí, sí, en éste y en muchos. Hay que postularse para llegar a los sitios. En todo el país somos nueve mujeres presidentes de Audiencia y más de 40 hombres. Somos igual de capaces para desempeñar estas funciones y debemos romper ese techo que tenemos y la propia sociedad nos pone. Tanto hombres como mujeres tenemos que hacer las mismas labores en todos los ámbitos. Hay que romper ese papel del hombre mantenedor y la mujer cuidadora.

-Una de sus primeras promesas fue agilizar los macrojuicios. ¿Qué se va a hacer para lograrlo?

-A primeros de año se hace un informe de necesidades que se envía al Tribunal Superior de Justicia. En ese informe ya teníamos idea de lo que queríamos en el orden penal, como que nos pusieran magistrados de refuerzo para poder servir de soporte a la elaboración de sentencias derivadas de estas macrocausas. Si a un magistrado le corresponde dictar una sentencia de envergadura después de un juicio largo y debe compatibilizarlo con el trabajo diario es absolutamente imposible. Pedíamos al menos dos magistrados más porque soportamos una carga de más de 400 resoluciones al año, lo que está excesivamente alejado de la carga razonable. Han entrado varias macrocausas este año y celebrar esos juicios es complicado. Se nos ha nombrado una magistrada de refuerzo pero sigue siendo muchas veces insuficiente de cara a varios juicios como los que vienen. Dentro de poco tenemos el caso Hidalgo, señalado ya para este año y que va a durar meses, y se avecina el caso Astapa, que va a tener cerca de mil tomos. Vamos a seguir pidiendo refuerzos incluso una sala bis para poder celebrar la macrocausa.

-Los jueces se quejan de la saturación de trabajo en esta Audiencia y el decano ha pedido treinta jueces más. ¿Está de acuerdo?

-De las cerca de 100 plazas creadas, a Málaga le han correspondido un juzgado de Primera Instancia y otro en Estepona, después de insistir. La petición de mínimos eran dos en Estepona, dos de Primera Instancia, un juzgado de Familia, uno de Mercantil, otro de lo Penal, uno de lo Contencioso. También en la Audiencia se pedían dos plazas más en lo Penal y en el orden Civil estamos funcionando a base de refuerzos temporales con cuatro personas en comisión de servicios, dos precisamente en la Sección Sexta que es la que lleva una parte importante de los temas relativos a cláusulas suelo. Lo que se pide es la consolidación de estas plazas porque incluso con esos apoyos se necesitan más refuerzos porque están señalando deliberaciones a año y medio vista.

-¿Esa falta de atención a sus peticiones tiene que ver con que la Justicia sea tan lenta?

-En la medida que hacen falta más jueces y medios, lógicamente no se puede resolver con la misma agilidad. Si en lo Civil hubiera siete magistrados por sección estarían señalando deliberaciones a dos o tres meses vista. Se han hecho reformas como los juicios rápidos, los procedimientos abreviados, que responden a la idea de la agilización pero luego hay que ponerlos en práctica. Tenemos que seguir trabajando por la modernización de la Justicia, por la racionalización de la planta judicial, implantar la nueva oficina judicial con la creación de tribunales de instancia, que están previstos hace tiempo, pero eso implica una movilización de medios tan grande que está todo ralentizado. En Vélez se está implantando como experiencia el sistema de la nueva oficina judicial, que significa una sola oficina común en lugar de estar dividido en juzgados entre sí, distribuyendo el trabajo de otra forma. En otros lugares del territorio nacional se está poniendo en marcha también con las dificultades de que hacen falta más medios. Mientras tanto seguimos pidiendo órganos judiciales y plazas judiciales nuevas para ir sacando el trabajo y tener los jueces una carga de trabajo razonable.

-¿Esa nueva organización será el futuro?

-Claro, y eso va combinado con todo el expediente digital, con lo que es la digitalización. Trabajamos en la comisión Lexnet y el sistema funciona, aunque tenga caídas. Todos firmamos ya con el portafirmas electrónico. En Civil están llegando los expedientes digitalizados de forma más avanzada que en Penal, donde ya se están empezando a mandar los atestados y los informes de los hospitales digitalizados. Estamos en el proceso de llegar algún día al papel cero, a llevarnos un ordenador portátil, que ya se nos ha entregado, y poder firmar desde casa. Y no iremos con carpetas llenas de papeles.

-¿Qué reformas estructurales necesita la Justicia?

-Esa modernización pasa por una racionalización de la planta. Quizás hay que replantearse muchos partidos judiciales, porque la Ley de Planta se ha quedado en gran medida anticuada. Tenemos unas bolsas de población enorme en la costa, que hay que comparar con las necesidades del interior. Hay juzgados únicos en pueblos que podrían formar parte de otro partido mayor. Todo implica volver a revisar la planta conforme a las nuevas necesidades y también las oficinas judiciales con arreglo a un nuevo modelo, más modernizado, con servicios comunes.

