El tranvía no volverá a recorrer las calles de Málaga. Al menos de momento y durante los cuatro años del presente mandato. El equipo de gobierno del PP ha optado por descartar la construcción de un metro ligero que recorra la ciudad después de conocer las conclusiones de un estudio elaborado por el área de Movilidad en el que se desaconseja su ejecución debido, fundamentalmente, al alto coste de la infraestructura, que superaría los doscientos millones de euros, y a la dificultad técnica de la misma. La decisión se produce sólo ocho meses después de que el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, anunciase esta actuación en la pasada campaña electoral en respuesta a otra similar del PSOE.

En las semanas previas a la cita con las urnas y coincidiendo con la promesa que hizo Bustinduy de construir dos líneas de tranvía, De la Torre informó de que los técnicos municipales llevaban trabajando meses en la redacción de un informe sobre la viabilidad de este medio de transporte. Un trabajo que finalmente concluye la innecesariedad de esta propuesta.

Al menos de momento. El concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, fue claro y rotundo en este tema. "En el actual panorama consideramos que el tranvía es absolutamente impensable, desde el punto de vista presupuestario y técnicamente presenta sus dificultades. ¿Qué vamos a hacer, introducir un nuevo elemento de transporte que compita con el Metro y los autobuses? Si es necesario ir sustituyendo autobuses por el tranvía se hará, pero hoy por hoy, no", dijo.

La propuesta analizada por los técnicos municipales incluye tres ramales de metro ligero en superficie, con una longitud de casi 14 kilómetros. La primera de las líneas discurría desde la Plaza de la Merced, pasaba por Capuchinos, Suárez y llegaba hasta el Camino de Antequera; la segunda partía del centro urbano, continuaba hasta la estación de Renfe y seguía hasta Cruz de Humilladero. La tercera recorrería prácticamente todo el eje litoral hasta calle Pacífico. El diseño hacía que algunos tramos de los diferentes ramales se superponían.

En total, la aportación económica necesaria para la ejecución de la infraestructura, según los cálculos del estudio, ascienden a unos 203 millones de euros. Una cifra que, a juicio de Casero, representa un importante escollo. "Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento tiene recursos limitados y es verdad que el resto de administraciones puede colaborar, pero hasta donde puedan", manifestó.

Frente a estas palabras cabe recordar el compromiso expresado públicamente por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de ayudar en la financiación de un proyecto de este tipo. "Si lo hemos hecho en Sevilla, con el Metrocentro, y en Vélez, por qué no lo vamos a hacer en Málaga", llegó a declarar. Este ofrecimiento, sin embargo, no ha llegado a disuadir a los responsables del Ayuntamiento, que consideran que el camino que en estos momentos se sigue en el impulso de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) es el "más sensato".

Otro de las taras que los técnicos consideran que supone el tranvía es la difícil estructura viaria del centro histórico y de algunos puntos de expansión, que obligan a elegir entre el uso del bus o del metro ligero. A ello se suma, recordó el concejal de Movilidad, que la construcción de un tranvía requiere de unas pendientes que no sean excesivas y unos radios de curva suaves. Respecto al incumplimiento de la promesa electoral, Casero dijo que no se incumple, puesto que lo que el entonces candidato del PP, Francisco de la Torre, planteó fue un estudio sobre la viabilidad de este medio, "y es lo que se ha hecho".

Sea como fuere, la realidad indica que mientras en la mayor parte de las grandes ciudades españolas y andaluzas, las administraciones apuestan por la construcción de tranvías, en Málaga seguirá siendo una asignatura pendiente al menos durante los próximos años.

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