Málaga

La rectora pide a la Junta que salde la deuda universitaria sin agravios

  • Afirma que pagar en función del peso de cada universidad en el sistema castiga la buena gestión Subraya que el Gobierno central "quiebra el principio de igualdad" en la educación superior

"No importa que tilden mi intervención de reivindicativa, lo prefiero a que me cataloguen de pedigüeña" avisó ayer la rectora de la Universidad de Málaga (UMA), Adelaida de la Calle, en el arranque del discurso inaugural del curso en el que cuestionó sin ambages la política educativa del Gobierno, pero también la pretensión de la Junta de saldar su deuda con las universidades en función del peso que tiene cada institución en el sistema.

Ante la atenta mirada del flamante consejero de Economía, Ciencia y Empleo, el catedrático de Hacienda Pública de la UMA José Sánchez Maldonado, Adelaida de la Calle mostró su temor a que el sistema elegido para resolver la deuda tenga un efecto "perverso" y acabe favoreciendo a quienes han "gestionado con menos rigor".

La rectora instó Sánchez Maldonado a cumplir el acuerdo alcanzado en su momento con el ex presidente andaluz José Antonio Griñán, para satisfacer "los compromisos de pago pendientes" y fue más allá al advertir que si en vez de pagarse en función de lo que la Junta adeuda a cada universidad lo hace dependiendo de su peso en el sistema universitario, al final "equilibrará las cuentas" de las instituciones que han gestionado con menos rigor y desmotivará a las que "hemos saneado las cuentas y no hemos contraído ni deudas ni obligaciones financieras".

La Junta de Andalucía adeuda en la actualidad 140 millones a la Universidad de Málaga, que en gran medida han tenido que ser adelantados con recursos propios de la institución académica.

De la Calle afirmó que "la supervivencia de las universidades están en juego, muchas líneas de investigación requieren de la inversión necesaria para garantizar la investigación básica y aplicada" y la formación del personal y la dotación de recursos "depende del cumplimiento de las obligaciones financieras. En alusión velada a la condición de catedrático de Hacienda Pública de Sánchez Maldonado subrayó que "la economía se gestiona en círculos concéntricos y los pagos de unos garantizan las deudas de otros y son la esperanza de futuro de emprendedores y profesionales".

De la Calle animó a la Junta a trascender la función de mero "guardián implacable" para convertirse en el agente tractor de la coordinación universitaria en Andalucía y le instó a hallar un sistema que facilite la especialización de las universidades y evite duplicidades. Tampoco dejó pasar la ocasión para cuestionar al Gobierno central por "quebrar el principio de igualdad de oportunidades" y por su "abandono inconsciente" de la investigación. Para Adelaida de la Calle, dejar fuera de las ayudas al estudio a alumnos con pocos recursos y calificaciones inferiores a 6,5 y 5,5, cuando las aulas sí estarán abiertas a estudiantes del mismo nivel académico pero con mayores ingresos familiares, es "la quiebra del principio de igualdad", como también lo será el acceso a la universidad que plantea la nueva ley de educación (Lomce) porque deja a criterio de cada universidad establecer o no pruebas previas. "Podemos vulnerar de forma flagrante el derecho a la igualdad de oportunidades implantando pruebas selectivas dispares en cada universidad, desechando sistemas más justos de ingreso que garantizan un trato igualitario a todos los estudiantes", dijo.

La "precarización de la docencia y la investigación" estuvo en el punto de mira de la rectora que recordó cómo el profesorado envejece y se jubila mientras que las universidades, atadas de pies y manos, únicamente pueden reponer el 10% de las bajas y los jóvenes, formados con dinero público, acaban en otros países.

De la Calle pidió ayer públicamente al Ministerio de Educación que "garantice la cobertura de todas las plazas que son amortizadas o, al menos, que la tasa de reposición de efectivos se eleve al 30%" este año. Es decir que en el peor de los supuestos las universidades puedan convocar 30 plazas por cada 100 que se quedan libres. La Universidad de Málaga tiene este curso 1.572 profesores y catedráticos en plantilla, 34 menos que el año pasado, además de otros 749 docentes contratados (39 menos). La merma de la plantilla se suple parcialmente con sustitutos interinos y asociados. "Esto es precarizar la universidad e hipotecar su futuro docente e investigador", dijo.

Sin embargo, mientras las instituciones pierden capacidad docente y científica, los jóvenes no encuentran ninguna oportunidad en el sistema. De la Calle lamentó que se invierta dinero público en cualificar a unos jóvenes a los que "no se les garantiza su permanencia ni su continuidad en la universidad", "produciéndose un dispendio de los recursos públicos que rentabilizan otros países", porque al final acaban abocados a la emigración.

Estas políticas de recortes han provocado que "ya" haya "disminuido nuestra producción científica y pronto se notará en esos ranking que tanto preocupan al gobierno y en los resultados de la investigación, incluido el número de patentes y de modelos de utilidad generados en las universidades", según la rectora. En su opinión este es el comienzo de un camino que nos conduce al "retraso histórico" y a un "perjuicio irreparable" para el país y su dependencia económica y científica.

Durante el acto, una decena de jóvenes protestaron con consignas en defensa de la educación pública.

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