-¿Cómo está implantado ese proceso de digitalización?

-En Civil está más avanzado y en Penal está empezando. En la Audiencia nos queda, pero asistiremos en poco tiempo a recibir los expedientes todo en digital. También es importante la compatibilidad de los sistemas en todo el territorio nacional, que tienen que ser homogéneos. Hay expedientes o diligencias que se empiezan tramitando en otras provincias y luego se inhiben y llegan aquí. Eso tiene que ser compatible, como las vídeo conferencias.

-¿Llegará un momento en que no haya vistas orales?

-Creo que más que la vista entera, afectará a muchas de las pruebas. Ya no traemos aquí muchos peritos, incluso testigos de fuera y más excepcionalmente acusados, porque por ejemplo han estado enfermos. Luego está el tema de la protección de las víctimas y que muchas veces no es lo suyo que estén presentes en su declaración testifical en el juicio. Es importante evitar la victimización secundaria que significa el proceso y las salas de espera, videoconferencias, o asistencia es importante para hacerles pasar este camino. En este edificio, aparte de la sala para víctimas de violencia de género está la sala Gessel para declarar menores. Tiene todo un sistema de protección; es una sala aislada, con juego, con asistencia de psicólogo, donde no ven a los que les preguntan. Lo utilizaremos dentro de una semana en un juicio con unas niñas, a las que tomaremos declaración y no van a tener la sensación de juicio en ningún caso, y las preguntas se van a hacer a través de la psicóloga. En este caso lo vamos a hacer en el juicio pero lo suyo sería hacerlo cerca de los hechos para no rememorarlos y como prueba anticipada.

-¿Eso es nuevo?

-Relativamente, ya se están haciendo pruebas anticipadas en Instrucción y el artículo 730 de la Ley de Enjuiciamiento criminal preveía que se introdujera la declaración del testigo por lectura cuando estuviera fuera, enfermo o no se le localizara. Pero sí se ha modificado en el plano para testigos especialmente vulnerables como los menores.

-Esta Ciudad de la Justicia se inauguró en el 2007 y ya se plantea que se ha quedado pequeña. ¿Se plantea como solución el traslado de Juzgados?

-Un poco, sí. Desde la gerencia y la Junta están intentando acoplar los espacios libres. Hemos cogido hasta trozos de pasillo. Primero se está intentando utilizar esos espacios, como se ha hecho para el Juzgado 20, que ya tiene su sitio. Mientras se llega a la nueva organización de las oficinas judiciales y si en un futuro cercano responden a nuestras peticiones y no se cupiera aquí, se plantea la posibilidad de trasladar algunos órganos a Muelle Heredia, donde está la Sala del Tribunal Superior de Justicia. Allí nunca han estado juzgados unipersonales y hay espacio. .

-El Juzgado de cláusulas suelo sufre un atasco ¿Hay alguna solución para desbloquearlo?

- Sí, el Juzgado está atascado. La solución es lo de siempre, porque no se puede dar a un solo juzgado todo eso. Ahora se pretende que sea el 18, no el bis, el que lo asuma todo pero tiene que reforzarse con medios personales, funcionarios, incluso con el apoyo de otros jueces. Ahora mismo están entrando miles de demandas. Hay reuniones constantes para estudiar la situación porque en Málaga necesita dotarse de más medios.

-¿Son independientes los jueces del poder político?

-Yo creo que sí. Obviamente los jueces vivimos en una sociedad con los demás, y tenemos nuestra forma de pensar, pero a la hora de adoptar nuestros criterios, poner sobre el papel u ordenador nuestra decisión, hacemos un trabajo muy serio y muy responsable. Y es nuestro mayor bien, el tener independencia, honestidad e imparcialidad. Y si nos quitan eso ¿qué tenemos? Porque ricos no nos vamos a hacer, somos funcionarios. Tenemos nuestra imparcialidad y objetividad y la capacidad para valorar todos los elementos que confluyen en cada caso. Y trabajamos caso a caso, con unas pruebas. Ese es el juego de reglas. Si en un momento dado adoptamos una decisión que es recurrible están las instancias superiores.

-¿Y el ciudadano lo ve así?

-Creo que no lo termina de ver claramente, que deberíamos hacer una campaña de sensibilización o intentar transmitir que trabajamos desde la seriedad y el compromiso. Es algo que deberíamos poder hacer. Luego en cambio, confían en la Justicia porque acuden a plantear sus litigios y muchas veces está muy judicializada la vida. En el fondo dicen: me voy al juez a que me lo resuelva. Necesitamos pensar que sí y tendríamos que poder transmitirlo.

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